lundi 27 avril 2015



LA RAIGAMBRE FRANQUISTA DEL URIBISMO


ALEJANDRO URIBE BEDOYA

alejosuave@hotmail.com

El autor es un escritor e historiador que fue expulsado  de varias instituciones de Pereira-Dosquebradas en Colombia por sus conocimientos sobre el fascismo.  Él fue expulsado de la FLACSO sede México por profesores franquistas españoles y argentinos que le impidieron graduarse como maestro en Ciencias Sociales.  Fue vetado en la Universidad Tecnológica de Pereira y expulsado de varios colegios, entre ellos el Colegio “Manuel Elkin Patarroyo” de donde lo licenciaron  por crear un cine-club antifascista, del Colegio Aquilino Bedoya por defender las comunidades indígenas y del Colegio Agustín Nieto Caballero por crear un sindicato de educadores por contrato.  Él ha sido adoptado como refugiado político por el Estado de Ginebra en Suiza y allí continúa sus estudios sobre la sociedad colombiana.


Recomendación: para poder comprender más a profundidad el presente ensayo lea “El terrorismo de Estado en Colombia durante el gobierno de Uribe Vélez (2002-2010)” http://uribevelezterror.blogspot.ch/  , “La presencia del Franquismo en Colombia” del mismo autor en http://alejohistoriador.blogspot.ch/ y “Los Uribistas y la teoría del complot” en: uribistasmentirosos.blogspot.ch

No te enfades

Poema
Alejandro Uribe
No te enfades si las metras no disparan
No te enojes si las balas ya no matan
Si las bombas ya no suenan
Si las damas no se casan
Con sicarios ignorantes
Con matones que no leen
Con borrachos de la guerra
Con las bestias sanguinarias.
No te enfades si los niños ya no lloran
Si las madres ya no gimen
Si las flores no marchitan
Si las aves se aproximan
Si en el barrio no se llora,
Si en el barrio ya se canta,
Si en la calle ya se baila
Si en la escuela las muchachas
Con los hombres ya se abrazan
No te enfades si la paz se viene encima
Y a la guerra le arrebata
El dolor de las heridas
Las tristezas en el alma
O a tu hijo o a tu hermano
A tu padre o a tu mama
No te enfades si la paz no llega sola
Si se viene con millones
Si aterriza con canciones
Si te arrima con la risa
que elimina los dolores
que te vuelve inofensivo
que te pone en plena calma
no te enfades, no te enfades



INTRODUCCION




¿Raigambre franquista? muchos dudarán de la expresión porque ella haría parte del lenguaje de la nación española y pensarían en una confusión clara puesto que la España de Franco se encuentra lejos del territorio colombiano;  por otro lado,  la palabra franquismo en sentido estricto, hace parte de la historia hasta el 22 de noviembre de 1975, año en que fue enterrado el dictador Español. Además, ¿qué relación puede haber entre Álvaro Uribe Vélez, máximo líder de los uribistas, ese movimiento de extrema derecha colombiano llamado “Puro Centro Democrático” y Franco? Sin dudar, el pasado está siempre presente y está vivo en el presente y en la medida en que estudiamos las ideas políticas, los comportamientos políticos, los discursos políticos, eso que genéricamente denominamos “cultura política”, nos encontramos con una realidad característica de la vida política: los modelos políticos (que no desaparecen en la historia, que se reproducen de una generación a otra y que influyen los líderes y las gentes porque hay alguien que los adopta, los pone en marcha, lucha con ellos y gobierna con ellos) están presentes y toman diversos ropajes, más si en el pasado o en el presente ellos significaron verdaderos triunfos políticos.





En la medida en que retrocedemos en la historia nos damos cuenta que los triunfos políticos tienen que ver más y más con la violencia y el resultado final de la victoria es la imposición de un modelo político. Fuera el colonialismo impuesto por los españoles  con un modelo, la monarquía, fuera la violenta insurrección independentista que impuso por la fuerza el modelo republicano.  Actualmente los estragos de la violencia han desprestigiado la fuerza como una manera recurrente de hacer política; hoy en el siglo XXI, hay un repudio general a la represión y la muerte no solo para conquistar el poder, sino también para administrarlo.  Aunque las guerras por el poder han estallado en pocas zonas del planeta, los países a través de sus instituciones internacionales tratan de controlar la represión, los Estados también, con instituciones que vigilan la disciplina de la fuerza pública y lo más importante, la sociedad civil a través de  ONGs que ejercen también vigilancia sobre las conductas de los militares.  Sin embargo, hay movimientos políticos y líderes que saben de las ventajas de lanzar los ejércitos o los ciudadanos contra los gobernantes o contra sus opositores, por ejemplo conquistar el poder, administrarlo y enriquecerse, proteger el poder y mantener una matriz de privilegios y esencialmente imponer un modelo político.





Para el caso del movimiento uribista colombiano, su carácter o personalidad guerrerista y conflictiva exprime un odio especial contra ciertas corrientes políticas identificadas con una cultura política de izquierda,  los chavistas venezolanos, por ejemplo, las izquierdas de Colombia  y todos aquellos grupos no identificados con lo que podríamos llamar “la cultura política de la extrema  derecha”. Es cierto que en la mayoría de los países del mundo los conflictos radicales y los discursos ofensivos hacia los opositores que incendian los países y los llevan a las confrontaciones armadas casi que han desaparecido del espectro político.  Los enfrentamientos entre Mariano Rajoy y su gente en España y los dirigentes izquierdistas de Podemos, el PSOE o Izquierda Unida, no presentan esas mismas características de épocas pretéritas cuando la derecha en España representada en Franco se enfrentaba a balazos a la izquierda, robaba los niños hijos de los opositores,  desaparecía o torturaba a sus contradictores. El enfrentamiento entre los conservadores de la UDC y los socialistas en Suiza no es tampoco explosivo, Micheline Calmi-rey, representante por los Socialistas fue golpeada de frente en la cara públicamente por un simpatizante conservador, sin embargo, ello no provocó la guerra civil, la dirigente no llamó a sus copartidarios al enfrentamiento, todo se resolvió en el juzgado.  A excepción de Colombia, Venezuela,  Honduras y Paraguay, en el resto de los países de América los enfrentamientos entre los Partidos dejaron de ser pasiones violentas, ya no se es liberal o conservador por tradición familiar, se vota por programas;  sin embargo, hay sectores políticos radicalizados que insisten en hacer política de las mismas maneras como se hacía en el pasado, excitando las pasiones violentas y provocando guerras.





El lenguaje uribista, es un lenguaje irrespetuoso, provocador y violento, con él se forjó el uribismo y la meta del presente estudio es auscultar la influencia del franquismo español, especialmente de su cosmogonía construida desde una visión psiquiátrica  por Antonio Vallejo Nagera, aquel  monstruo que a través de un estudio riguroso de los prisioneros de guerra en los campos de concentración de la época de franco, llegó a la conclusión de que el opositor de izquierda es un hombre inferior, un imbécil impertinente que busca ser poder irrespetando lo superior, la aristocracia rica, bien vestida, decente y culta (y sobretodo creyente) y necesariamente hay que hacerle la guerra, exterminarlo y hacerlo sufrir para evitar que la sociedad involucione hacia el salvajismo; Vallejo Nagera fue el provocador de los robos de niños que azotaron la sociedad española durante el siglo XX.

Las redes Uribistas en Colombia han demostrado desde que son poder, una enorme identidad, en la sombra lógicamente, con esta manera de pensar del franquismo que provocó en América Latina una impresionante tragedia.
 
La tragedia comenzó en Colombia en 1948, la represión pro-franquista del Presidente Laureano Gómez creó “El Cóndor”, León María Lozano, un monstruo asesino que aniquiló miles de opositores gaitanistas entre 1948 y 1956, al mejor estilo de las tropas franquistas en España en la época de la guerra civil española, todo en nombre de “Viva cristo rey”; su acción criminal se transformó en un modelo que creó otros monstruos peor de criminales entre ellos Pinochet, Carlos y Vicente Castaño y hoy los jefes del grupo católico mexicano “Los caballeros templarios de Michoacán”; hasta monstruos internacionales como Andreas Bering Warwick, el genocida noruego que en nombre de Dios hizo una masacre de jóvenes socialistas de izquierda en el 2011 en Noruega,  pueden ser catalogados como parte de ese bloque de hombres que fanatizados en las ideas religiosas, hacen actos de exterminio masivo de seres humanos.





La cosmogonía franquista creó el monstruo del pinochetismo y su “plan cóndor” en 1975,   inspirados en esa visión segregadora del otro, en la idea de que el opositor es ese ser débil, salvaje, feo, mal oliente, inferior e incapaz que quiere suplantar los mejores, las aristocracias católicas. En Centro y Suramérica, el modelo pinochetista o modelo Cóndor se impuso por la fuerza y las centenas de masacres, miles de asesinatos políticos, desaparecidos, niños robados y detenciones arbitrarias dejaron una marca que ha hecho que masivamente los latinoamericanos se aparten de obedecer los sectores necrófilos de la sociedad, de los cuales como lo demostraremos hace parte el movimiento “Puro Centro Democrático”, que se enfrentan con ahínco a los sectores biofilos y anti guerreristas. 




En este nacimiento y evolución del franquismo en América Latina hay tres etapas esenciales con tres personajes, dos de ellos colombianos que crearon los estereotipos de dirigentes necesarios para dirigir los grandes genocidios que se han dado lugar en el continente. 

El primero de ellos fue Laureano Gómez, el dirigente conservador colombiano que transformó a Franco en su ídolo, una especie de “pastor del franquismo” que se encargó de practicar el catecismo del franquismo en la época: las ideas de Vallejo Nagera. Gómez fue  el jefe de las barras bravas del franquismo en América Latina que se opuso desde 1936 a las ideas liberales del presidente Alfonso López Pumarejo plasmadas en un proyecto que por su nombre alertó las hordas fascistas  “La revolución en marcha” ( inspirado en los revolucionarios españoles victimas del golpe de Estado franquista) entre las reformas importantes estaban la reforma agraria y la del voto universal a los hombres, oposición desde la cual Gómez alababa la cosmogonía franquista.  Lo que aprendió del franquismo Laureano Gómez, desde que triunfó Franco, fue como a través de la brutalidad, las masacres, la desaparición de personas, la tortura y las detenciones arbitrarias se podía ganar una confrontación política.  El mejor alumno de Franco pasó su examen con  el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948 y la masacre de sus copartidarios gaitanistas al mejor estilo de la masacre efectuada por su führer Franco, la cifra de 200.000 muertos, víctimas de la guerra provocada por el fascismo en Colombia es elocuente en este sentido. La admiración de Laureano Gómez hacia Franco era tan grande que su gobierno lo homenajeó con la imposición de la “Gran Cruz Extraordinaria de la orden de Boyacá”, condecoración que solo se da a las personas más admiradas, una de las grandes vergüenzas que soporta la historia de este premio en Colombia, el hecho de haber sido otorgada a un genocida fascista.





Si bien Laureano Gómez aspiraba a ser el Franco de Colombia, el no pudo ser, un ataque al corazón en noviembre de 1951 se lo impidió, continuó gobernando Roberto Urdaneta y dirigido en la sombra por Gómez, continuó la masacre sobre los gaitanistas.  Así, los latinoamericanos soportaron el primer mal ejemplo, exterminar masivamente el oponente bajo la égida de que es una bacteria social que hay que arrasar a través de una limpieza social. Esta visión no se opacó en Colombia aún después de que la democracia delegativa suplantó  la dictadura de Rojas Pinilla y retornaran los Partidos al poder.  Durante la dictadura de Rojas los Conservadores fascistas crearon un  tenebroso grupo paramilitar, “los pájaros”, cuyo jefe León María Lozano, alias “El Cóndor” (tengo sospechas que Pinochet le puso el nombre de “Grupo Cóndor” a su escuadrón de la muerte como un homenaje al genocida conservador de Colombia, fanático católico como Pinochet, hay quien dice que fue un homenaje al cóndor, ave insignia de Chile, pero su carácter carroñero no lo hace muy simpático a los fascistas y es común entre los criminales católicos rendirle culto a los mejores matones que defienden la doctrina), aniquiló muchos jefes liberales en el Valle del Cauca, en otras regiones importantes como el Tolima, se crearon “Los Patriotas” y “Los antichusmeros” para aniquilar los guerrilleros gaitanistas amnistiados por Rojas;  a comienzos de la década del sesenta se creó una organización secreta:  “La mano negra”, dirigida por empresarios  con carácter fascista anticomunista,  que tuvo un brazo militar clandestino encargado de hacer limpiezas sociales y linchar líderes de izquierda.  Así, Colombia se transformó en el primer laboratorio de experimentación del fascismo; el modelo Laureano Gómez de aniquilamiento en masa y el modelo de exterminio clandestino Paramilitar serían tomados como arquetipos por Juan Domingo Perón en 1974 para crear la triple A (Alianza Anticomunista Argentina), una tenebrosa organización encargada de ejecutar líderes opositores, esta triple A sirvió a su vez como inspiración a generales colombianos para crear la triple A colombiana (Alianza Anticomunista Colombiana, el general Harold Bedoya fue acusado por el teniente coronel Luis Arsenio Bohórquez de ser el coordinador general).  El mal ejemplo se propagó por América Latina. El general Rojas Pinilla inauguró un modelo de intervención militar pro franquista ( él fue general de Laureano Gómez quien lo adoctrinó en el franquismo, por ser un buen discípulo del fascismo lo hizo general, lo envió a Washington como delegado de Colombia  a la ONU) que se propagó por toda América Latina, basado en el anticomunismo.





La pedagogía de la muerte que hizo triunfar el franquismo criollo en Colombia colonizó el continente, fue el primer gran experimento del fascismo  que triunfó avasalladoramente y cuando algo triunfa, cuando algo tiene éxito la copia es instantánea. En  el continente latinoamericano empezaron a germinar dictaduras brutales que impusieron el poder del clero y la dominación de los terratenientes por la fuerza fomentadas por los americanos que con ayuda de los fascistas locales provocaron la guerra civil en Colombia dirigida por un aliado incondicional, el presidente Laureano Gómez que se convirtió en un estereotipo de dictadores, igual que su sucesor Rojas Pinilla. Su ejemplo fue seguido en 1954 por el dictador Paraguayo Alfredo Stroessner  que gobernó con mano de hierro entre 1954 y 1989, 35 años en el poder y millares de víctimas y millones de desplazados, la masacre de Stroessner en el Paraguay fue una copia de los métodos de Laureano Gómez, él fue uno de sus discípulos en la sombra.





El segundo,  Augusto Pinochet quien empieza su proyecto de exterminio de opositores en 1973 con el derrocamiento y asesinato del presidente Salvador Allende (digo asesinato porque si bien se expresa que Allende se suicidó, el responsable de su suicidio fue Pinochet. El tener una bestia salvaje al  frente dispuesta a destrozarte transforma el suicidio en una manera de evitar ser destrozado y de no sufrir antes de morir, luego el culpable no es el suicida, es la bestia que va a acabarlo).  Aquel viejo ídolo de los franquistas que logró exterminar los enemigos de la cristiandad en Colombia, León María Lozano “El cóndor”,  fue reemplazado por otro nuevo, Pinochet, quien dos años después de asesinar a Salvador Allende  asistía melancólico y triste al entierro de su führer,  el dictador español Francisco Franco,  el 22 de noviembre de 1975.  Destrozado y luego de reunirse con la falange Italiana, Alemana y Española regresó a Chile a buscar darle el más grande homenaje a su ídolo fallecido: reunió los jefes de los servicios secretos de Chile, Bolivia, Argentina, Uruguay y Paraguay y lanzó su “Plan Cóndor” el 26 de noviembre de 1975,  una operación orientada a homenajear la memoria del más grande genocida que haya conocido Iberoamérica:  Francisco Franco Bahamon. Verdadero Psicópata como su führer, Pinochet llevó a la tumba alrededor de 36000 dirigentes políticos de una larga  lista hecha por los servicios secretos de los países participantes del grupo Cóndor; los líderes fueron simplemente acribillados  en Europa y América, las cifras de víctimas de su plan son enormes, como lo constatan las Comisiones de la Verdad estatuidas para indagar la cantidad y los responsable del genocidio de opositores políticos entre 1973 y 1989 en centro y Suramérica, puesto que si bien el Plan Cóndor fue diseñado para el cono sur entre 1975 y 1980, lo cierto es que el éxito de la brutalidad de Pinochet ( como su padrino Franco murió en la total impunidad, sin pagar un solo crimen y como senador vitalicio) se transformó en una buena noticia para otros dictadores y su estilo necrófilo fue rápidamente copiado en los demás países latinoamericanos. Ya viejos,  los déspotas sicópatas empiezan a morir en la impunidad, como Jean Claude Duvalier, exdictador de Haití, muerto en Octubre del 2014, uno de los grandes jefes de las barras bravas del pinochetismo, financió una operación Cóndor en Haití que llevó a la tumba más de 20.000 haitianos.  Otro de sus alumnos predilectos, el general Anastasio Somoza, fue derrocado en 1979 por el Frente Sandinista de Nicaragua, las masacres, las desapariciones y las torturas contra sus opositores fueron la causa de una insurrección general que lo liquidó como dictador, terminó sus días ajusticiado por un escuadrón de vengadores en el Paraguay  después de haber recibido  la protección de Stroessner.  Su alumno más imitativo en Centroamérica fue el general Alfredo D’abinson, jefe del servicio secreto salvadoreño en la década del setenta y quien organizó el “Plan Cóndor “ en El Salvador, el 20 de febrero de 1992 murió de un cáncer de esófago, en la completa impunidad, sin pagar ni uno de sus crímenes y en especial el de Monseñor Arnulfo Romero, representante del ala izquierda del catolicismo y obispo de San Salvador a finales de la década del setenta.  Después del éxito del Plan Cóndor en los cinco países que lo iniciaron, en el resto de países latinoamericanos se organizaron micro-Planes Cóndor, puestos en marcha por dictadores pro-católicos.





Si Pinochet ( el hombre condecorado por la armada de Franco como general excelentísimo, como miembro de la caballería española por su labor de exterminio de los opositores al fascismo)  fue el hombre del Franquismo desde mediados de la década del 70  y el dirigente político colombiano Laureano Gómez el fundador de la metodología franquista criolla que le permitió al ideario segregador de Vallejo Nagera imponerse, le toca al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez servir como estereotipo del modelo neo-franquista o si se quiere neo-pinochetista.  Su modelo de seguridad democrática copia del modelo de la Doctrina de la seguridad Americana no es otra cosa que el mismo modelo de Pinochet adaptado a una sociedad de elecciones: una sociedad de militares y policías, con millones de informantes pagados por el Estado, con miles de cámaras de seguridad  y con grupos paramilitares privados encargados de exterminar la sociedad civil opositora; una vigilancia milimétrica de todos sus contradictores que incluye espionajes telefónicos y un exterminio sin compasión de todo insurrecto, sin darle la posibilidad de resolver las contradicciones con el Estado dialogando y llegando a acuerdos, toda organización política, ONGs y otras que no sean controladas por las derechas del uribismo, son consideradas como simples fachadas de las FARC.

Es indiscutible que el movimiento uribista intenta crear en Latinoamérica un nuevo estereotipo de rebelión contra la izquierda triunfante basado en los métodos de los viejos franquistas que se rebelaron contra los gobiernos democráticos con ayuda de la inteligencia militar americana, por eso es viable catalogarlo como neo-franquista o neo-pinochetista. El movimiento opositor al chavismo en Venezuela, más que oposición ha sido un movimiento conspirador ayudado por el uribismo colombiano con dos tentativas de golpe de Estado, una contra Chávez (en la que los golpistas encontraron en Colombia un refugio seguro y cómodo) y otra contra el presidente Nicolás Maduro que soporta una oposición que utiliza el asesinato de importantes figuras políticas chavistas para buscar fuera de las elecciones hacerse al poder en Venezuela.  El golpe militar en Honduras contra el presidente Zelaya  expulsado hacia El Salvador, mostró las barras bravas del paramilitarismo colombiano, simpatizantes de los uribistas intimidando los ciudadanos que estaban a favor del Presidente; la avenencia  del Presidente Obama con el golpe militar en Honduras dejó un mal precedente. Es claro que el Uribismo no ha logrado prosperar porque es evidente que el contexto internacional no le favorece, es en el momento en que el ala extremista del Partido Republicano triunfa, cuando los golpes militares se multiplican en el continente como lo demuestra el pasado.

La destitución del presidente del Paraguay Fernando Lugo por el Senado en junio del 2012, deja en claro que las fuerzas franquistas aún tienen presencia en América Latina, en donde la transformación clara de la mentalidad militar hacia una cultura militar no golpista ha permitido el mantenimiento de una estabilidad continua y sostenida.  El presidente llevaba el 80 por ciento de su mandato como gobernante apoyado por una coalición con el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y a raíz de la muerte de varios campesinos y policías en un choque provocado por la invasión a una finca en el norte de país,  el Senado, con sus aliados le hizo un juicio político en donde lo acusaba de negligencia para controlar un minúsculo grupo de guerrilleros, el Ejército del Pueblo Paraguayo, claramente un acto de oportunismo del Partido Colorado, Partido del exdictador Stroessner que había perdido por primera vez en su historia las elecciones con Lugo en el 2008, aprovechando la poca presencia de Senadores del Partido del Presidente en el Senado;  prácticamente el mismo fenómeno que se dio en Honduras, un presidente desprovisto de la presencia de senadores que lo defiendan; para el caso de Honduras un golpe militar, para el caso del Paraguay, un golpe de Estado hecho por el Senado.  Por otro lado, los sectores franquistas que antaño controlaban el poder en  Ecuador y Bolivia han desatado ofensivas sin éxito para desestabilizar los países.





La insistencia del Uribismo en combatir al presidente Juan Manuel Santos y su proceso de paz, es una advertencia clara a los colombianos de que aún hay fuerzas políticas inspiradas en el franquismo que van a insistir en la búsqueda del retorno al pasado, en repetir la historia.  Un estudio objetivo del uribismo le permitirá al lector apartarse de la idea de apoyar este tipo de corrientes políticas como un mecanismo para romper con el pasado trágico que como los latinoamericanos de otros países han vivido los colombianos y evitar que se ponga en marcha una tercera etapa en esta demencial historia de la represión en el continente.





1.     PEDAGOGIA Y FRANQUISMO EN COLOMBIA: EXPERIENCIAS DE VIDA





En 1994 cuando era estudiante de la maestría en Ciencias Sociales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede México, presencié un acto vergonzoso,  en una de las exposiciones de la asignatura de Ciencia Social, una estudiante chilena que realizaba una exposición sobre la acción colectiva dedicó su discurso a hablar sobre el marxismo, problema: su cuestionamiento de Marx denotaba un desconocimiento completo del pensamiento marxista, me parecía que ella pese a estar en una maestría jamás había leído un libro sobre este autor, del cual yo era un profundo conocedor, la nota para su exposición, una grosera referencia al economista alemán, fue la máxima, cinco de 1 a 5.  Durante dos minutos tomé la palabra para explicarle que  estaba equivocada y hacerle referencias de libros del autor donde se decía lo contrario, al instante fui interrumpido por el profesor quien enojado por mis explicaciones interrumpió mi intervención, en las horas de la tarde fui llamado por el director general  de la Maestría en Ciencias Sociales quien me amenazó de expulsión por hacer referencia de una manera positiva a este estudioso alemán.  En las discusiones sobre las dictaduras en América Latina en la cátedra de Historia Latinoamericana, tanto en los documentos que se repartían a los alumnos como en las exposiciones de los profesores, había una tendencia a desligar las causas y los métodos de los dictadores con cualquier país extranjero, en una de mis exposiciones hice una completa síntesis de la relación de las dictaduras con el aparato represivo americano y con el fascismo español, la calificación del profesor fue de deficiente y la intimidación del  director de la institución no se hizo esperar de nuevo.



Quedar como el peor estudiante de la institución por criticar el pinochetismo, el videlismo y la represión militar y aportar ese elemento nuevo de discusión cual era el del origen externo de las dictaduras como una de sus causas, no fue lo más justo;  mientras los mejores estudiantes se hacían publicidad como declarados anticomunistas para poder adquirir su título en Ciencias Sociales, yo veía injusto decir mentiras y denigrar de científicos sin haberlos leído, mi discusión académica y de altura con la crema y nata de la intelectualidad de las Ciencias Sociales mexicana de ese entonces  me valió mi expulsión hacia Colombia donde terminé castigado por mi osadía de criticar el fascismo,  luego de dárseme la posibilidad de ser catedrático de la Universidad Tecnológica de Pereira como profesor de Ciencia Social, fui abordado por un viejo profesor comunista que me recalcó de no hacer criticas al Estado colombiano porque era el quien pagaba mi salario, estaba claro que mis clases estaban siendo espiadas, tanto que un extraño grupo paramilitar entró a mi oficina y robó los exámenes de mis estudiantes mientras yo tomaba un café en la cafetería de la institución, lo que me metió en dificultades.  Como no renuncié a mis actitudes críticas,  se me prohibió ser profesor en Ciencias Sociales y la única oportunidad laboral  que me dieron fue como entregador de libros a los estudiantes de la Universidad del Quindío siete días sobre siete, con un salario que no llegaba  al mínimo legal y que tenía que consignar cada mes para pagar mi deuda con el ICETEX (institución colombiana que hace préstamos a estudiantes) que costeó mis pasajes a México en la época en que era estudiante de la FLACSO.



Tanto México como Colombia son países infestados de fascistas, en esa época eran los grupos paramilitares de extrema derecha dirigidos por Carlos Castaño quienes controlaban los intelectuales con sus redes privadas y decidían que debía pasar con ellos, a algunos los asesinaban y a otros les declaraban la muerte civil como a mí, se nos vetó en el trabajo, nos condenaron al desempleo, se nos condenó al celibato y una  relación con las mujeres exclusivamente  al medio de la prostitución, mujeres que insultaban y  escupían los intelectuales antifascistas como medida de castigo, enviadas lógicamente por las redes secretas de los neonazis de las nacientes AUC.



La motivación por auscultar como historiador las verdaderas causas de las dictaduras latinoamericanas, había surgido en México mismo donde aproveché la inmensa biblioteca de la FLACSO para leer los libros más objetivos como “Washington y el Fascismo en América Latina” de Noam Chomsky  y los libros de Harrington Moore sobre las revoluciones, la  dictadura y las democracias en el mundo, entre otros.  Estos autores modelaron el marco teórico de un breve ensayo que presenté en el  XX Congreso Latinoamericano de Sociología en México titulado “Historia del Terrorismo de Estado en Colombia”, que fue una de las causas para ser expulsado de la maestría de la FLACSO.  Allí conocí las ponencias de sociólogos latinoamericanos que escribían sobre el terror de Estado en Argentina, Chile o México entre otros, lo que me motivó a avanzar en el estudio de las causas reales de los orígenes de estos movimientos militaristas que desangraron la sociedad latinoamericana. Yo  tenía la certeza que no  tenían los otros estudiantes de la maestría de que las dictaduras Latinoamericanas  tenían  relación con causas externas y que ellas no  habían nacido solamente de la dinámica interna de cada sociedad, ni estaban separadas unas de otras.
La inquietud que se me vino al tapete en ese entonces fue una sola: ¿las dictaduras latinoamericanas fueron realmente una creación de la cosmogonía fascista europea? Quienes respondieran positivamente en ese entonces eran castigados como ineficientes y mentirosos, faltos de luz y de talla para ser maestros y quienes respondieran negativamente entraban en la ola anticomunista del momento y eran promovidos con las mejores notas y graduados como masters.  La segunda inquietud que me vino a la cabeza fue la discusión en torno a la verdad, ¿es que en las Ciencias Sociales ocultar los hechos y utilizar mentiras es viable? La defensa de la ética en las Ciencias Sociales era para mí lo indispensable; Pinochet, Videla y toda su corte fascista latinoamericana estaban vivos en esa época y a pesar de que habían acabado las dictaduras ellos tenían un poder enorme en sus países, controlaban la burocracia ,eran mimados de los presidentes y un nombramiento en propiedad como profesor en alguna institución estatal pasaba en aquella época por guardar silencio, por no ser un “grillo”,  término con el cual la intelectualidad de entonces  caracterizaba  a los profesores más objetivos que se negaban a hacer de las Ciencias Sociales un universo de mentiras ilustradas y bien justificadas.



Para poder responder científicamente a mi hipótesis continué mis estudios sobre la sociedad colombiana y posteriormente me dediqué a auscultar la historia de la sociedad europea, sin encontrar en Colombia documento alguno que me permitiera hacer un análisis objetivo.  Solo la oportunidad de vivir en Suiza como refugiado político, me ha permitido encontrar en la Biblioteca Central de Ginebra, documentos increíbles que me demuestran que el portador de la verdad si era yo, que los mentirosos eran los doctores que renunciaban a exprimir la objetividad  porque arriesgaban sus cargos y sus privilegios. Libros de vital importancia como “las fosas del franquismo”  de Emilio Silva y Santiago Macías, que explica los métodos de muerte de Franco y fundamentalmente el libro “los niños perdidos del franquismo” de Ricard Vynies y otros, él  presenta documentos escritos por los fundadores de la cosmogonía franquista  que me han permitido auscultar la doctrina que formateó el cerebro de los franquistas criollos. La obra de Jhon Dinges publicada en el 2004, “Los años  Cóndor” es otro libro que refuerza mi argumentación.  Los documentales de la TRS Suiza como “Colonia dignidad”, “la exterminación de los judíos de Europa” y “El alma del verdugo” entre otros, me han permitido construir un documento de reflexión que pongo a disposición de los lectores, para que la claridad entorno a ideologías de la  muerte que han sembrado el terror en la humanidad se imponga ante la oscuridad que genera el hecho de hacer silencio.



Sin lugar a dudas la motivación va más allá, escribir sobre  la presencia del  franquismo en Colombia es algo aún desconocido dentro del mundo de la intelectualidad histórico-sociológica puesto que como en la mayoría de las sociedades latinoamericanas, el fenómeno ha sido poco investigado, los sectores políticos franquistas han sido ampliamente dominantes en la sociedad colombiana y desenmascararlos es realmente difícil,  ellos controlan los más importantes espacios de la academia y es bien difícil que los intelectuales investigadores se comprometan a explorar este tipo de fenómenos puesto que su empleo y privilegios dependen de los sectores políticos que los emplean, del  Estado, y en este sentido ellos se esmeran en mantener cierta armonía con la clase dominante por temor a ser frustrados y segregados.  Fue común en la época de la guerra fría:  la expulsión de académicos de universidades, el asesinato y el desempleo, el celibato y la vigilancia, aún la muerte civil (entre ella la muerte laboral)  y el exilio a los intelectuales oficiales;  muy pocos se arriesgan a enfrentarse a las hordas franquistas que aún son fuertes en Colombia.
 


De adelante hacia atrás, uno encuentra casos como el del profesor de la Universidad Nacional de Colombia,  Miguel Beltrán, un gran crítico del poder estatal,  él fue suspendido por el procurador tiempo después de que hubiese purgado una pena de dos años en la cárcel de la Picota, luego de ser extraditado de México acusado falsamente de ser el jefe internacional de las FARC, este es quizá el ejemplo más patético del amordazamiento al que son sometidos los intelectuales oficiales cuando escriben o exponen críticamente sobre el poder en Colombia.  El linchamiento de profesores del sector oficial que escriben críticamente contra el poder tiene en Hernán Henao y Jaime Pardo Leal, ambos profesores universitarios, sus representantes más célebres, los muertos se encuentran por centenas.  Con la ola de represión que va desde asesinatos, encarcelamientos, amenazas de muerte y despidos entre otros, por parte de grupos paramilitares clandestinos,  es supremamente difícil que desde la academia colombiana oficial  se produzcan investigaciones serias sobre la presencia del franquismo en las élites políticas gobernantes.



Son pocos los estudiosos de las Ciencias Sociales que se han atrevido a desenmascarar la actitud pasiva de la academia en relación al estudio de la influencia fascista en Colombia; la mayoría de los que lo hacen auscultan sobretodo la década del cuarenta y muy pocos la década del cincuenta y todo se queda allí, parece ser que después de la caída de Laureano Gómez, la incidencia del fascismo en la sociedad colombiana es nula, cuando lo cierto es que ella continúa en la sombra hasta nuestros días.  Es cierto que la derrota del fascismo hizo que para el caso de Colombia, sus símbolos, como el saludo romano, no se exprimieran abiertamente o los desfiles o asambleas abiertas con las banderas nazis como fue posible hasta la muerte de Franco en España; todo simbolismo nazi se ha practicado en la sombra, en la clandestinidad como una sociedad secreta, pero la idiosincrasia franquista ha estado allí presente haciendo masacres, cometiendo homicidios,  desapareciendo, torturando, persiguiendo académicos y dándole al Estado ese tinte terrorista que ha ayudado a crear verdaderos monstruos del franquismo herederos de León María Lozano “El Cóndor”, el primer asesino en serie del fascismo en América Latina que inspiró con sus miles de asesinatos los más recientes genocidas entre ellos Pinochet, Pablo Escobar, Carlos Castaño y “la tuta”,  el jefe de “Los caballeros templarios de Michoacán” en México.



Es imposible que desde el sector académico privado se intente hacer un ejercicio de esta naturaleza puesto que las Universidades privadas son un patrimonio del franquismo, no solo por el hecho de que en su mayoría son propiedad del clero católico, crema y nata del franquismo, sino porque el resto pertenecen doctrinariamente a los sectores empresariales que no admiten en sus filas críticos del nacional catolicismo y celan con toda rigurosidad las investigaciones a este respecto.  Es cierto que hay excepciones, por ejemplo, en la década del ochenta  los propietarios de la Universidad Libre de Pereira aplastaron una rebelión de profesores antifascistas que fueron despedidos, su rector Cesar Augusto López Arias, de vocación anti-nazi había sido asesinado no hacía mucho tiempo atrás; otra excepción ha sido el CINEP (Centro de Estudios y Educación Popular) de los jesuitas que ha cumplido una larga historia de más de 40 años haciendo las mejores investigaciones sobre la represión en Colombia, un sin número de ONGs de derechos humanos independientes han soportado la presión macabra del franquismo colombiano y el macartismo de los uribistas que en actos públicos y en el Senado los señalan de ser organizaciones de fachada de las FARC para incitar los sicarios al ajuste de cuentas.  Si las excepciones son pocas, podríamos decir que la imposición de la mordaza a los investigadores sociales ha sido el común de los casos, pero en otros, el otorgamiento de grandes sumas de dinero a condición de que las investigaciones no hagan ninguna referencia a la crítica del poder o a su deslegitimación, lo que ha generado una especie de utilitarismo desbordado que ha hecho que los intelectuales se olviden de colaborar con la verdad cuando se escribe sobre la relación poder-represión en Colombia, por las enormes sumas transferidas a sus cuentas bancarias o a sus ONGs (Alfredo Rangel por ejemplo).



El hecho más palpable de mi reflexión lo encontramos en las publicitadas “Comisiones de Estudios sobre la violencia en Colombia” que reúnen científicos de calidad que estudian las causas de la violencia.  La primera de ellas convocada en 1957 por el general  Gustavo Rojas Pinilla no hace en absoluto ninguna referencia a la formación en la sombra de una mentalidad pro-franquista en las élites colombianas, si leemos el libro “Las fosas del Franquismo” y lo comparamos con “La violencia en Colombia” en sus tres Tomos que es el título final del informe de la comisión,  nos encontramos ante el hecho del innegable parecido, la rotunda fotocopia entre los métodos de violencia de Franco y los de los soldados y policías colombianos y sus grupos paramilitares en la época de los  llamados Pájaros o en la época del genocidio provocado por las AUC.  Masacres, linchamientos, torturas, detenciones arbitrarias, a excepción del robo masivo de niños hijos de los republicanos encarcelados (fenómeno que se copió de los métodos franquistas para perseguir  la oposición  en  Argentina) que en Colombia no tuvo acogida como parte de las estrategias para vencer los opositores. Tampoco hay referencias a la formación de una mentalidad necrófila del franquismo que consideraba al opositor político como alguien que debía ser exterminado por su inferioridad, por su impureza al no ser católico, por su origen plebeyo, por su fealdad e inferioridad intelectual,  por ser de origen humilde y por su imbecilidad al reivindicar la igualdad social, cosmogonía asimilada desde los libros de Vallejo Nagera que fueron verdaderos best-sellers entre las élites conservadoras y grandes propietarios de la época.






El fenómeno se repitió con el informe de la segunda comisión de Estudios sobre la violencia de 1987 “Colombia: violencia y Democracia”.  Ninguna referencia al Franquismo, para este caso mucho menos al pinochetismo que fue el modelo que se instauró en América Latina desde 1975 cuando se puso en marcha el Plan Cóndor  que se expandió por todo el continente hasta finales de la década del noventa y en Colombia hasta el fin del gobierno del presidente Uribe Vélez, uno de sus alumnos más destacados. La influencia del niño mimado de Franco (que logró con éxito derrotar el comunismo de la misma manera que lo hizo su führer en España) en Colombia, es una influencia enorme, diríamos que el Plan Cóndor que acabó con la dirigencia política anti dictatorial de América Latina a sangre y fuego, se aplicó como una fotocopia exacta de su contenido en Colombia.  Desde 1976 observamos en el país un aumento constante de las desapariciones forzadas, las masacres, los asesinatos selectivos, las detenciones arbitrarias y el desplazamiento forzado de opositores políticos, que encuentra durante el esplendor del Plan Cóndor su pico máximo y que coincide con el gobierno del expresidente Turbay Ayala y sus generales fanáticos adiestrados en los métodos de Pinochet y amigos personales del déspota.  La barbarie y la brutalidad de los militares colombianos entre 1978 y 1982 no tuvo parangón en la historia del frente nacional, cualitativa y cuantitativamente la crueldad se disparó en comparación a la expresión de la violencia política de gobiernos precedentes. No es difícil concluir que las causas que motivaron a poner en marcha esa máquina de muerte tienen que ver con una concepción geoestratégica del control del poder que se originó en la policía secreta que administró el plan cóndor y que defendieron eso que genéricamente llamamos Doctrina de la Seguridad Nacional americana, o sea una obediencia plena de una manera de conducir el Estado que emanó del pentágono americano y que se puso en marcha en una operación secreta que creó un modelo de represión, el pinochetismo, expandido a América latina y puesto en marcha por militares entrenados en la “Escuela de las Américas” algo que los sociólogos que redactaron las conclusiones finales no dejaron plasmado, como es cierto también el hecho de que si las clases gobernantes colombianas aceptaron las orientaciones externas eso se debe en esencia a que ya existía una cosmogonía de la discriminación forjada como cultura política de las clases dominantes, cual ver  al subversivo,  como un frustrado, un ser peligroso que era necesario exterminar, un ser imbécil e inferior, hoy un idiota,  al que había como mínimo que  hacer sufrir para cambiar su comportamiento, entendiendo por subversivo no importa cual opositor al sistema, pensamiento copiado del ideario fascista franquista.



Recientemente, en el mes de febrero del 2015, sobre las redes de internet aparecieron los ensayos  de un grupo de investigadores especializados convocados por la Mesa de Negociación de La Habana denominada “Comisión Histórica del conflicto y sus víctimas”.  La calidad de sus ponencias muestra con toda evidencia porqué fueron convocados, sus análisis bien documentados y objetivos propios de intelectuales profesionales de alto nivel  son un completo estudio que desde diversos puntos de vista dan una completa explicación de las causas de la guerra política en Colombia.  El problema que hemos planteado con las dos comisiones anteriores presenta una continuidad remarcable.  Si en las comisiones de 1957 y 1987 la palabra “Franquismo” o “Pinochetismo” no aparece  por ningún lado, en el conjunto de informes de los prestantes historiadores, el término que hace referencia a Pinochet o el nombre “Pinochet” no aparece,  el término “Franquismo” aparece en dos ponencias, así como el de “Guerra civil española”, pero ambos en un periodo histórico concreto, entre 1936 -1955 y sin la suficiente profundidad como para considerarlo de importancia para nuestra historia, haciendo referencia a algo que ya pasó y que no tiene relación con el periodo histórico en el cual nace la confrontación que trata de resolverse en Colombia, 1964-2015. ¿Es que verdaderamente la influencia franquista no existió en Colombia con el advenimiento del Frente Nacional? ¿Es que el modelo Pinochet que se extendió por todo Centro y Suramérica desde 1975 no tocó la sociedad colombiana? ¿Es que realmente no hubo ninguna relación entre las acciones de exterminio de opositores, las desapariciones y las detenciones arbitrarias durante el gobierno de Turbay Ayala con esa estrategia del Plan Cóndor en un país estratégico para los católicos y los americanos en su lucha contra el comunismo? ¿Por qué un general como Rafael Samudio Molina, principal defensor de los grupos paramilitares durante el gobierno de Barco se fue a vivir al lado del dictador?, ¿Porqué los libros de hombres como el general Landazal Reyes quien controló ideológicamente las Fuerzas Armadas de Colombia durante muchos años presentan en su discurso con toda exactitud los mismos contenidos del discurso pinochetista? ¿Es que en el país del “sagrado corazón de Jesús” con una base social más católica y fanática que la chilena, realmente el franquismo,  en su versión latina el pinochetismo, no tuvo ninguna influencia? ¿Es que el proyecto “Plan Birmania” de las Autodefensas Unidas de Colombia que desató un genocidio de dirigentes políticos y comunidades de izquierda no tiene ninguna similitud con el “Plan Cóndor”?  ¿es que “El “Plan Birmania” como proyecto de exterminio no es una simple copia del plan pinochetista diseñado por el grupo Cóndor? ¿Realmente los hermanos Castaño o el jefe paramilitar Mancuso no tuvieron relación en la sombra con allegados del Pinochetismo en una época en que Pinochet aún estaba vivo?, si las AUC murieron con Pinochet y Pinochet murió cuando murieron las AUC, ¿es que realmente todo la “Shoah”  Colombiana no puede ser relacionada con una estrategia idéntica universalizada en América Latina que se prolonga en el tiempo en nuestra sociedad?  ¿Es que un hombre como Uribe Vélez, con mentalidad de extrema derecha, que gobernó a Colombia entre el 2002 y el 2010 y que comenzó como figura política nacional en 1977 como Secretario general del Ministerio de trabajo (Pinochet murió en el 2007) no tuvo nada que ver con la estrategia Pinochetista aun cuando toda su estrategia de la seguridad democrática y del control interno se apoyó en la misma doctrina de la seguridad nacional americana que forjó el pinochetismo? ¿Es que desde que se involucró en 1980 como director de la aeronáutica civil nombrado personalmente por el presidente Turbay, un alumno de primera línea del pinochetismo, no hubo ninguna exigencia política en el sentido de seguir la línea de corte autoritario del presidente? ¿Es que los altos cargos nacionales se dan porque sí sin que un cuadro político no se comprometa a defender y formarse en la línea de su partido que claramente era la línea Pinochet?



El franquismo no puede ser considerado como parte de un pasado así de lejano como lo consideran los ponentes y para 1975 año en que pereció el sicópata Franco, en América Latina se habían consolidado todos los aparatos dictatoriales; de sur a norte los movimientos pro franquistas se habían instalado y el franquismo siguió su continuidad histórica hasta hoy amoldándose a las nuevas condiciones que le exigen a sus adeptos las constituciones,  organizarse en Partidos Políticos.



Son muchas las inquietudes a hacerle a los académicos, pero es claro que hay un temor fuerte de ellos a enfrentarse a esa aristocracia católica que representa y ha representado en Colombia la línea fuerte del franquismo, a sufrir las consecuencias de ser crítico, de ser un Miguel Ángel Beltrán o en el peor de los casos un Hernán Henao;  quizá hay temores a que sean anulados, a perder privilegios, sobre todo aquellos que aspiran a cargos más elevados, el compromiso de no decirlo todo es parte también de los temores a la represión especialmente de las élites que le hacen oposición al proceso de paz y controlan estratégicamente los sectores  en donde los intelectuales laboran; con respecto a la prudencia de los intelectuales internacionales igual, pueden ser declarados no gratos si exageran en decir la verdad, evidentemente allí es mejor callar un poco en relación a ciertos aspectos de la historia colombiana relacionados con las élites del poder que se forjaron en las mentalidades franquistas.


 
No es solamente el problema de la investigación, es esencialmente el de la pedagogía de la historia. Ni licenciados, ni doctores, ni estudiantes de bachillerato o de primaria reciben instrucción alguna entorno al fascismo, dentro de los programas universitarios no existe ninguna referencia a la historia del franquismo y su influencia en la historia colombiana a pesar de que el problema es primordial para comprender la historia del país, no existe ninguna cultura antifascista y ninguna prohibición, como es lógico en sociedades influenciadas por las doctrinas nacional-catolicistas en donde el 80 por ciento de las instituciones educativas son controladas por el Opus Dei, el temor a ser perseguido es latente o el simple rechazo del alumnado a criticar el totalitarismo de extrema derecha por el adoctrinamiento anterior durante la niñez o la juventud en la idiosincrasia católica o por la masificación de literatura neo-franquista que relaciona los críticos del fascismo a “idiotas”.  Sin pedagogía antifranquista, Colombia ha visto crecer grupos neonazis racistas que se mueven libremente en la sociedad, sin ningún control y claramente peligrosos, pues le rinden culto a una maquinaria de muerte que dejó como herencia a la humanidad un ejemplo catastrófico  que hay que impedir que se repita.



Una primera experiencia de vida sobre la forma tan fuerte como se encuentra enraizada en la sociedad colombiana la cosmogonía fascista del franquismo fue la que viví en el Colegio Agustín Nieto Caballero en el año de 1991 cuando dictaba cátedra de Ciencias Sociales,  numerosos estudiantes de Ciencias Sociales de la Universidad Tecnológica de Pereira empezamos desde 1989  a ser asimilados al magisterio como profesores por contrato.  La educación contratada fue un sistema que se impuso en Colombia por la influencia del sistema pinochetista de control de orden público.  Los profesores del sector público habían sido en Colombia, como en toda América Latina, un gremio profundamente mal tratado y castigado por el franquismo, el magisterio colombiano controlado por el Partido Comunista fue uno de los sectores más batalladores en la década del setenta, los sectores franquistas colombianos sometían a los educadores públicos a fuertes retaliaciones cuando salían a protestar por sus derechos entre ellas no pagarles salarios durante seis meses, esa fue una de las estrategias para combatir el comunismo en el magisterio, sin embargo, los educadores continuaban sus luchas aumentando sus grados de radicalidad y la invención del pinochetismo que contaminó a Colombia, fue la de instaurar la educación contratada para filtrar el magisterio, es decir para dejar como profesores, exclusivamente a aquellos que tuvieran buena disciplina, ósea no alentaran a  los docentes al paro y no impusieran contenidos diferentes a los de los currículos, con un peso muy fuerte de la ética fascista católica. 

Un grupo de profesores que teníamos experiencia en las luchas estudiantiles universitarias, creamos el “Comité de Educadores por Contrato” de Risaralda y aglutinamos alrededor nuestro la mayoría de los educadores por contrato del departamento, nos lanzamos a la lucha para que nuestro salario fuera aumentado al mínimo vital, ya que en esa época los educadores por contrato recibían la mitad del salario mínimo por trabajar toda la jornada en los Colegios. La lucha fue exitosa por el carácter radical de los educadores que llegamos  a ocupar  la gobernación de Risaralda para reclamar el pago de nuestros  salarios atrasados y el aumento al salario mínimo.  En 1991 la lucha dio sus frutos, el salario de los educadores fue aumentado al mínimo vital, pero empezó una cacería de brujas contra los que hacíamos parte de la dirección del comité, fuimos expulsados del magisterio.  El odio del franquismo a los que protestan y reclaman se hizo ver; claramente la “teoría de la contaminación por virus” se impuso en la clase dirigente de Risaralda que no aceptaba actos de indisciplina como protestar para reclamar los derechos, no había nada que hacer, el hecho de ser contratados jugó negativamente a nuestro favor, la doctrina Pinochet daba sus frutos,  los resultados del sistema de contratación fueron para los administradores de la educación su mejor instrumento para decretar la muerte laboral a quienes agitaran reivindicaciones  de esa plebe profesoral que por patriotismo debería vivir en Estado de esclavitud.



La solidaridad de un profesor que había sido dirigente del Sindicato de Educadores de Risaralda se hizo notar, él se hizo trasladar en 1992 del Colegio Aquilino Bedoya donde laboraba como profesor de Ciencias Sociales, temeroso porque habían asesinado en las calles de Pereira a un profesor del plantel;  el dirigente del SER era un experto sindicalista que había sido  amenazado de muerte en numerosas ocasiones, él me contactó para que yo fuese su reemplazo y logró que la secretaría de educación de Pereira aceptara mi nombramiento, yo ocupé su plaza en un año especial para la historia de los latinoamericanos, 1992, año en el cual se celebraron el día 12 de Octubre los 500 años del descubrimiento de América.  Fue un año especial para los educadores de Ciencias Sociales y toda mi labor como profesor del Colegio se orientó a trabajar con los estudiantes de grado 7 a 11 entorno a las comunidades indígenas de Colombia y América Latina en general.  En todos los grados inicié un proceso  de formateo cerebral general de los jóvenes alrededor de la solidaridad con las víctimas de la discriminación racial, especialmente afrodescendientes e indígenas que implicaron un grueso número de actividades que iban desde foros, mesas redondas, visitas a conferencias,  conocimiento integral de la forma como en Colombia y América Latina el catolicismo había maltratado  las comunidades raciales diferentes a las españolas.  La competencia del clero para evitar ese formateo humanista que liquidaba la personalidad racista de los estudiantes se hizo ver.  Sacerdotes de la curia se hicieron presentes para combatir el comunismo, para defender la hispanidad, para presentar el catolicismo como una religión bondadosa que fue traída a Latinoamérica para civilizar los salvajes.  El acto que más enfadó la curia y los administradores educativos, fue mi invitación a los estudiantes del Colegio a que el 12 de Octubre a las 4 pm hora en la cual pasaba por el lado del Colegio (ubicado en la avenida central, paso obligatorio hacia el centro de la ciudad) la marcha de las comunidades indígenas  que se movilizaban desde Mistrató y Quinchía, (municipios donde están asentadas las comunidades) hacia la plaza de Bolívar, la plaza central,  para celebrar los 500 años de la llegada de los españoles, salieran y bloquearan  la avenida principal para detener la marcha y hacer que los dirigentes indígenas entraran al colegio para ser objeto de un homenaje de parte de los estudiantes.  Los alumnos en masa taponaron la vía durante 10 minutos y aplaudieron los indígenas e invitaron a varios de sus dirigentes a entrar al plantel donde  tomaron la palabra y se dirigieron a los estudiantes explicándoles la situación de miseria y represión que soportaban los aborígenes quienes fueron ovacionados y ellos mismos apreciaron las bellas comparsas y disfraces hechos por estudiantes concientizados en masa del papel nefasto del franquismo en Colombia con respecto a las comunidades autóctonas.  La respuesta del franquismo no se hizo esperar y otra vez fui expulsado del magisterio y esta vez se me decretó la muerte laboral para siempre en la ciudad de Pereira.


Una tercera experiencia para enfrentar el franquismo,  abierta y sin tapujos, fue la que inicié en el Colegio Manuel Elkin Patarroyo de Dosquebradas, Risaralda, Colombia en el año 2001 con los estudiantes de grado 8 a 11, año en que se me dio la posibilidad de ser profesor contratado en otro municipio diferente a Pereira.  Se trataba de experimentar  con mis alumnos la manera de crear en ellos una cultura antifascista, es decir formatear sus cerebros en el humanismo y la solidaridad con las víctimas de genocidios, buscando sembrar en sus mentalidades un desprecio hacia la represión y el totalitarismo.  Para ello fundé un cine-club antifascista, la manera más didáctica de incitarlos a estudiar los nazis y a repudiar sus acciones orientándolos a extrapolar sus reflexiones al caso colombiano y forjar una cultura de la oposición a la barbarie de las Autodefensas Unidas de Colombia que en ese año representaba el movimiento político de extrema derecha más admirado entre los jóvenes producto del  trabajo a su favor hecho por los medios de comunicación, despliegue publicitario financiado por la familia Castaño los fundadores del grupo terrorista de extrema derecha que se inspiraron en los nazis y que cometieron el más horripilante genocidio que conozca la historia de Colombia.
 

Los estudiantes presenciaban en cada clase una película o un documental que hacía referencia a un hecho represivo de los nazis o analizaban el fenómeno, cada uno recibía una ficha de resumen en donde anotaban todo lo concerniente al  film y al final se abría una discusión colectiva.  La presencia de las AUC se hizo notar de manera minúscula, una estudiante que se acercaba constantemente me hacía entrever su tatuaje con el símbolo nazi hecho días atrás en la parte posterior de su codo para mostrarme  su simpatía por la represión fascista. Los estudiantes pudieron disfrutar de películas como “El escape de sabidor” o “El imperio del sol” entre otras,  que normalmente veían en la televisión colombiana pero que no llegaban a entender, solo mejoraban su actitud antifascista cuando en la discusión colectiva con su profesor llegaban a comprender las causas de la represión nazi.


Finalmente los resultados del  trabajo fueron excelentes en una época en la cual era necesario. Era la época de esplendor de los grupos neonazis en Colombia, una época de masacres y asesinatos políticos por doquier, realmente el inicio del “Plan Birmania” de las AUC, un macabro plan que buscaba masacrar la oposición política y los campesinos simpatizantes o vecinos de la guerrilla para apropiarse de sus tierras.  Mi satisfacción por los resultados luego de un año de trabajo intenso con los jóvenes fue acompañada de mi expulsión soterrada del plantel  al que no pude nunca jamás retornar a pesar de la excelente calificación que me dieron la muy amplia mayoría de los estudiantes al final del año escolar.  Mi nombre ya estaba reseñado como el de un agente de la subversión, porque un día, en el segundo semestre del 2001, en el auditorio de la Plaza del Sol de Dosquebradas me enviaron como representante del colegio a una discusión sobre como formar una personalidad no violenta en los alumnos, la conferencia la dictaba una experta siquiatra de nombre Carmen que trató de convencernos que la ola de violencia que vivía el país era culpa del Mono Jojoy, jefe militar de las FARC, yo no estaba convencido de eso y le recordé que los responsables de las masacres eran los jefes de las AUC, los hermanos Castaño a los que critiqué con dureza; ese fue mi delito, en ese año había que adorar el paramilitarismo y quienes criticaran al grupo de extrema derecha corrían el riesgo de ser asesinados; mi crítica al paramilitarismo fue mi carta de despedida del magisterio en Risaralda, jamás volví a ser contratado, los informantes del  paramilitarismo estaban allí, al frente mío y eran intelectuales.


En el año 2001 explotó en Colombia una huelga nacional indefinida de educadores dirigida por la Federación Nacional de Educadores; el Colegio “Manuel Elkin Patarroyo” era una institución pública con dos jornadas, una en la mañana y otra en la tarde, allí todos los profesores eran por contrato; los profesores del colegio, a pesar de nuestra condición de contratados, íntegramente decidimos ir al paro para ayudar al magisterio nacional, poniendo sobre el tapete reivindicaciones  de grupo, propias de los contratados.  Fue al instante que el colectivo de educadores fue anotado en las listas negras de los sectores políticos franquistas del municipio de Dosquebradas y todos fuimos expulsados del plantel, fue una retaliación de los concejales que mostró ese perfil fascista de la sociedad colombiana que heredamos del pasado: reprimir toda protesta social y considerar a quien reclame sus derechos como un imbécil inferior a apartar de la sociedad, un virus a hacer extinguir.


Claramente el concejal Heriberto Grajales que fue quien me dio el aval para ser profesor y que antes del 2001 había sido un hombre progresista, un demócrata gaitanista de enorme simpatía a tal grado que llegó a ser presidente del concejo de Dosquebradas en ese entonces (el mismo desafió a los paramilitares de las AUC dándome empleo)  fue envenenado en su mente por un hombre que huye de la justicia colombiana por sus vínculos con el paramilitarismo:  Habig Mereg, fanático uribista (su hermano Sammy  Mereg es hoy senador de la República y ha sido parte de las barras bravas del uribismo), antiguo senador de Colombia, político multimillonario y realmente el príncipe de la política en Risaralda-Colombia en ese entonces, quien sospecho, convenció al concejal Grajales de no continuar dándome el aval por mi actividad antinazi en el colegio después de que lo convenciera de acompañar con votos  su candidatura; luego de mi expulsión a  la sombra del plantel,  el concejal  Heriberto me prometió un cargo como profesor de niños con problemas mentales, fue la única propuesta que me hizo, hecho que me hizo sospechar de su enfado por propagar una cultura antinazi, puesto que eran los nazis los que ejecutaban niños con retardos mentales como parte de su cosmogonía eugenésica, yo acepté su propuesta, pero por lógica fue una  burla en forma de sátira de un hombre ilustre deformado por un parapolítico multimillonario e inculto que estaba posiblemente obedeciendo al pie de la letra las orientaciones de la Casa Castaño y su plan Birmania que entre sus objetivos buscaba “anular las mentes de los que piensen” y aislarlos de la comunidad para evitar que el virus del comunismo se propagara por toda la zona metropolitana de Pereira-Dosquebradas y así favorecer el  formateo cerebral de jóvenes en el odio al comunismo que pasaba por defender el fascismo e utilizar la cosmogonía del nacional catolicismo como la única ideología de los planteles educativos, entendiendo por comunismo, todo movimiento mental  y social orientado a volver sensibles los estudiantes contra la represión, las masacres y la desigualdad social, buscando generar una cultura de la insensibilidad frente a la violencia que favorecía claramente los sectores empresariales que impulsaban el movimiento paramilitar y los grupos de limpieza social en esa región del país.

 Ciertamente  fui considerado como una especie de bacteria o de virus perverso que con mi pedagogía antifascista buscaba contaminar jóvenes que deberían ser preparados para servir a la patria y al catolicismo y era necesario evitar el contagio.  La estrategia de insensibilización favorecía claramente los barones de la política quienes aprovechaban el espíritu utilitarista alimentado por el nacional catolicismo que creó una sociedad civil adepta a los políticos empresariales, candidatos de las mafias y la corrupción que no solo violentaron  la zona con más de 20.000 muertos en 10 años provocados por el sicariato, sino que ellos mismos han disfrutado del chanchullo, las tajadas, el serrucho y la mordida, vicios propios del sistema político corrupto que defienden, de la “dictadura civil” que históricamente se construyó en Colombia. Los fachos católicos que dominaban la educación en Pereira  y Dosquebradas, claramente me veían como un pecador y lógicamente su vieja consigna “El salario del pecador es el dolor” se aplicó sobre mi sin tapujos;  la suerte me acompañó pues fui adoptado como refugiado político por el Estado de Ginebra (Suiza) lo que me ha permitido dedicarme a la exploración de la influencia franquista en la historia de Colombia y ello es parte de los enormes placeres que sentimos los que nos ocupamos de la investigación social.

2.     LA COSMOGONIA  FRANQUISTA:  ANTONIO VALLEJO NAGERA

La formación de una cultura criminal en el interior de la religión católica, es algo anclado en el pasado; los “Templarios” fueron un enorme ejército católico especializado en las batallas contra los pueblos musulmanes especialmente en la época de las cruzadas que se forjo de la experiencia en las masacres  de los oponentes al catolicismo, de él hacían parte los soldados que demostraban su más ardiente compromiso con la fe católica, es probable que los actos de crueldad contra los religiosos musulmanes hayan sido parte de los atropellos de los ángeles de Dios, ellos son la inspiración de los “Caballeros Templarios de Michoacán”, un escuadrón de la muerte que ha practicado el asesinato y las masacres de la sociedad civil desarmada en la región de Michoacán en México, lo que denota una fuerte presencia de este tipo de actitudes criminales entre la comunidad católica de extrema derecha, este tipo de grupos tiene sus orígenes ancestrales  en Colombia, como lo demostraremos.

Antes de la masacre franquista durante y después de la guerra civil española en la década del treinta, encontramos un antecedente desastroso: la masacre de San Bartolomé en France en 1572, una operación paramilitar, es decir hecha por civiles católicos que asesinaron alrededor de 30.000 protestantes hugonotes, una de las masacres más crueles que conozca la historia humana; católicos celosos y sectarios desataron la violencia contra opositores protestantes denominados herejes.  La palabra herejía, es un sinónimo de “subversión”, un término  que acuñaron los dictadores latinoamericanos para referirse a sus opositores.  Esta  masacre representó para los católicos franquistas un acto sacramental que recordaba las maneras de defender la idiosincrasia católica; el franquismo fue en esencia una reminiscencia del monarquismo católico, una adoración del pasado y sobretodo de las grandes batallas que los religiosos católicos desataron  contra sus enemigos, especialmente contra los protestantes, considerados como “traidores”  por apartarse de los principios del catolicismo. La masacre de los republicanos  españoles durante la guerra civil española entre 1936 y 1939 fue en esencia una  “Noche de San Bartolomé” con ropaje modernista, se trataba de,  así como en Paris en el siglo XVI, masacrar los herejes del siglo XX; desde el triunfo del franquismo después del golpe militar de Franco, las “Noches de San Bartolomé” se repitieron una y otra vez en América Latina.

Para poder comprender la presencia del franquismo en Colombia hay que someter al microscopio el pasado.  La historia de esta presencia en Toda la América Latina se remonta a la historia de la década del 30 en Europa que fue la que creó la cosmogonía del terrorismo de Estado que llamamos Franquismo.  El foco principal del análisis debe centrarse en un militar psiquiatra español: Antonio Vallejo Nagera, fue él quien  escudado tras su título de psiquiatra creó las justificaciones intelectuales indispensables para legitimar la maquinaria de muerte y represión que creó Franco y que se expandió por toda América Latina durante la época de la guerra fría.  Vallejo Nagera fue ampliamente respetado por los Nazis y toda su creación cosmogónica  sirvió para justificar un expansionismo cultural  (no territorial) de España que le permitió al general Franco fortalecer su régimen y encontrar en los católicos latinoamericanos, primero (1940-1953) y en los americanos (después de 1953)  el apoyo indispensable que le permitió a los españoles sobrevivir a  la crisis después del fin de la guerra civil española  y aún después de la segunda guerra mundial.  Su papel fundamental fue el de contribuir al formateo cerebral de la soldadesca franquista y latinoamericana así como de la feligresía católica española y latinoamericana a través de una importante obra escrita como siquiatra que se transformó en el catecismo de toda la horda fascista de la España de Franco y de los Partidos conservadores de América latina, su filosofía de la segregación, del  genocidio y del  odio a lo imperfecto fue lo que convenció a una comunidad española que pensaba que el imperio español resucitaría como antaño.

 El odio a lo imperfecto tenía relación con el odio a la democracia y el amor por lo perfecto, por la caballería soldadesca que él identificaba como el patriotismo, el odio a la dominación de la plebe y el culto a la aristocracia como la clase social necesaria por su belleza física, su elegancia, su finesa, su espíritu católico, contraria a las hordas plebeyas feas, sucias, mal olientes, indisciplinadas, imperfectas; el odio a la igualdad social que identificaba como una reivindicación de los imbéciles inferiores, incapaces de ocupar una plaza en la sociedad por sus características naturales de inferioridad intelectual, el odio al comunismo y las ideas liberales, contrarias al espíritu cristiano, representante de la pureza del alma.

La expansión de la influencia española se dirigió hacia los Estados Unidos, quien transformó el franquismo en su principal aliado (instrumentalizando su influencia espiritual en América Latina) y a centenares de agentes nazis sobrevivientes en asalariados del Estado americano,  también hacia América latina en Argentina que se transformó en una enorme fuente de nutrición de los españoles, el país lo abasteció en trigo y carne lo que garantizó la supervivencia de la dictadura franquista.
 “Los niños Perdidos del Franquismo” (publicado en 2012) de los profesores Ricard Vinyes, Montse Armengou y Ricard Belis, es un libro clave que en su capítulo 2 hace un análisis riguroso de la cosmogonía de Vallejo Nagera  y en su anexo final presenta los ensayos más importantes escritos por el autor en relación a la justificación de la represión contra los opositores al general Franco y que aparecen como ensayos científicos, puesto que  es evidente que el estudio de Vallejo es el resultado de una  investigación a través de la técnica de la encuesta sobre un objeto de estudio:  las gentes de los campos de concentración española en la época de la guerra civil. 

Lo que se nota en los análisis de Vallejo  es el interés de presentar los resultados de esas encuestas sobre prisioneros políticos para justificar el inicio de un proyecto:  la defensa de la hispanidad entendida como una cultura heredada del pasado que el autor asimilaba al bien, a lo perfecto, tetanizada por el mal, lo inferior y lo imperfecto:  los opositores políticos republicanos, sus víctimas, identificados como parte de la plebe que buscaba destruir la pureza de las aristocracias, su religiosidad y su finura,  para deformar la sociedad española.  La decadencia de la raza española o de la hispanidad debería ser combatida por un Estado fuerte característico de la época de esplendor de España, una sociedad militar, aristocrática y cristiana capaz de reconstruir el imperio español desaparecido.

Las ideas de Vallejo buscaron justificar la represión contra los constructores de la república española, fue una rebelión contra la democracia, la que caracterizó como un sistema político propio de seres inferiores partidarios del mal o “imbéciles” que no podían conducir los destinos de España por su inferioridad intelectual provocada por el hecho de ser críticos del catolicismo, por ser partidarios de elecciones  y por no tener la figura física fina y esbelta propia de los aristócratas. Es toda una manera de pensar al otro con la intensión de anularlo, manera de pensar que fue la esencia de la cosmogonía franquista y que evidentemente se transformó en la manera de racionalizar el mundo  de todo el movimiento dictatorial que dominó España durante 40 años y a América Latina durante buena parte del siglo pasado.
Fue una especie de Shoah a la española, sus víctimas no fueron exactamente los judíos, más bien los republicanos que perdieron la batalla con Franco, quienes  fueron sometidos a vejámenes, sufrimientos y masacres por ser considerados como bacterias  malignas que había que anular, hacer sufrir para purificar su alma y en su versión más extrema, exterminar.  Según Vinyes,  Vallejo si consideró los judíos, por su relación directa con los nazis cuando trabajó con la embajada española en Berlín y después,  como un grupo que contribuía a descomponer la hispanidad por sus vicios plebeyos y anticatólicos por eso estuvo de acuerdo con su eliminación, inclusive en la España franquista, eso contribuyó a la formación de la cultura antisemita en dirigentes colombianos como Laureano Gómez.

Desde el triunfo de Franco en la época de la guerra civil española, comenzó a ponerse en movimiento una especie de “imperialismo franquista” que no consistió en una intervención directa sobre países, sino exactamente en un intervención cultural  cuyo principal aliado fue el clero católico de los países latinoamericanos y los Partidos Conservadores quienes adoptaron el concepto de hispanidad y lo extendieron al concepto de hispano americanidad o hispanoamericanismo que fue el concepto que utilizó el franquismo para extender su dominio sobre lo que ellos llamaron Hispanoamérica, que hacía referencia a una cultura española presente en Latinoamérica que contenía los mismos valores, aristocráticos, religiosos y militares de la España y por tanto eran considerados como el  patio trasero de los españoles, antiguos administradores de estos territorios, que había que conservar en su cultura.

El retorno a las sociedades de caballeros feudales en América Latina, pero esta vez vestidos de charreteras o con corbatas y cabalgando pero en autos de último modelo,  fue uno de los objetivos  de Franco, lo mismo la hegemonía del catolicismo como religión única y la dominación de una aristocracia leal a los valores cristianos con características raciales físicas específicas, como la hermosura, la piel blanca fina y delicada, segundaria para franco pero necesaria,  la elegancia y la diferenciación en el vestir, la higiene y la educación que los hacia ver diferentes de la plebe, mal vestida, antihigiénica, fea y deformada desde el punto de vista físico que debería cumplir un papel  propio de su condición social:  imbéciles hechos para el trabajo físico, diferentes a los aristócratas “inteligentes” hechos para gobernar, administrar y mandar.

Podemos hacer un inventario de víctimas, ósea de personas plausibles de ser castigadas por su imperfección, de ser perseguidas por la moderna inquisición por su carácter imperfecto según Vallejo Nagera, aunque el autor no lo dejó explícito en su obra, solo es parte del desarrollo del pensamiento lógico y de la lectura de la experiencia entorno a como los franquistas han tratado los seres humanos:
1.     Negros e indígenas: siendo ellos diferentes en su fisonomía y no tener los mismos rasgos de la raza blanca española serían parte para la cosmogonía de Vallejo de los sectores de imbéciles de la sociedad, su carácter inferior por el color de su piel los haría segregar, dejarlos aparte, dejarlos morir para purificar la raza o utilizarlos, explotarlos laboralmente para alimentar los puros, la raza blanca española o sus descendientes en América Latina.  El racismo de Vallejo le dio continuidad  a una rotunda discriminación de negros e indígenas en el continente americano que heredamos de la colonia, Laureano Gómez, un fanático dirigente de Colombia, presidente en 1950,  adepto de las ideas de Vallejo Nagera decía en sus discursos sobre los afro-descendientes:

"Otros primitivos pobladores de nuestro territorio fueron los africanos, que los españoles trajeron para dominar con ellos la naturaleza áspera y huraña. El espíritu del negro, rudimentario e informe, como que permanece en perpetua infantilidad. La bruma de una eterna ilusión lo envuelve y el prodigioso don de mentir es la manifestación de esa falsa imagen de las cosas, de la ofuscación que le producen el espectáculo del mundo, del terror de hallarse abandonado y disminuido en el concierto humano" (Wikipedia, biografía de Laureano Gómez).

Esta visión racista de los franquistas provocó un genocidio y una discriminación sobre estas razas que representa una de las tragedias más grandes de los latinoamericanos.  Escuadrones de la muerte y fuerzas oficiales pro-franquistas masacraron y reprimieron la población indígena durante las dictaduras militares en Guatemala, El salvador, en Colombia, en Perú y en Bolivia.  Para el caso Haitiano los afrodescendientes fueron perseguidos esencialmente por ser pobres, no exactamente por ser negros ya que la consideración de Vallejo Nagera de la inferioridad no fue exactamente una concepción racial, sino cultural, además los dictadores haitianos fueron negros. Consideraciones como la flaqueza, que hace relación a la debilidad física o la fealdad son también elementos que explican la violencia del franquismo contra la sociedad civil afro-descendiente pobre, así como las protestas y las rebeliones que protagonizaban  que son parte de los criterios para considerar un ser humano como inferior, masacrable.
2.     Pobres: este es un sector  en riesgo de ser perseguido especialmente los sectores de extrema pobreza que exprimen deficiencias higiénicas y de presentación personal o practican el robo a la mano.  En América Latina el franquismo creó grupos de “limpieza social” especialmente dedicados a exterminar los pobres, inclusive a envenenarlos o descuartizarlos como en Colombia. 
3.     Ateos: los no creyentes son un grupo en alto riesgo, generalmente cuando son ateos ilustrados ellos son víctimas del celibato, la orden perentoria a las mujeres de no aceptarlos como novios o maridos y enviarlos a las prostitutas o declararles la muerte civil, como no emplearlos o no integrarlos socialmente.
4.     Comunistas: son el plato apetecido del franquismo o la presa del tiburón, la victima del cocodrilo, el nacional catolicismo hizo un genocidio de comunistas en América Latina, declarándolos  objetivos militares a exterminar, todo el siglo XX, fue un siglo de matanzas de comunistas, de amenazas, de exilio, son miles de víctimas en todos los países.
5.     Demócratas: los franquistas odian especialmente los demócratas, para Vallejo Nagera las elecciones son sinónimo de igualdad y esta una cultura política de imbéciles e inferiores, por eso como en España, en América Latina la cosmogonía de Vallejo impuso dictaduras, sin embargo, después de la década del sesenta el franquismo creo en Algunos países Como Venezuela, Colombia o México verdaderas “dictaduras civiles”, es decir partidos políticos pro-franquistas que ganaban las elecciones e imponían verdaderos presidentes dictadores que practicaban las masacres, las detenciones arbitrarias y el asesinato selectivo a través de legislaciones represivas y de grupos paramilitares para esconder sus responsabilidades. En Colombia y Venezuela, ello se debió a que las dictaduras franquistas en su estilo puro fracasaron como modelo  debido a la fuerte presencia de los Partidos en los ciudadanos y a la tradición electoral.
6.     “Feos”: se impuso por ejemplo en las sociedades pro-franquistas la presentación de la hoja de vida en la búsqueda de empleo con una foto para apreciar la belleza facial del solicitante, valorando los rasgos físicos bellos, las personas “feas” o mal parecidas eran discriminadas y alejadas de cualquier posibilidad de integración laboral, incluyendo especialmente la discriminación en la vida marital, se impuso el celibato. Los puestos más bajos eran otorgados a ellos.  En los colegios y universidades privadas del catolicismo en Colombia es muy difícil encontrar  un hombre o mujer fea laborando o un ateo.
7.     Enfermos mentales: Un grupo especialmente perseguido por los franquistas, ellos fueron en las épocas de las dictaduras, militares y civiles,  asesinados o llevados a hospitales psiquiátricos en condiciones lamentables especialmente aquellos que deambulaban por las calles.
8.     Igualitaristas: perseguidos igual que los comunistas
9.     Personas exageradamente flacos y exageradamente gordos o con defectos físicos: vistos como débiles cuya función social es la de hacer reír, la burla y la discriminación ha sido parte de los comportamientos normales de “los perfectos”, alejados del mercado laboral y de la vida marital, los franquistas criollos los trataron como a los indígenas o negros.
10.                       Rebeldes y manifestantes: el mismo trato que a los comunistas
11.                       Homosexuales y prostitutas: durante el periodo franquista fue un grupo altamente reprimido por el carácter machista de la religión católica, en países como Colombia se cometió con ellos un genocidio hecho por un escuadrón de la muerte que los asesinaba y tapaba sus cabezas con un panti de mujer.
12.                       Madres solteras o madres de hijos de opositores políticos: Desde 13 y 14 años las mujeres embarazadas no casadas por la Iglesia católica fueron perseguidas, muchas de ellas fueron discriminadas laboralmente, en países como España fueron víctimas del robo de sus hijos para venderlos a familias católicas, uno de los más grandes negocios del clero español que les dejó enormes dividendos.
13.                        Minusválidos: la eugenesia característica del franquismo transforma los minusválidos en un sector desprotegido, sin  ninguna asistencia social y a merced de la solidaridad en teletons, las personas con problemas físicos son segregadas de las posibilidades de una vida digna, la mendicidad es su estado común.



Para el caso colombiano esta cosmogonía de Vallejo Nagera colonizó la mentalidad de los conservadores desde 1936 cuando comenzó la guerra civil española,  fue especialmente propagada a través de la televisión desde la década del setenta.  Se impuso “el minuto de Dios”, exactamente antes del noticiero de las 7 p.m.,  un minuto todos los días del año en el que un sacerdote católico le decía a los colombianos como debían  comportarse con la meta de alimentar los valores de la hispanidad, un programa de la televisión “Sábados felices”, el más popular de Colombia en el que humoristas como “la boba Pía”, “el flaco Agudelo”, “el hombre caimán”(imitando a un negro), ”el mocho Sánchez” o  “el gordo Benjumea”,  ridiculizaban a eso que Vallejo Nagera denominaba “inferiores”, los colombianos alimentaban todos sus prejuicios alrededor de este tipo de programas que han sido sin duda parte del culto a la perfección física que practica el fascismo, una afición sin límites a las corridas de toros, hechas sobre todo para las aristocracias y una copia exacta de las maneras del pueblo católico español de celebrar las fiestas religiosas entre ellas la Semana Santa y la Navidad, con los mismos villancicos navideños, sin una diferenciación clara de la cultura que permita identificar el “ser colombiano”.

La idiosincrasia de Vallejo Nagera hecha para justificar el genocidio de demócratas y comunistas ha tenido imitadores en América Latina.  En 1996 un grupo de hispanistas fanáticos  publicó el “Manual del perfecto idiota latinoamericano”, un ensayo insultante en donde se pretende asimilar al opositor político al franquismo  a un idiota, definido este como un hombre inferior e imbécil tal y como lo consideró Vallejo Nagera. El libro fue escrito por  Mario Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa, intelectuales neoconservadores defensores del neoliberalismo (que llevan en el alma un odio natural contra  todos aquellos  líderes políticos que se solidaricen con los pobres, los oprimidos, reprimidos o explotados, a los que llaman “idiotas”)  y quienes acusaron a los críticos de las políticas de privatización y libre cambio del consenso de Washington de la década del noventa  de “idiotas”;  estas políticas de privatización generaron una verdadera tragedia social en países como Argentina en donde el llamado “corralito financiero” secuestró las cuentas bancarias de los ahorradores y provocó una hambruna sin precedentes en la población; en Venezuela, Ecuador y en la mayoría de  los países latinoamericanos los gobiernos que implementaron el proyecto neoliberal fueron reemplazados por eso que los intelectuales de extrema derecha  llamaban “idiotas”,  gobiernos que resultaron eficaces y que han gozado de cierta estabilidad, ellos son hoy ganadores de elecciones en serie. 

Si la crítica al neoliberalismo fue interpretada como una idea retrógrada, como una idiosincrasia de idiotas, luego del triunfo de las izquierdas desde 1998 y durante la  primera  década del 2000 los intelectuales permanecieron callados, la realidad les tapó la boca porque esos que ellos consideraron “idiotas”, fueron elegidos presidentes y senadores y lograron  recuperar la economía de los países, reducir el desempleo y reducir la brecha entre ricos y pobres;  en abril del 2014 los mismos autores publicaron  “Últimas noticias del Nuevo Idiota Iberoamericano”, de Plinio Apuleyo Mendoza, el cubano Carlos Alberto Montaner y el peruano Álvaro Vargas Llosa, una insultante crítica contra los  líderes de izquierda que denominan “iluminados idiotas”, ellos  lograron el poder nuevamente en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Argentina y conquistan ahora la sociedad civil en España. La crítica insultante se refiere al hecho de que los gobernantes de estos países han optado por alinearse del lado de los sectores marginados y son opositores a las políticas americanas. Los autores hacen referencia al dirigente de izquierda como el  idiota latinoamericano y señalan como la “Biblia del idiota” el libro “Las venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano y al nuevo poder de izquierda como “El Estado Idiota”. Sus conferencias ampliamente promocionadas por los empresarios latinoamericanos, son un culto a la iniciativa privada, al neoliberalismo, a las privatizaciones y a la insolidaridad con los pobres, ellos mismos llaman populistas a los dirigentes de izquierda que tomaron en sus manos la reconstrucción de las sociedades latinoamericanas luego del pillaje hecho por los dirigentes de derecha que provocaron con su apoyo al consenso de Washington una crisis social sin precedentes que estalló en manifestaciones masivas provocadas por el desempleo y la hambruna  a principios del siglo XXI que dio al traste con los gobiernos derechistas.

La obra intelectual de los periodistas es un acopio de odio y de rencor contra dirigentes que no siendo de las plutocracias se atrevieron a demostrarle al franquismo que desde abajo también se puede manejar el Estado y hacerlo de manera eficaz, dirigentes que reemplazaron unas aristocracias opulentas que así como los dictadores de antaño hicieron involucionar socialmente las sociedades latinoamericanas. Esta nueva modalidad de literatura fascista extiende sus críticas inclusive a la sociedad española en donde la corriente crítica al neoliberalismo ha ganado miles de adeptos y ha acrecentado la presencia de las vertientes políticas antifranquistas. 

El término “idiota”, reemplaza ciertamente  el término “imbécil” propio del discurso de Vallejo Nagera, la diferencia es que el termino de Vallejo  nació de la psiquiatría, de las encuestas en un campo de concentración, encuestas ciertamente amañadas y tendenciosas, mientras el de Apuleyo y su círculo nació del periodismo, de la subjetividad propia de quien redacta hechos diversos de la cotidianidad para entretener al público, sin demostraciones científicas, sin información fidedigna, sin estadísticas y sin ningún trabajo metodológico-científico pero con un enorme despliegue publicitario hecho por opositores a los gobiernos y a los partidos de  izquierda, generalmente esos críticos de las izquierdas son miembros de las plutocracias opulentas.  Los resultados de la represión contra líderes y comunidad de izquierda en Colombia especialmente son catastróficos.  Desde que se publicó el libro, los dirigentes, las comunidades y los intelectuales de izquierda soportaron de parte de grupos paramilitares simpatizantes de los intelectuales anti-izquierdistas una oleada de asesinatos, desapariciones y amenazas provocadas por las AUC y recientemente por Las Aguilas Negras, Los Rastrojos y los Urabeños, tenebrosos grupos paramilitares de extrema derecha  que han sembrado el terror en la comunidad opositora, en los “idiotas”, término insultante que  Carlos Castaño en sus “confesiones” identificó como “los que piensan” (su consigna “hay que exterminar a los que piensan”, fue popular entre los paramilitares y provocó un enorme daño a la intelectualidad colombiana), los intelectuales que según el representarían agentes de la subversión camuflados entre los universitarios y que se transformarían en sus víctimas predilectas, el pensador asesinado más representativo de esta guerra a los “idiotas”  fue el profesor Hernán Henao asesinado en mayo de 1999, importante Sociólogo profesor de la Universidad de Antioquia, recientemente el caso del profesor Miguel Angel Beltrán, encarcelado dos años en la prisión  de la Picota en Bogotá y luego suspendido como profesor universitario por sus  críticas al uribismo,  representa otro de los ejemplos claros de la represión provocada por los discípulos de Vallejo Nagera en Colombia.

El círculo vallejista de intelectuales es un círculo que le rinde culto al concepto franquista de hispanidad o hispanismo. En una conferencia en YouTube titulada “La hispanidad en el siglo XXI”,  el escritor de extrema derecha Carlos Alberto Montaner, se refiere a la importancia del concepto como un concepto moral perfecto que manifiesta un ímpetu   de la sociedad española que construyó lo más esplendoroso de América Latina: las ciudades.  Una enorme mentira, los españoles construyeron pueblos de una manera espontánea, aglutinados alrededor de la iglesia católica ubicada en el centro, mal diseñados urbanísticamente y que se transformaron en ciudades más de un siglo después de que se fueran los invasores ; ciudades que fueron el resultado de procesos de desplazamiento urbano del campo a la ciudad producto de la miseria y la violencia  en el campo y que se transformaron en ciudades de la subnormalidad con algo realmente moderno: un centro modernizado y unas zonas urbanas de los barrios altos elegantemente presentados que representan solo el 10% del espacio urbano total, el resto, el 90 por ciento, la ciudad de los marginados que con lentitud fue transformando su fisonomía por la rebelión urbana contra los hispanistas, esto es, dirigentes de derecha conservadores, dictadores que gobernaron sin políticas urbanas claras, sin una concepción clara del desarrollo urbano, creando las ciudades-cloacas, ciudades donde su rio principal es una cloaca que atraviesa todo el sector urbano dejando tras de sí olores hediondos, antihigiénicas, sin un sistema organizado de recolección de basuras, antiecológicas y verdaderos antros de la pobreza,  prostitución y crimen organizado. Las insurrecciones contra los dictadores católicos fanáticos del hispanismo   fueron una constante en el transcurso de todo el siglo XX, estos dictadores además de crear ciudades del apartheid social, crearon ciudades de la represión, las torturas y las desapariciones, de la miseria  y de la discriminación, las ciudades del franquismo, ciudades católicas con masas educadas en el fanatismo católico que las paraliza en las celebraciones de semana santa y navidad y cuya mayoría de la población soportaba  el hambre y el desempleo como parte de una supuesta purificación del alma a través del sufrimiento del cuerpo, según lo estipula la doctrina católica, prerrequisito indispensable para ganar el reino de los cielos y lograr ver a Dios; el slogan “es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos” le daba a las gentes miserables una esperanza de ser los mejores porque eran pobres, de ser los verdaderos hijos de Dios con la mayor probabilidad de verlo, de ir al paraíso, por no ser ricos,  mientras las plutocracias opulentas administradoras del Estado hacían la fiesta eternal y se intoxicaban de la moda, los vehículos último modelo y las comodidades de la modernidad capitalista, una fantochería que los volvía cari rosados, diferenciación indispensable con los “cara pálidas” de los barrios subnormales .

El expositor exprime una profunda crítica a las corrientes de izquierda contrarias a la teoría de la hispanidad, criticando la solidaridad de ellas hacia la reivindicación de las rebeliones indígenas y negras, concibiendo como idiotas a quienes se solidarizan con las oposiciones a los españoles.  Haciendo un recorrido histórico del desarrollo del concepto de hispanidad, concluye que este es un valor moralmente perfecto necesario para el desarrollo de las sociedades latinoamericanas.  Con respecto al franquismo, el autor no profundiza en torno a la relación franquismo-hispanidad, señala que el franquismo secuestró el concepto y reformó las fiestas patrias, cambió el día de la raza por el día de la hispanidad, pero realmente el autor oculta todo el tormento al que fueron sometidas las sociedades latinoamericanas con la idea de la hispanidad, no cita la obra de Vallejo Nagera, pero si utiliza un sinónimo del término imbécil, para referirse a los opositores de la hispanidad como “idiotas”.  

El circulo de Carlos Alberto Montaner que ha creado una corriente insultante contra  la izquierda latinoamericana, busca en esencia redefinir el concepto de hispanidad y adaptarlo a la actualidad del siglo XXI, haciendo ver a los nuevos hispanistas como los hombres buenos y a los no hispanistas como idiotas sin moral, el nuevo hispanismo pretende aparecer como una corriente que integra los intereses, los valores y los principios contrario al socialismo de los idiotas que solo actuaría según él por intereses. Su crítica al socialismo del siglo XXI se centra en el carácter anti-hispánico de los líderes, así, ve idiota que el presidente Evo Morales reivindique la cultura indígena como una cultura de la vida y la cultura hispánica como una cultura de la muerte.  Las reflexiones de Montaner tienen un trasfondo subjetivo muy profundo, son  reflexiones de corazón y no de razón, lleva en el alma un odio marcado a todo lo que no sea franquista, pinochetista y en su discurso no tiene en cuenta que la construcción de un sentimiento hispánico en América Latina es algo supremamente difícil debido al pasado de represión que soportaron por ejemplo las negritudes, que es un grupo racial  traído violentamente a América Latina y que durante la dominación española sufrió la esclavitud, la represión y la explotación, es difícil pensar que después de tanto maltrato y humillaciones las negritudes puedan identificarse con la hispanidad, lo hicieron en el caribe, obligados por dictadores negros franquistas que crearon grupos armados clandestinos como los tonton macoutes en Haití para someter los descendientes de esclavos;  fue una hispanidad impuesta a sangre y fuego. Con los indígenas sucede lo mismo, en la zona del Cauca colombiano hace pocos años fue incendiada una iglesia católica por la comunidad.  Es difícil pensar que los indígenas se adapten al hispanismo, fueron expropiados de sus tierras, vivieron como parias durante la época de la dominación del hispanismo, fueron esclavos del hispanismo, el hispanismo los masacró, los explotó, los humilló y los expropió, ¿cuándo el hispanismo va a pedir perdón por sus vejámenes contra la sociedad civil indígena y negra?

Solo resta la sociedad civil mestiza y con esta las cosas son peores. Eso que llamamos los “criollos” fueron los colombianos mestizos que se rebelaron contra la dominación española en América y soportaron por ello el sufrimiento más espantoso.  José  Antonio Galán líder de los comuneros  en el siglo XVIII fue descuartizado y sus partes del cuerpo expuestas en diferentes poblaciones a los pobladores como una forma de intimidación, un aviso de lo que le sucedería en adelante a quienes se atrevieran a desafiar la hispanidad.  Antonio Nariño vivió gran parte de su vida en las mazmorras españolas por distribuir en Santa fe de Bogotá un documento anti-hispánico: la declaración universal de los derechos humanos.  El periodo de la reconquista española que buscó retomar el dominio del hispanismo en Colombia desde 1814, dirigido por Pablo Morillo, fue una verdadera carnicería en la que murieron buena parte de los dirigentes colombianos que proclamaron la independencia desde 1810, fueron fusilados por los agentes del hispanismo.  El sufrimiento al que fueron sometidos los habitantes de Cartagena de indias en la costa caribe colombiana entre agosto y diciembre de 1815 luego de ser cercados por Pablo Morillo y sus tropas es la negación de cualquier consideración del hispanismo como algo positivo para la humanidad, menos algo que pueda ser considerado como parte de la cultura colombiana, porque,  si sería cosa de idiotas el felicitar los verdugos por todos esos vejámenes contra Colombia, por someter a la tortura a toda una población durante 4 meses, por provocar una mortandad por física hambre.

Lo que no quiere explicar Montaner, no por ignorancia sino por intereses, es que los latinoamericanos ya vivieron el hispanismo, ya fueron gobernados por el hispanismo,  sus recuerdos, o sea la memoria histórica, son nefastos.  Desde que tomó Franco el poder en España en 1939, el imperialismo cultural empezó su expansión y fue una expansión del hispanismo, de la defensa de los valores católicos y de las costumbres españolas en los latinoamericanos.  La hispanidad cometió su segundo genocidio durante el siglo XX, había cometido el primero sobre negros e indígenas durante la conquista y colonización de América en el siglo XV, ahora lo hicieron con los mestizos. Este segundo genocidio fue un trabajo completo de la hispanidad.  El laboratorio de experimentación fue Colombia en 1948, cuando los dirigentes conservadores fanáticos del franquismo y del hispanismo  asesinaron un “hereje” no católico que iba ganar las elecciones e imponer el republicanismo y el Estado de bienestar:  Jorge Eliecer Gaitán, un mestizo;  los hispanistas masacraron los “herejes” liberales gaitanistas, fue una “Noche de San Bartolomé en Colombia”, surgieron hispanistas fanáticos que solo se preocuparon en su vida por leer la biblia, orar  y asesinar opositores al catolicismo, me refiero a León  María Lozano, “El Cóndor”,  un hombre analfabeta, poco estudiado, pero con una gran puntería para disparar,  el rey de la banda paramilitar católica “Los pájaros” que masacró en Colombia 4000 liberales gaitanistas y fue condecorado  por el gobierno de Laureano Gómez por sus crímenes contra los “herejes”, las bandas paramilitares  de raigambre hispanista  que ejecutaban opositores al catolicismo bajo la consigna de “Viva Cristo Rey”,  como “Los pájaros”, “Los patriotas” y “Los antichusmeros” que operaron entre 1953 y 1957 fueron en esencia bandas de consolidación de los valores religiosos españoles a sangre y fuego y de la misma manera se impuso el general Rojas Pinilla que prohibió el comunismo y lanzó sus tanques de guerra sobre las  áreas de influencia del Partido Comunista, especialmente Villarica,  en nombre de “Cristo rey” haciendo una enorme masacre.  Este hispanismo violento provocó 200.000 víctimas en Colombia en la década del cincuenta y se expandió como un virus hacia todos los países latinoamericanos que comenzaron a vivir golpes de Estado y derrocamientos de presidentes sin abolengo católico, inspirados en el ejemplo fascista colombiano.

Después de Stroessner en Paraguay en 1954,  los centro y suramericanos vieron nacer dictaduras católicas promovidas por la dictadura de Franco, que revivieron la inquisición, uno de los instrumentos del hispanismo que también revivió Franco en España, le dieron el nombre de “inquisición moderna” a un conjunto de campos de concentración donde se practicó la tortura a escala intensa y extensa con métodos sofisticados, maquinas especialmente hechas para hacer sufrir, la gran invención de los oscurantistas hispanistas del cono sur quienes dieron origen a una nueva profesión: “Técnico en torturas”.  Desde Laureano Gómez en Colombia, Luego Stroessner en Paraguay, Pinochet en Chile, Somoza en Nicaragua, François y Jean Claude Duvalier en Haití, Perón y Videla en Argentina, D’Abuinson en El Salvador, Ríos Mont en Guatemala y todas las dictaduras franquistas latinoamericanas, las masacres, las tortura, las desapariciones, las detenciones arbitrarias y la muerte laboral y sentimental hacia los herejes, llamados subversivos, simples opositores a las dictaduras, todo esto se impuso como una manera de limpiar las sociedades latinoamericanas de contradictores de  la iglesia católica y de sus valores, los críticos de la hispanidad y su raza.  El Plan Cóndor, un homenaje al matón pro-católico Colombiano “El Cóndor” puesto en marcha por Pinochet en noviembre de 1975, fue el cenit de la represión en defensa de la hispanidad, 36.000  víctimas, sin contar las 200.000 provocadas por el fanatismo católico de Ríos Mont en Guatemala.  Es difícil de contabilizar las victimas del hispanismo en América Latina, se cuentan por millones;  desplazamientos forzados, asesinatos, masacres y desapariciones provocados por escuadrones de la muerte pro-católicos, llámese  triple A en Argentina, Tonton Macoutes  o Voluntarios de la Seguridad Nacional en Haití, Autodefensas Unidas de Colombia o Caballeros Templarios de Michoacán para solo nombrar unos cuantos grupos de sicópatas sádicos que se divertían  matando y haciendo sufrir a  una sociedad indefensa que se rebeló contra el oscurantismo,  obligada a rezar y a soportar dictadores saqueadores,  defensores de intereses, principios  y valores externos.

No  creo que ese círculo insultante que encabeza Montaner desconozca esta historia, lo que si pienso es que ellos son tan idiotas que no se dan cuenta que ese pasado de represión y miseria dejado por la hispanidad en América latina dejó una memoria histórica que aplasta por sí sola el concepto, porque bien es cierto que nadie comprendería porqué los judíos deberían adorar a Hitler y hacerle estatuas hoy en el siglo XXI, después de haber sido su cruel verdugo, como lo quiere Montaner, Apuleyo Mendoza y su corte de imbéciles idiotas.  El hispanismo es un lenguaje moribundo porque él representó en el pasado una tragedia para los latinoamericanos y las gentes españolas que soportaron la dictadura franquista con un revolver en la nuca. Fabuloso que la historia cambia, es dinámica y dialéctica y que la memoria histórica tritura eso que en el pasado significó tragedia. 


3.     LA TRAGEDIA FRANQUISTA EN AMERICA LATINA

La incursión de las ideas de Vallejo Nagera en el continente latinoamericano, especialmente en el clero, los dirigentes políticos conservadores y mayoritariamente en el generalato de las fuerzas armadas involucionó de manera radical los países.  El formateo del cerebro de los militares, el clero, la aristocracia latina y de los dirigentes políticos buscó con dificultades imponer el estilo franquista en países donde el clero y los partidos conservadores habían perdido batallas con los liberales, los socialistas y los comunistas.  Desde la década del cuarenta, la influencia de la cosmogonía franquista preconizaba el inicio de enfrentamientos violentos debido en esencia a que en América Latina ya habían Partidos políticos anticlericales  institucionalizados, de raigambre liberal y marxista inmersos en la cultura política de los ciudadanos, premio que habían ganado en ingentes batallas; por ende este tipo de visión involucionista y retrógrada es una delas causas importantes de la explosión de la violencia política desde la década de los cuarenta en el continente, la capacidad de convencer las gentes de un tipo de visión de estas se redujo solo al ámbito de la feligresía católica mayoritaria en América Latina.  El discurso franquista fue acogido entre las aristocracias católicas latinoamericanas, esto es entre las clases altas, primero terratenientes  y luego empresariales que veían en  la propuesta marxista y liberal social-utopista, un discurso peligroso por su carácter redistribucioncita, igualitario y democrático que hacía perder las elecciones a las élites ricas desligadas del pueblo.
 
El inicio desde 1945 del periodo de la guerra fría reforzó las ideas de Vallejo Nagera y del franquismo en general.  El odio al comunismo y la necesidad de obtener la victoria contra el bloque soviético transformó el franquismo en un aliado de alta importancia para los Estados Unidos.  La alianza nazis- Franco no fue castigada, el franquismo fue vetado en las Naciones Unidas y el Plan Marshall no cobijó la comunidad española, pero esas medidas duraron solamente 8 años, desde 1953 el matrimonio Franco-americanos fue uno de los más importantes romances políticos  y desde este año el franquismo con toda su experiencia genocida para luchar contra el comunismo se transformó en uno de los grandes baluartes americanos, lo que generó una contradicción clara entre la defensa de la democracia proclamada por los Estados Unidos( en contraposición a la dictadura del proletariado de los soviéticos) y el apoyo a una dictadura fascista que odiaba por principios todo tipo de democracia y que buscaba expandir su estilo dictatorial para no hacer perecer la hispanidad; el “imperialismo hispano” buscó sin ninguna intervención militar directa asegurar la práctica de los valores hispanos en Latinoamérica,  dejando el control territorial a los americanos.  Claramente esa fue la repartición que aceptó Franco en relación a los intereses estadounidenses en el continente, el control territorial y económico para el país del tío Sam y el control ideológico para los españoles quienes se beneficiaron claramente de la ayuda de una potencia que contribuía a restituir su economía, mientras se ocupaba de que sus aliados católicos en Latinoamérica controlaran los países y alimentaran su red de aliados en el mundo, los beneficios económicos eran claros, mayores relaciones comerciales sobre todo.

El odio a la democracia proclamado por el franquismo favoreció ampliamente a los americanos, la dictadura franquista se transformó en un objeto de la política exterior estadounidense  y todo gobierno que tuviese estas características sería bienvenido; el control político de las democracias en América Latina se hizo venir, los americanos le dieron todo su apoyo a los dirigentes pro-franquistas que ascendieran al poder, mientras aniquilaron aquellos movimientos republicanos que proclamaban la defensa de repúblicas laicas democráticas, socialistas o comunistas.  Si el triunfo de Juan Domingo Perón  en la Argentina en la década del cuarenta fue aclamado por el franquismo y los americanos, el riesgo que significaba el triunfo de Jorge Eliecer Gaitán en Colombia, contrario al fascismo, hizo que los americanos y sus aliados franquistas en Colombia lo exterminaran (1948)  a él y todo su movimiento, fue una de las primeras grandes acciones conjuntas entre americanos y españoles que aproximaron a ambos gobiernos e hicieron acrecentar la confianza entre Franco y los anticomunistas americanos;  si bien Perón salvó la dictadura de Franco,  la comprensión a tiempo del carácter de los principios franquistas  inspirados en Vallejo Nagera evitaron una tragedia en la argentina en la época del hegemonismo peronista entre 1943 y 1955, luego de leer los principios de la cosmogonía de la hispanidad y de las consecuencias trágicas en España, el peronismo no se comprometió a transformar su movimiento en un movimiento carnicero genocida,  es por ello que durante su exilio en España luego de ser derrocado en 1955, no estableció ninguna comunicación con Franco quien al parecer lo veía como un izquierdista y a pesar del hecho de que salvó a España del hambre, sus relaciones se establecieron con fascistas de medio rango quienes terminaron convenciendo a Perón de abrazar el anticomunismo; el segundo Perón que regresó de España a la Argentina fue una verdadera bestia, por recomendación de los franquistas creó la triple A, un tenebroso grupo paramilitar de extrema derecha que arreció contra los opositores al hispanismo.

El peronismo hasta 1955 se desarrolló históricamente como una dualidad contradictoria: su carácter fascista, la protección y defensa de centenares de criminales nazis que huían de la guerra perdida, su instalación fue organizada y asesorada por Perón y en el polo contrario,  su carácter populista que beneficiaba los sectores pobres y los obreros, era claramente una visión contraria a los principios segregadores de Vallejo Nagera. Esa dualidad dividió el peronismo en derechistas e izquierdistas, en la década del setenta llegaron a enfrentarse físicamente dentro del Partido Justicialista, Los Montoneros contra  la Triple A, la temible Alianza Anticomunista Argentina que asesinó centenares de opositores políticos en el año en que Perón fue presidente de octubre de 1973 hasta aquel primero de julio de 1974 fecha en que fallece  y durante el resto de la década del setenta; según testimonios, la temible triple A fue obra del franquismo español: “…Perón recordaba sus charlas en Madrid con el coronel franquista Enrique Herrera Marín, quien le acercó un proyecto de represión basado en la experiencia de la Guerra Civil Española. "Eso era, ni más ni menos, que el diseño de lo que muy pocos meses después conoceríamos como la Triple A", explica Marcelo Larraquy en su libro sobre López Rega”. (El documento que vincula a Perón con la Triple A ) http://www.perfil.com/politica/El-documento-que-vincula-a-Peron-con-la-Triple-A-20070114-0021.html Desde su retorno a la argentina en noviembre de 1972, luego de un largo exilio, Perón denota ya una clara tendencia a defender el franquismo, su exilio en España abortó de su cerebro toda solidaridad con los débiles y su decisión férrea de exterminar los comunistas, entendidos como los opositores al franquismo; fue el primer Presidente latinoamericano a reunirse con Pinochet, en su propio país en mayo de 1974 llegó a acuerdos con él y lo recibió con honores, aun conociendo  la barbarie que cometió con Allende.  Luego de su muerte la Triple A se transformó en uno de los principales grupos de apoyo del grupo Cóndor, su papel en la desaparición, masacre y tortura de opositores fue  esencial para el triunfo del franquismo latinoamericano (Pinochetismo).  La facción de izquierda, mayoritaria en el Partido justicialista ha gobernado la Argentina durante los dos últimos periodos presidenciales y son ellos los que han contribuido al encarcelamiento de los responsables de los crímenes durante los gobiernos militares, al lado de las instituciones de derechos humanos.

Realmente, hasta el golpe militar de 1970 en Chile la alianza de Franco y los americanos  había sido experimentada en varios países de América Latina, sobre todo aquellos en los cuales los movimientos anti-americanos y liberales habían ganado las elecciones; después de Colombia, el escenario de experimentación de la cosmogonía franquista correspondió a Guatemala en 1950, allí el presidente Jacobo Arbenz ascendió legalmente al poder e inició un proyecto de reformas sociales y económicas, al mejor estilo de los reformistas liberales de mediados de siglo XIX que se enfrentaron al clericalismo legado por la época de la colonización, pero esta vez contextualizado en las luchas antimperialistas contra la United Fruit Company propietaria de la mayoría de las tierras cultivables del país; en buena parte de los países centroamericanos y en Colombia, la lucha contra esta empresa americana, la mayor latifundista del continente había hecho estragos entre los obreros bananeros:  masacres y represión policial sobre los sindicatos fue común en todos los países. 

En América latina el ideario de Vallejo Nagera se acopló perfectamente a la necesidad de las aristocracias americanas propietarias de terrenos de defender sus intereses en la zona y toda la influencia del franquismo se orientó a defender las transnacionales bananeras, sobre todo a evitar que la feligresía católica nativa se inmiscuyera en movimientos de oposición contra los americanos, lo que obstruía seriamente el trabajo de los sectores políticos críticos del neocolonialismo, nacionalistas revolucionarios o comunistas que buscaban hacer reformas agrarias. 

En términos generales, el conflicto entre Arbenz y los americanos se inició por la Reforma agraria implementada por el gobierno que  expropió más del 50% de las tierras a la compañía, iniciando un programa de independización de la nación, dependiente en su totalidad de la transnacional que controlaba los transportes, la electricidad y los puertos; la CIA intervino con una operación militar secreta que derrocó el gobierno de Arbenz a través de un golpe militar en 1954 que descompuso todo el proyecto nacionalista. La influencia de la experiencia colombiana es indudable, el modelo  franquista de Laureano Gómez-Rojas Pinilla fue la fuente de inspiración a la CIA para acabar con sus opositores, fue como experimentar una vacuna contra un virus y al dar resultado, al ser eficaz, la vacuna se aplicó al resto de países de la América latina, la “enfermedad del Comunismo” tuvo en la represión, la tortura, las matanzas y las desapariciones su remedio más importante, como lo había recetado en 1937 el psiquiatra español Vallejo Nagera; en 1952 impuso la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba, en 1954 el derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala y el mismo año, la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay, todas pro-franquistas.  Después de la experiencia Arbenz, vino la Revolución cubana de 1959, una revolución radical que castigó completamente la propiedad privada y las empresas estadounidenses en la isla y acabó con la dominación pro-franquista del general Fulgencio Batista. 

Luego, una tercera experiencia triunfante,  la  de Juan Velasco Alvarado en el Perú, un militar nacionalista que el 3 de octubre de 1968 tomó el poder por la fuerza e instauró un gobierno contrario a la filosofía franquista, expropió los yacimientos petrolíferos controlados por la IPC americana, desarrolló una reforma agraria y favoreció ampliamente los obreros y los sindicatos. El general fue derrocado por el general franquista Francisco Morales Bermúdez el 29 de agosto  de 1975. 

El modelo franquista se acopló plenamente a los intereses americanos puesto que el riesgo que significaban las elecciones para sus empresarios en los países de Centro y Suramérica era enorme.  El control de los sectores económicos estratégicos por parte de las compañías transnacionales debería ser asegurado y la política de defensa de la seguridad nacional americana no cobijó solamente su territorio fronterizo, sino  las zonas estratégicas del mundo y primero, el territorio latinoamericano. 

Las invasiones americanas para asegurar el control territorial con dictadores o presidentes aliados fueron constantes en América Latina y en el mundo. La CIA y el FBI fueron esos instrumentos indispensables que le aseguraron a los estadounidenses disputarse el control del mundo con sus contrincantes con una doctrina clara y contundente, La Doctrina de la seguridad Nacional, infestada de valores franquistas y operada en la sombra por antiguos jefes nazis reclutados para asegurar el control del planeta para monopolizar los sectores económicos estratégicos del mundo y asegurar el trabajo del empresariado americano. 




La inteligencia de Estados Unidos usó a mil nazis como espías en la Guerra Fría

En el apogeo de la Guerra Fría en la década de los cincuenta, las fuerzas del orden y agencias estadounidenses como el FBI y la CIA reclutaron al menos a un millar de nazis de todos los rangos
27 de octubre de 2014 22:09:19
WASHINGTON.—En las décadas posteriores a la Segunda Gue­­­rra Mundial, la CIA y otras agencias de Estados Unidos emplearon al me­­­nos mil nazis como espías e in­for­man­tes, pero hasta la década de los no­venta intentarían ocultar es­tos la­zos.
En el apogeo de la Guerra Fría en la década de los cincuenta, las fuerzas del orden y agencias estadounidenses como el FBI y la CIA reclutaron al menos a un millar de nazis de todos los rangos —incluyendo los más altos— como “recursos” antisoviético secreto, informó The New York Times en referencia  a los registros de crímenes de guerra recientemente desclasificados.
Los líderes de la inteligencia de Estados Unidos creían que el valor que aportaba la inteligencia nazi contra los soviéticos prevalecía so­bre lo que un oficial llamó “fallos morales” por su servicio al Tercer Reich.
Además, los registros revelan que un exoficial de las SS fue contratado por la inteligencia estadounidense incluso después de haber sido condenado por “crímenes de guerra menores”, señaló el medio.
Otro hecho curioso conocido a raíz del conocimiento de estos re­gistros, es que en 1994 la CIA presionó a los fiscales para que pusieran fin a una investigación sobre un exespía de las afueras de Boston implicado en la masacre que los nazis llevaron a cabo contra decenas de miles de judíos en Lituania.
Las pruebas de los vínculos del gobierno de Estados Unidos con los espías nazis comenzaron a conocerse en la década de los setenta, relata el periódico estadounidense.
Sin embargo, miles de archivos desclasificados y entrevistas con los funcionarios del ejecutivo actual y otros gobiernos anteriores demuestran que el reclutamiento de los na­zis estuvo mucho más extendi­do de lo que se creía previamente, y que los oficiales trataron de ocultar esos lazos al menos durante medio siglo después de la Segunda Guerra Mundial.


La vigilancia celosa sobre el territorio latinoamericano llevó a la CIA a apoyar la imposición de dictaduras franquistas en todo el continente, y en otros casos, a “dictaduras civiles” con una filosofía contraria a la de los dictadores de izquierda o a los gobiernos de izquierda elegidos democráticamente inspirada en todo el ideario de Vallejo Nagera que estipulaba en primer lugar una actitud represiva y demencial contra los movimientos democráticos e igualitarios, una imposición de los valores católicos y una desprotección total de los débiles considerados como imbéciles que deberían perecer, así como una protección celosa de las aristocracias burguesas y de sus intereses.
 
En 1941, los americanos iniciaron la Escuela de las Américas, el centro de formación de los generales de Latinoamérica, una escuela que se especializaría después de la segunda guerra mundial  en la producción de cuadros militares especializados en el derrocamiento de presidentes contrarios a las políticas americanas, en el adiestramiento de técnicos en tortura y contrainsurgencia. En 1947  crearon el Tratado Interamericano de Asistencia  recíproca hecho para legitimar sus políticas intervencionistas, su primera acción de envergadura fue el asesinato en Colombia del líder liberal Jorge Eliecer Gaitán, luego en 1952 la imposición en Cuba del dictador Fulgencio Batista, de raigambre Franquista, en 1953 el general Rojas Pinilla da un golpe de Estado en Colombia e impone un gobierno basado en los principios de Franco, si bien Rojas apareció como un pacifista y un modernizador por la construcción de obras importantes y en política el otorgamiento del derecho al voto de la mujer, lo cierto es que su política de trato a la oposición pasó por masacres , como la del 5 de febrero de 1956 en la plaza de toros de la Santamaría en Bogotá, más de mil muertos en una tarde y  de estudiantes de la Universidad Nacional que protestaban contra su dictadura el 8 y 9 de junio de 1954.

Aunque ni Arbenz, ni Velasco fueron asesinados,  un sabotaje al estilo criminal como el que se cometió contra Gaitán  se repitió en la década del setenta, en 1970, luego del triunfo de Salvador Allende en Chile, los americanos financiaron un golpe militar fracasado que repitieron en 1973, esta vez con un triunfo sádico que terminó en la muerte del presidente y el ascenso al poder de Augusto Pinochet, quien repitió la misma estrategia colombiana, la masacre de los partidarios de Allende. Los círculos que exterminaron estos líderes eran esencialmente círculos anticomunistas pro católicos, más bien fanáticos católicos contagiados del ideario de Vallejo Nagera que se aliaron con los Estados Unidos, el principal enemigo del comunismo universal , los americanos buscaban a toda costa mantener su espacio geo-estratégico mundial para expandir sus intereses financieros, presentes en toda américa Latina, los franquistas se interesaron en mantener su influencia cultural, la hispano-americanidad, como prerrequisito a la continuidad de los valores cristianos.

4.     EL PLAN CONDOR: LA NOCHE DE SAN BARTOLOMÉ LATINA

Las ideas de Vallejo entorno a la caracterización negativa de la democracia y de los opositores colonizaron los cerebros de los jefes militares en la época de la guerra fía y se nota una clara adaptación de la cosmogonía vallejista a las circunstancias del enfrentamiento universal de los Estados Unidos con el bloque soviético.  El renacer del odio hacia la democracia  como un régimen inferior, de la plebe, que contaminaba la hispanidad y  sus valores en contraposición al amor debido a la aristocracia como forma pura y divina de gobierno tuvo en el golpe militar chileno contra Salvador Allende en 1973, su momento más apoteósico.  La revolución cubana en 1959 había sido ese primer momento en el que los franquistas españoles y sus aliados americanos vieron derrumbar su sueño de derrotar los movimientos sociales anticapitalistas,  sin embargo, Cuba era una pequeña isla situada al lado de los americanos, controlable y sin importancia estratégica.  El verdadero “susto” para el franquismo fue sin lugar a dudas el triunfo electoral de Salvador Allende en 1970 en Chile, en pleno cono sur, un hombre socialista que con sus medidas reformistas castigó duramente la aristocracia chilena y los intereses americanos; la idea de la democracia se transformó en una idea satanizada por las extremas derechas latinoamericanas, un riesgo enorme de perder la batalla contra el comunismo y de la instauración inminente del ateísmo que destruiría el gran baluarte de la hispanidad, su crema y nata o su razón de ser:  los valores cristianos en los que se fundaba la inquisición como forma pura de gobierno.

Los métodos franquistas no se hicieron esperar, un primer golpe de Estado fallido en 1970, fracasado y un segundo en 1973 que culminó en la muerte del presidente chileno y la instauración en Chile de Augusto Pinochet, el jefe máximo de las barras bravas del franquismo y de los postulados de Vallejo Nagera en América Latina.  Este dictador se transformó rápidamente en el vocero principal del anticomunismo y rápidamente inició un proceso de unificación de todas las dictaduras del cono sur a través de los servicios secretos de inteligencia creando una inmensa red pro-franquista  compuesta por Chile, Argentina, con un gobierno no castrense, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil. La alegría del general Franco en España después del derrocamiento y la muerte del presidente Allende  transformó a Pinochet en un consentido, en aquel artista ovacionado por el fascismo español de manera apoteósica, en una especie de héroe de la cristiandad y de la hispanidad, el salvador de los valores aristocráticos en América lo que lo hizo sin duda  el líder del franquismo que con rapidez logró agrupar entorno a él las barras bravas del nacional catolicismo en el cono sur, que por la fuerza de la represión y utilizando las armas del Estado se hicieron al control del poder en Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, países que crearon una especie de enorme república del franquismo: los dictadores se alinearon alrededor de Pinochet como jefe y las fronteras militares en el fondo desaparecieron, las fuerzas armadas chilenas controlaban milimétricamente las otras fuerzas armadas y les ordenaban hacer masacres, cometer asesinatos y desapariciones de hombres que ellos consideraban enemigos de la cristiandad y los valores hispánicos.  Por su papel en la masacre de izquierdistas en Chile luego del derrocamiento de Salvador Allende,  el 17 de septiembre de 1975, un mes antes de la muerte de su führer, el general Franco, Pinochet  recibió en Santiago de Chile la Gran Cruz al Mérito Militar de España, que le fue impuesta, en nombre de Franco, por el jefe del Estado Mayor Central del Ejército español, teniente general Emilio Villaescusa.

Se dice que el dictador Chileno viajó solamente una vez a España en su vida, durante el entierro de Franco, difícil saber cuántas veces lo hizo como anónimo, porque por su lucimiento en el arte de obedecer el franquismo, es seguro que su padrino sí quiso conocerlo al instante desde que aniquiló a Salvador Allende y además, es pertinente preguntarse ¿porqué “una gran cruz al mérito militar”?, ¿es que Pinochet era soldado de España?, ¿Participó de alguna batalla? Claro que sí, la gran batalla del franquismo contra los agitadores de la igualdad en Suramérica, por ello fue considerado como un general español. Otro genocida condecorado por el gobierno franquista fue el general Videla, responsable de masacres y desapariciones en Argentina, el diario digital 'Público', en octubre del 2014, hizo públicos documentos hasta ahora secretos: “ En octubre de 1981, la Armada argentina designó al hijo de Juan Carlos I como 'Guardiamarina Honoris Causa'. La distinción fue recibida por el embajador de España en Argentina, Enrique Pérez-Hernández, quien posteriormente se encargaría de trasladarla a La Zarzuela (…) 23 militares argentinos fueron condecorados mediante decretos firmados por el rey Juan Carlos y los ministros de Defensa de turno, incluyendo al vicealmirante de la Armada, Antonio Vañek, jefe de un campo de concentración (…) Los documentos revelan que el general Videla, responsable de miles de desapariciones, fue galardonado en 1978 por el monarca español con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar y el Collar de la Orden de Isabel la Católica (…) Según revelaciones anteriores de 'Público', mediante arreglos comerciales y de otro tipo, el Gobierno del primer ministro Adolfo Suárez, con la anuencia del rey Juan Carlos, dio aire financiero a la dictadura argentina” (en:  Revelan que la dictadura de Videla y España intercambiaban medallas y favores políticos). http://actualidad.rt.com/actualidad/view/144272-revelacion-dictadura-videla-espana-medallas

La eclosión de dictaduras bárbaras, generó una rebelión armada de grupos guerrilleros de izquierda que reivindicaban la libertad y el anti-imperialismo a través de atentados a las milicias franquistas y la instrumentalización de esa lucha armada fue el elemento más importante del plan Cóndor, se trató de caracterizar a todos los opositores como “terroristas”, no importa si fueran líderes sin ninguna relación con la lucha armada, para llevar a cabo el plan genocida que liquido alrededor de 36.000 líderes políticos opositores a las dictaduras entre 1976 y 1980.

Mi reflexión, ¿ desde dónde se odia?, desde élites educadas en su visión del destino manifestó para gobernar porque son las mejores, ¿a quienes se odia?, a las plebes inferiores opositoras que agitan la idea de la igualdad social, las aristocracias crean la cosmogonía anticomunista, la religión anticomunista, el lenguaje anticomunista se transforma en un lenguaje que justifica las masacres, las torturas, la persecución a todos los niveles, de verdaderos comunistas y no comunistas, liberales socialistas, demócratas y populistas, todos los que reivindicaran la defensa de los intereses de obreros, campesinos, artesanos e inclusive clases medias, todos los que defendieran la democracia como poder de todos o la crítica a la religiosidad y sus preceptos fueron considerados objetivo militar y fueron  puestos en la mira de la barbarie franquista,  esto se repitió en la mayor parte de países de América latina.
  
El anticomunismo en América Latina nació con el triunfo de la revolución bolchevique y se transformó en una obsesión sádica y paranoica con la puesta en marcha de la “Operación Cóndor”, el desborde total de la violencia en sus máximos grados como se aplicó en la España Franquista y durante la exterminación del gaitanismo en Colombia.  Es cierto que en la Rusia estalinista, la barbarie de Stalin creo un sistema comunista esclavista y abusador, persecutor y masacrador, En la China esclavista el comunismo fue en esencia un esclavismo necrófilo, en Camboya una máquina de muerte, pero es cierto también que para el caso de América Latina las dictaduras de izquierda fueron lo contrario, ellas respetaron la vida de sus opositores, no se conocen casos de desapariciones, torturas, masacres o detenciones arbitrarias en masa, si de detenciones de opositores que violaban las leyes de gobierno, pero no a ese nivel bárbaro y brutal con el cual las dictaduras pro-franquistas trataron sus contradictores.
¿La operación Cóndor en el fondo fue obra del franquismo español?  Es muy difícil demostrarlo, pero es seguro que el contacto entre las embajadas española y Chilena, entre los servicios de inteligencia de Franco y de Pinochet, antes de que pereciera el dictador español  fueron mucho más cercanos que el de los americanos y los servicios de inteligencia del grupo amplio de naciones que dirigió la operación de exterminio, las condecoraciones militares así lo demuestran.  Lo que sí es seguro a demostrar, fue que la aceleración de la creación del grupo de militares que representaban los servicios secretos de Chile, Argentina Uruguay, Paraguay y Bolivia y que dirigieron la masacre de opositores políticos (La Operación Cóndor) lo provocó la muerte del general Franco el 20 de noviembre de 1975, a la cual asistió personalmente Augusto Pinochet  quien hizo contactos con los grupos fascistas de Italia, Alemania y España. 

La muerte de Franco significó una tragedia moral para Pinochet, exactamente el mismo sentimiento de un grupo de mafiosos cuando pierden su jefe o el de un grupo religioso cuando pierde su figura máxima, una pérdida irreparable para el fascismo que despertó un sentimiento violento y demencial: trabajar duro en la práctica para hacer realidad el sueño de su Dios: exterminar los enemigos de la hispanidad, seguir su ejemplo y cumplir con la causa.  El acto que hizo realidad ese deseo fue la convocatoria al instante de los representantes de los dictadores de los cinco países a la capital Chilena para comenzar las actividades de la Operación Cóndor en homenaje al máximo jefe del franquismo enterrado hacía tres días atrás.  A finales de Noviembre de 1975 solo tres días después de retornar de  España, Pinochet reunía los jefes de la policía secreta de los dictadores para hacer exactamente lo mismo que su líder primario hizo en España, masacrar los enemigos de la hispanidad y ayudar a salvar el cristianismo de una supuesta  desaparición. En este sentido vale recalcar que no todo el mundo católico se dedicó a ser fanático del franquismo.  Si bien las altas jerarquías católicas eran franquistas, hubo minorías que en algunos países de América Latina se rebelaron contra la oficialidad católica.  Especialmente desde la década del sesenta surgió la Teología de la liberación que ha contribuido hasta ahora a una lucha importante contra los desmanes de la represión y ha colaborado activamente en la denuncia del magnicidio que vivió el continente, la encontramos en Brasil, redactando el libro “Brasil nunca más” que describe con detalle los crímenes de los militares, en Chile, en Colombia los sacerdotes jesuitas del CINEP han cumplido el mismo trabajo y en Centroamérica donde los católicos de izquierda colaboraron activamente en las luchas armadas contra las dictaduras defendiendo a los pobres.  Es el ala subversiva del catolicismo que no aceptó los dictadores y se enfrentó a ellos, pagando con sangre la traición a los cruzados del siglo XX.

La violencia de la Operación Cóndor  no tuvo límites, ella hizo realidad el ideario de Vallejo Nagera, un adorador de Pinochet que desde España, su sitio de habitad, se transformó en uno de los grandes admiradores de su alumno estrella.  La idea de Vallejo Nagera de revivir la inquisición, se hizo realidad;  la tortura despiadada contra lo que ellos llamaban imbéciles, fue común en España durante la época de Franco y se introdujo en América Latina con un particular sadismo desde la puesta en marcha de la Operación Cóndor en 1976. Hacer sufrir la víctima, al inferior, al plebeyo que irrespetaba la aristocracia queriendo ser gobierno, al demócrata que hacía publicidad a la república y las elecciones , sistema político de seres sucios, feos, débiles, anticristianos y pecadores, esas fueron las intenciones de esa inmensa red de militares sádicos que se sentían los puros, los mejores, los limpios, los fuertes por ser los mejor alimentados, los hijos de Dios llamados a hacer justicia divina en la tierra asesinando los enemigos de la cristiandad, de la hispanidad pura y divina. Una fotocopia milimétrica de lo que hizo su jefe recién fallecido en España: robo de niños de opositores detenidos, tortura sin límites, segregación y satanización del opositor, obligación estricta a la población de ser católica, nombres de santos y vírgenes de escuelas, colegios y universidades, formación militar en escuelas y colegios, oración antes de entrar al aula de clase, en el descanso y a la hora de salir, derecho al trabajo estrictamente a los católicos, apartheid social que superiorizaba las burguesías y las privilegiaba en comparación a otras clases sociales e ilegalización de Partidos políticos.
La experiencia golpista en América Latina antes del golpe de Pinochet fue enorme, una gran parte de países latinoamericanos soportaron las dictaduras.

Desde la segunda guerra mundial fue un fenómeno recurrente.  En una buena parte de los países latinoamericanos fue reconocida la dictadura franquista, hubo otros que no la reconocieron inicialmente pero lo hicieron transcurridos los años y el trabajo de propaganda  de las embajadas españolas en los países del continente, fue intenso.  

Franco, a través de películas y documentos de todo tipo convenció los gobiernos de América Latina de la importancia del franquismo en la lucha contra el comunismo; rápidamente la presencia del franquismo no se hizo esperar, las dictaduras se hicieron presentes en dos modalidades, dictaduras como tal y dictaduras civiles, es decir gobiernos elegidos a través de elecciones pero con medidas del control del orden interno similares a los de una dictadura, como el caso colombiano o venezolano entre otros. Las dictaduras antifranquistas de izquierda  beneficiaron las clases medias y pobres, impusieron reformas agrarias y expropiaron bienes a los americanos (  Fidel Castro en Cuba, Omar Torrijos en Panamá y  Juan Velasco Alvarado en Perú) y las de corte pro-franquista impuestas  por la CIA con el fin de proteger las propiedades de los americanos y contener el crecimiento de los sectores de izquierda y democráticos fueron  llamados por ellos “comunismo”, su lenguaje estaba orientado a defender el catolicismo de lo que los dictadores llamaron “expansión del comunismo”, esto es del ateísmo en términos globales, pero también fueron considerados enemigos de la hispanidad aquellos religiosos humanistas críticos del capitalismo salvaje. Los gobiernos pro franquistas fanáticos de la cosmogonía de Vallejo Nagera se esmeraron en homenajear a su führer como lo describe Matilde Eiroa San Francisco (en: Acción exterior y propaganda. Las visitas de líderes latinoamericanos a Franco) http://www.cialc.unam.mx/web_latino_final/archivo_pdf/Lat54-111.pdf  “ Las condecoraciones fueron: por parte de Haití, en febrero de 1951, concesión de la Gran Cruz, placa oro de la Condecoración Honneur et Mérite; en la misma fecha el gobierno de Colombia le condecoró con la Gran Cruz Extraordinaria de la orden de Boyacá; desde Ecuador se remitió en julio de 1953 la Gran Cruz Extraordinaria de la orden del Mérito del Ecuador, y en enero de 1956 en su más alto grado, el Gran Collar de la orden Nacional “Al Mérito”. Procedente de Chile en junio 1955, Collar de la orden al Mérito Bernardo O’Higgins. Asimismo en agosto de 1956 tuvo lugar la imposición del Gran Collar de la orden de Pedro de Valdivia. Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid (en adelante AMAE), leg. R-6981.21, R- 6953.96, R- 6953.151 y R-6953.108 y 109, respectivamente”.

Desde la puesta en marcha del Plan Cóndor el 26 de noviembre de 1975 en Latino-América existían un buen número de países gobernados por dictaduras pro-franquistas:  Ecuador ( 1972-1979), Bolivia ( 1970-1982), El Salvador (1931-1979), Guatemala (1970–1986), Honduras (1972-1982), Nicaragua (1937-1979), Panamá (1968-1989), Paraguay (1954-1989), Perú (1968-1975, 29 agosto1975-1980), Uruguay (1973-1985), la Operación sirvió para exterminar la oposición a los militares y consolidar los gobiernos totalitarios de extrema derecha.

Luego de la operación Cóndor, los golpes militares de la extrema derecha fueron escasos, Argentina  (1976-1983), Haití (1991-1994), Surinam (1980-1988).

Realmente lo que generó un cambio cualitativo en las dictaduras, lo que diferencia las dictaduras de centro y Suramérica después de la puesta en marcha del plan cóndor es la brutalidad extrema, la violencia sin límites de los dictadores pro franquistas, fenómeno no presentado en esas proporciones en las dictaduras precedentes, donde los grados de crueldad fueron importantes; durante las dictaduras de izquierda en Perú y Cuba o en Granada no se conocieron ni desapariciones, ni torturas, ni masacres, ni encarcelamientos en masa, hubo detenciones de opositores pro-franquistas que conspiraban contra dictadores que no se acoplaban a las ideas de Vallejo Nagera.

 Las dictaduras pro franquistas de antes de Pinochet practicaron la brutalidad, pero no a esos grados de exageración, a excepción de la dictadura civil de Laureano Gómez (1948-1953) y su policía política “los chulavitas” y la dictadura de Rojas Pinilla con sus paramilitares, “Los Pájaros”, “Los Patriotas” o “Los antichusmeros” en Colombia.  Solamente en Colombia entre 1948 y 1953, los conservadores pro-franquistas hicieron una verdadera carnicería con los gaitanistas, que incluían masacres, asesinatos selectivos,  golpizas, torturas y detenciones arbitrarias,  pero realmente no hay datos que permitan comprobar un renacer de la inquisición con sus métodos de interrogatorio  y de torturas así de barbaros y tecnificados como los practicados por los franquistas criollos desde el inicio del Plan Cóndor, que pusieron énfasis no en el sufrimiento del oponente como las dictaduras anteriores, sino en el sufrimiento extremo, lo que los hizo idénticos a la inquisición medieval.  Los métodos de aniquilamiento de opositores que llevó al éxito de su dictadura quizá fueron copiados de la experiencia de la sociedad colombiana en donde así como en España el movimiento anticomunista había triunfado; España y Colombia fueron esos antecedentes que le mostraron a Pinochet y sus secuaces la manera de hacerse al poder  y tener éxito.  Si Franco logró mantenerse 40 años en él, en Colombia, el gobierno conservador de Laureano Gómez solo duró 3 años (aunque Laureano Gómez como tal solo gobernó del 7 de agosto de 1950 al 5 de noviembre de 1951, un ataque al miocardio lo dejó fuera del gobierno y fue reemplazado por Roberto Urdaneta que siguió al pie de la letra su línea política)  y otros 4 de dictadura militar dejando más de 200.000 muertos como herencia, la mayoría gaitanistas.  La dictadura que sucedió al gobierno conservador de Laureano Gómez  no fue inicialmente así de violenta como el gobierno antecesor, se presentó con un ropaje pacifista,  pero los métodos represivos fueron presentes, métodos que se mantuvieron durante todos los gobiernos civiles del frente nacional y que transformaron el gobierno colombiano en una verdadera “dictadura civil”, fue el tránsito de un terror estatal extremo (1948-1957) a un terror estatal.

Desde que se inició la guerra civil española en 1936, las barras bravas del franquismo se activaron.  La guerra coincidió con el gobierno liberal de Alfonso López Pumarejo, quien había derrotado los conservadores y gobernó durante dos periodos claves, 1934-1938 y 1942-1946 (otro presidente liberal, Eduardo Santos, gobernó Colombia entre  1938 y 1942), la época de la guerra civil española y del inicio de la segunda guerra mundial, época de esplendor del fascismo, del nazismo y del franquismo. El hecho de que entre 1932 y 1946 Colombia fue gobernada por liberales, fue importante para contener el avance del fascismo que buscó dominar la sociedad colombiana. Aparecieron en aquella época grupos fascistas  que buscaron derrocar los gobiernos reformistas liberales e imponer a Laureano Gómez como dictador de Colombia. El proyecto político de “La revolución en  marcha” fue el primer intento reformista de transformar la constitución de 1886 y de avanzar hacia la modernización de la sociedad, la sola palabra “Revolución” alertó los sectores franquistas que consideraron al presidente como un enemigo de primera línea, un comunista peligroso; López Pumarejo desafió los franquistas con un conjunto de reformas políticas que transformaron radicalmente el Estado hacia un modelo de Estado de bienestar que incluyó la educación primaria gratuita y obligatoria, una reforma agraria que castigó con dureza el latifundio, una reforma universitaria que fortaleció la universidad nacional, una reforma tributaria que obligó a los grandes empresarios a pagar más impuestos, una reforma laboral que apoyó y fortaleció el sindicalismo y que se solidarizó con la lucha de los trabajadores, no hubo represión hacia los movimientos sociales de protesta, reforma constitucional que le otorgó la ciudadanía a la mujer sin derecho a voto, lo que le posibilitó vincularse al mundo empresarial, la prohibición a los militares de votar, entre otras.  Fue un proyecto reformista en una época candente que llevó al presidente a ser considerado como un agente del bolcheviquismo y a activar las enormes redes franquistas y fascistas que defendían los intereses del clero católico (perjudicado por las reformas)  y de los grandes terratenientes.






LOS NAZIS EN COLOMBIA: ALGUNOS DATOS PARA ENTENDER ESTE FENÓMENO. http://percy-francisco.blogspot.ch/2012/05/los-nazis-en-colombia-algunos-datos.html


EL GOLPE DE PASTO ¿UN COMPLOT NAZI Y PERONISTA?

El último capítulo de "Colombia nazi" está dedicado a analizar las posibles vinculaciones nazis del intento de golpe del 10 de julio de 1944, cuando el presidente López Pumarejo fue detenido por oficiales del Ejército en la ciudad de Pasto. Según los autores, que se basan en documentos enviados por el entonces embajador americano Arthur Bliss Lane al secretario de Estado en Washington y en otras fuentes, la Embajada americana estaba enterada de la conspiración golpista y así se lo comunicó a funcionarios del gobierno. Según Lane, López Pumarejo habría viajado a Pasto a sabiendas de lo que se preparaba, para enfrentar la situación, con la convicción de que saldría fortalecido.

Pero aparte de la versión de Lane sobre la intentona, los autores mencionan otros documentos como la versión enviada por la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos de la Embajada) según la cual el golpe había sido intentado por hombres "inspirados en el nazismo y el peronismo". Según la OSS, "en Pasto, el teniente general Diógenes Gil, líder de la insurrección y supuesto miembro de América Alerta, una organización secreta orientada por el vicepresidente argentino Juan Domingo Perón, detuvo al presidente López". Para la OSS, el golpe representaba "la culminación de un período de 2 años de lucha por el poder por parte de influyentes conservadores y elementos simpatizantes del Eje contra López...".

La OSS iba aún más lejos. Para ella, "el Partido Conservador está dirigido por Laureano Gómez, de quien hace rato se sospecha que recibe ayuda nazi y quien trabaja con el agente de la Falange, Luis Roldán ".

A Lane le inquietaba sobre manera la figura de Gómez. Según sus mensajes a Washington, López le había confiado días después del golpe de Pasto que Laureano había sido el instigador. La Embajada también estaba convencida de que Alvaro Gómez Hurtado había tenido una estrecha participación en el complot, preparando a los líderes revoltosos en Barranquilla y otras ciudades de la Costa.

La convicción de la inspiración nazi de Laureano Gómez llegó hasta las oficinas del FBI, donde J. Edgar Hoover consigno en un documento en marzo de 1941 que la legación alemana en Bogotá había hecho en el diario El Siglo una inversión secreta.

Sobre este punto, el libro no demuestra que efectivamente el golpe de Pasto hubiera sido de inspiración nazi, pero deja en claro gracias a una rica documentación, que la Embajada americana había convencido a las autoridades en Washington de eso y de mucho más.




Tomado de: Colombia nazi, en Semana.com


Lógicamente la época de la segunda guerra mundial y el triunfo franquista en España influyeron la historia de Colombia.  Fue esta la época en la cual se gestó una clase política autoritaria simpatizante de las hordas fascistas de Europa, de genocidas dispuestos a acabar con todo para imponer su cultura de odio a la democracia y a todo lo que indicara solidaridad con los no aristócratas.  En Colombia, esa clase política se creó desde la conspiración, en el transcurso de la década del cuarenta y lo hizo desde el fascismo; su triunfo en Colombia se consolidó a finales de la década del cuarenta utilizando el genocidio de gaitanistas, su desafío a los demócratas fue más allá, impuso una dictadura en 1953.  Esa clase política “dura” e indolente se consolidó en el transcurso de nuestra historia, lo hizo a lo largo del Frente Nacional, con los mismos vicios: la intimidación y el aniquilamiento y con los mismos métodos: escuadrones de la muerte y con los mismos objetivos: controlar el poder para las alturas y segregar los sectores populares  y con los mismos resultados: rebelión e insurrección de las clases subalternas.




LOS NAZIS EN COLOMBIA: ALGUNOS DATOS PARA ENTENDER ESTE FENÓMENO.


Como dato curioso, la Armada de Colombia en 1946 contrato a Geza Denesfay, un ex comandante de columnas panzer (Nazi) como instructor en la escuela naval de cadetes, apenas culminaron las hostilidades.

Hoy, cincuenta años después, parecería el guion deshilvanado de una sátira política. Pero es verdad histórica: entre 1941 y 1945, las conspiraciones con propósitos totalitarios contra los presidentes liberales Eduardo Santos y Alfonso López Pumarejo se dieron casi silvestres. Los grupos de conjurados -que iban desde anónimos ascensoristas de los principales edificios de Bogotá hasta altos mandos del ejército colombiano- actuaban bajo la influencia del falangismo del Generalísimo, del nacional socialismo del Führer, del fascismo del Duce y, por supuesto, del alureanismo de Laureano Gómez.

Todos los intentos de derrocamientos de los gobiernos liberales -excepto el fragoso golpe de Pasto del 10 de julio de 1944- fueron descubiertos a tiempo: unos, por el oportuno «soplo» de algún revoltoso arrepentido; otros gracias a los servicios de inteligencia colombianos y norteamericanos. Pero no por eso la Organización Nacional, la Acción Nacional Militar Católica, la Legión Cóndor y la Legión Colombiana -que así se llamaron las agrupaciones conspiradoras- dejaron de estremecer la ya de por sí agitada vida política nacional. Eran tiempos de guerra y la exigencia de los Estados Unidos con respecto a la América del Sur se condensaba en una consigna inapelable: la defensa a ultranza del hemisferio occidental. En gracia de esta circunstancia, agentes secretos del FBI actuaron libremente en el territorio nacional, y tanto la embajada norteamericana como el Departamento de Estado -que veían a Colombia como un hervidero de actividades nazis, debido a su proximidad con el Canal de Panamá y al interés que debía tener Hitler de controlar tan estratégica zona- intervinieron en los asuntos internos de Colombia sin miramientos ni rubores.

El primer complot contra el presidente Santos empezó a gestarse en mayo de 1941, de acuerdo con cinco cuadernos encontrados a un suboficial del batallón Guardia Presidencial, que formaban un diario detallado de las actividades del movimiento y que fue descubierto por el Departamento de Información del Estado Mayor General de la Fuerzas Militares. Según el ministro de Gobierno, José Joaquín Castro Martínez -quien rindió un informe al senado- en el golpe estaban involucrados no sólo 11 suboficiales del Guardia Presidencial, sino también cerca de 200 miembros del ejército y «numerosos elementos civiles», entre los cuales se contaban los ascensoristas de los edificios más importantes de Bogotá. Supo también el ministro Castro que se había encontrado propaganda nazi en los sitios de reunión y uno de los ascensoristas comprometidos confesó que la fotografía de Laureano Gómez colgaba de las paredes donde se reunían los conjurados; la misma fuente agregó que «el jefe del conservatismo sería el dictador una vez eliminado el gobierno». Sobre este incidente, el embajador norteamericano en Bogotá, Spruille Braden, escribió a Washington: «Hitler está desesperado por incrementar las actividades nazis hasta el punto de provocar golpes de estado con el fin de distraer la atención de los Estados Unidos hacia países suramericanos en lugar de concentrarse en su ayuda a Inglaterra. La situación de Colombia no es estable y creo que empeorará».

La idea de que el ala laureanista del partido conservador -permeada por las doctrinas totalitarias del Eje- amenazaba golpear la democracia colombiana, era objeto de preocupación de los liberales. Ya en diciembre de 1940, José Umaña Bemal, político, poeta y amigo personal de López Pumarejo, le había confiado a Vemon Fluharty, quien, además de ser su vecino, era el tercer secretario de la embajada norteamericana: «Estoy absolutamente convencido de que habrá un intento conservador-nazi de llegar al poder a través de un golpe de Estado o revolución. No puedo darle datos concretos, pero como político que sabe de lo que habla, estamos convencidos de que el partido conservador cuenta con la promesa de una ayuda nazi».

Umaña Bernal no exageraba, y fue al presidente López Pumarejo a quien toco cargar con la cruz de la constante amenaza de derrocamiento. En julio de 1943, si FBI informó a su jefe J. Edgar Hoover en Washington: «El movimiento responsable de la revolución se conoce como Organización Nacional, está integrado por oficiales del ejército y la marina, sacerdotes, abogados, prominentes personalidades y una masa de seguidores de todas las clases sociales. El objeto del movimiento es iniciar una revolución en diferentes ciudades del país con el fin de establecer un régimen totalitario similar al de Franco en España. Mi fuente informa que la señal para comenzar la revuelca la dará una emisora de radio en Bogotá y la consigna ya esta arreglada».

La Voz de Colombia -que según el FBI estaba «estrechamente vinculada con el órgano del partido conservador, El Siglo»- era la emisora encargada de transmitir la consigna, pero no alcanzó a cumplir su misión, pues el complot fue descubierto y arrestados los oficiales involucrados por orden directa del presidente López. Durante las fallidas peripecias, los organismos de inteligencia supieron que el jefe de os conspiradores se llamaba Venancio Ferreira, un doctor barranquillero, «nazi confeso». También se supo que los amigos leí Eje tenían listas 50 ametralladoras pesadas, 11 ametralladoras livianas, 544 mil cartuchos de subametralladoras y 900 mil cartuchos de fusil.

Con todo, no hubo ni tregua ni desánimo. El grupo, reorganizado bajo el nombre Acción Nacional Militar Católica, preparó otro alzamiento para el 3 de Agosto de 1943, es decir, un mes después. Según los planes acordados en Bogotá, os conspiradores debían sintonizar la radio del ejército y una vez escuchada la consigna, la revuelta comenzaría con el asesinato del comandante de la Brigada de Barranquilla. Como los anteriores, el intento fracasó gracias a la declaración de un arrepentido que, además, aseguró que Laureano Gómez era uno de los miembros más radicales de la ANMC. Antes de terminar el año, la conjura revivió, y con nombre nuevo: en adelante se llamaría Legión Colombiana. Sus fundamentos eran la religión católica, el antisemitismo, el nacionalismo, la lucha contra la corrupción política de los partidos y el resurgimiento militar de la Gran Colombia. El propósito: la instalación de un gobierno provisional totalitario.

De los trances de los legionarios por tumbar al gobierno dio cuenta un informe del FBI. El día acordado era el 31 de diciembre a la hora del Te Deum, o en la mañana del primero de enero, bien temprano, cuando todo el mundo aún durmiera. El primer brote estallaría en Barranquilla, con un corte general de la energía; luego, el ejército se tomaría el cuartel de la Policía -de mayoría liberal-- y se dedicaría a convencer a sus miembros de los beneficios del derrocamiento. Los revoltosos tenían órdenes de respetar la vida y las propiedades de los extranjeros, pero no las de los judíos. Sin embargo, cuando las cosas parecían salir, por fin, a pedir de boca, llegó a Barranquilla el sacerdote Jesuita Ángel Ramírez, delegado de la Legión de Bogotá, con la novedad de que había que aplazar el movimiento para el 6 de enero de 1944, ya que algún infidente había avisado al gobierno de sus planes y propósitos.

Tampoco se produjo el 6 de enero, pues la delación parecía ensañarse en los conjurados. Los proyectos, entonces, cambiaron para el 9 de febrero. Ese día, el coronel Luis Agudelo llegó de la capital con noticias frescas. De acuerdo con Agudelo, había otros grupos, además de La Legión, interesados en sumarse a la revolución: el ex ministro de Hacienda, Alfonso Araujo, Carlos Arango Vélez y el general Eduardo Bónitto. También varios jerarcas de la Iglesia católica y la Academia Caro. Los nuevos planes fueron interrumpidos por el viaje del presidente a Estados Unidos, pues corría el rumor insistente de que López se iba para no volver. Pero regresó y, con él en el palacio presidencial, el movimiento recuperó el entusiasmo y revivió la actividad. Ahora, el primer objetivo no sería la empresa de energía ni el cuartel de Policía, sino los teléfonos y la gobernación del Atlántico. De controlar el aeropuerto de Soledad se encargaría el piloto de Avianca, Alfonso Cuéllar, nazi confeso. Una vez prendiera la revuelta en Barranquilla, las legiones del resto del país procederían con sus planes.

De nuevo la adversidad cayó sobre los confabulados, pues el 9 de febrero Laureano Gómez fue enviado a prisión en Bogotá porque, desde El Siglo, había acusado al ministro de Gobierno, Alberto Lleras Camargo, de interferir en la investigación judicial relacionada con el asesinato de Mamatoco. Los legionarios interpretaron el hecho como una provocación oficial para obligarlos a ejecutar sus planes, así que citaron a una manifestación en el Parque de la Independencia, para el 10 de febrero, a las cinco y media de la tarde, en protesta por el encarcelamiento de Laureano, pero justo ese día el político había sido dejado en libertad. No obstante, los legionarios decidieron que allí, en el parque, esperarían la señal de La Voz de Colombia. Nunca contaron con que a su llamado sólo acudiría un puñado de gente que fue fácilmente dispersada por la policía.

El alzamiento se pospuso para los primeros días de marzo, pero también fue cancelado por avisos enviados por «Lucía», el alias de Lucio Pabón Núñez, representante conservador por Norte de Santander. Pero la calma era aparente y los revoltosos, tercos. Apenas habían transcurrido algunos días desde que el presidente López regresara a Bogotá, cuando en Barranquilla ya se recibían instrucciones para que los legionarios activaran su viejo hábito de escuchar La Voz de Colombia todos los días, de 7 a 8 de la mañana y de 8:30 a 10 de la noche. Las consignas eran diferentes y se difundirían tres días consecutivos. Decían así: El primer día: «El 9 de julio se obsequiará a la Virgen de Chiquinquirá, la reina de Colombia, un cetro de oro por todos los colombianos. Contribuya usted a este homenaje». El segundo día, la confirmación de la clave se sabría al escuchar el siguiente aviso: «Editorial Jotadé le hace a usted los mejores trabajos de imprenta, desde una tarjeta hasta un libro. Necesita obreros competentes y honorables. Teléfono 16-25». Y, como llamado definitivo, los legionarios debían esperar una consigna casi celestial: «El rosario salvará a Colombia. Propague usted esa devoción y suscríbase a la revista El Santísimo Rosario apartado aéreo 232, Bogotá».


STRICTLY CONFIDENTIAL


REPUBLIC OF COLOMBIA NUMERICAL COMPARISON OF ARMY
OFFICERS HAVING PRO-U.S. AND PRO-NAZI TENDENCIES






RANK
PRO-NAZI
PRO-U.S.
TOTAL
PERCENT PRO-NAZI






Generals
3
2
5
60%






Colonels
16
4
20
80%






Lieutenant Colonels
23
9
32
71.8%






Majors
63
20
83
75.9%






Captains
158
57
215
73.4%






Lieutenants
42
3
45
93.3%





Lieutenants Under
9
1
10
90%




Esta vez, los revoltosos habían decidido excluir de su nómina a los generales -Eduardo Bónitto y Rafael E. Pizarro-porque creían que ellos aspiraban a la presidencia, pero no actuarían sin antes asegurar la participación de la oficialidad joven y tampoco si no contaban con la asesoría del alemán Max Groegel, especializado en reconocer e identificar judíos. La señal, como siempre, corría por cuenta de La Voz de Colombia. Y, también como siempre, la conspiración fue descubierta y desbaratada y algunos legionarios detenidos en junio de 1944. El nuevo embajador de los Estados Unidos, Arthur Bliss Lane, escribió a sus superiores del Departamento de Estado en Washington: «El presidente López, espontáneamente ayer, se refirió al asunto de los consejos de guerra. Dijo que cerca de 67 casos han sido juzgados; algunos condenados a prisión y otros dados de baja del ejército. También hay cargos contra La Voz de Colombia, la estación de radio acusada de transmitir las señales para comenzar la revolución. El presidente dijo que aunque el movimiento estaba ampliamente infiltrado en el ejército, él confiaba en que la situación estaba satisfactoriamente bajo control».

Lejos estaba López Pumarejo de la realidad, pues en lo que le quedaba de gobierno, Laureano Gómez, las conjuras y los conspiradores, no darían, paz a su espíritu. Como lo registra la historia patria, el 10 de julio de 1944, el presidente fue detenido y amarrado en un suceso que los colombianos bautizaron como el golpe de Pasto.

Tomado de: Peripecias de los nazis criollos: Intentos golpistas en Colombia en Los años de la Guerra Mundial Autor: Silvia Galvis


En Colombia, la asimilación del ideario de Vallejo Nagera se nota claramente en la dirigencia del Partido Conservador con su líder  Laureano Gómez quien en pleno centro de Bogotá hacia llamados al exterminio de judíos.  El dirigente leyó con detenimiento el best-seller de la época entre las  élites conservadoras, “Eugenesia de la hispanidad” propagado desde España en 1937, y enloquecido por el triunfó de Franco, pensó seriamente en la necesidad de provocar una guerra civil en Colombia para imitar al dictador español, una guerra civil que le permitiría exterminar la oposición liberal y comunista considerada por él como imbéciles inferiores que al agitar la igualdad, defender los plebeyos y practicar el ateísmo ponía  en riesgo la cultura hispana, sus valores cristianos y a la aristocracia considerada como los mejores por ser descendientes de españoles.  Su intención de imitar el franquismo lo llevó a ejecutar a Jorge Eliecer Gaitán con ayuda de la CIA, lo que provocó la guerra civil esperada en la que con masacres, asesinatos, torturas y detenciones arbitrarias se impuso sobre la oposición que con rapidez se levantó en armas y evitó una derrota total.  Los liberales lograron sobrevivir en la selva como movimiento guerrillero, lo que imposibilitó su fin. Un ataque al corazón el 5 de noviembre de 1951 hizo que abandonara el poder, siendo reemplazado por Roberto Urdaneta quien gobernó hasta el 7 de junio de 1953 cuando debía posesionarse de nuevo Laureano Gómez, ese día el General Rojas Pinilla dio un golpe de Estado de opinión tomando el poder evitando la posesión de Gómez, Rojas no fue rechazado por la opinión pública debido a que Gómez estaba desprestigiado y debido al hecho de que era un militar puro, un hombre que podía imitar con mayor perfección a Franco e hizo un llamado a los dirigentes guerrilleros para que iniciaran un proceso de paz y entregaran sus armas, los más importantes de ellos se entregaron, un buen número de ellos fue asesinado luego de la amnistía. Un gobierno franquista se impuso en Colombia a la mejor manera del que había en España. Colombia fue el primer laboratorio de experimentación de la metodología franquista, el franquismo se impuso porque masacró la sociedad.  Es cierto que Laureano Gómez y Rojas Pinilla no fueron la misma cosa, pero pensaban de la misma manera, tenían la misma espiritualidad, Rojas fue un general de Gómez y de Urdaneta, todos eran parte de la familia fascista pero quien mejor podía imitar a Franco era Rojas, era el militar y por eso ganó las simpatías de los conservadores. 

Gómez se fue al exilio a España porque él creía firmemente que no había que negociar con guerrilleros, la misma idiosincrasia de Uribe Vélez hoy, había que exterminarlos como a los republicanos españoles. En España se conectó con su ídolo Franco y sus generales del cual aprendió las maneras de controlar el poder a través de la muerte de seres humanos, maneras que sus alumnos aplicaron durante el pacto del Frente Nacional. Laureano Gómez en el exilio, se puso de acuerdo con el ala no insurreccional del Partido Liberal quien acepto con él un acuerdo para derrocar a Rojas y en 1957 lograron su derrocamiento con un movimiento huelguístico que impuso el llamado Frente Nacional en donde el pensamiento franquista de Laureano Gómez se impuso, los liberales y conservadores iniciaron una “Dictadura civil” en donde los principios franquistas de control del orden público tuvieron la calidad de normas constitucionales, estado de sitio por ejemplo, toque de queda, allanamientos sin orden judicial, detenciones arbitraras y la imposición en Escuelas y Colegios de contenidos pedagógicos y métodos importados de la España fascista,  del rito católico cotidiano, oración obligatoria, castigos disciplinarios a los alumnos copiados de la pedagogía fascista española como agresiones corporales, golpizas, insultos y maltratos de todo tipo, aceptados por la sociedad civil adoctrinada en el nacional-catolicismo  español y en el ámbito social la celebración de fiestas religiosas al mismo estilo de la comunidad católica fascista española, corridas de toros como parte del ritual de una sociedad necrófila que aceptaba socialmente la limpieza social, el exterminio de débiles, entre ellos pobladores urbanos indigentes, prostitutas y homosexuales, operaciones de exterminio llevadas a cabo por la policía que daban nombres confusos a sus  escuadrones de la muerte como “Mano negra”.

Después de la puesta en marcha del Plan Cóndor se universalizó la violencia al estilo clásico del franquismo, las causas son claras, los americanos habían  meses antes, en abril de 1975, perdido definitivamente  la guerra de Vietnam y el temor a que pasara lo mismo en América Latina era latente. Las Comisiones de la verdad impuestas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en América Latina luego del fin de las dictaduras dieron lugar a los balances y conclusiones  que mostraron la existencia de una verdadera Schoa  (guardando las proporciones) a la latinoamericana.  La cifra de 2000.000 muertos provocados por la violencia conservadora pro-franquista en Colombia  entre 1948-1953 es lo más parecido, la sola operación Cóndor de Pinochet dejó 36.000  víctimas. Sin embargo la represión atribuida a la violencia franquista en todo el continente, es incalculable.  En Centroamérica, en países como Haití, El Salvador, Guatemala, Nicaragua en la época de Somoza y México, las formas y los niveles de represión fueron idénticos a los de Suramérica.  La Operación Cóndor fue una salvaje carnicería que cronológicamente se ubica entre 1975 y 1980 solo para el cono sur, pero es evidente que desde este año y hasta finales de la década del ochenta el método Pinochet se expandió hacia el continente centroamericano, es difícil constatar que fue la gente de Pinochet la que exportó los métodos, pero el hecho de que los asesinatos, masacres, torturas y detenciones arbitrarias presenten las mismas modalidades da a entender una influencia directa. 


Esteban Cuya en “El impacto de las Comisiones de la Verdad en América Latina” http://www.derechos.org/nizkor/doc/articulos/cuya.html presenta un balance en víctimas para diversos países:
Perú 1980-2000: un estimado de 30,000 víctimas, entre ellos más de 4,000 personas detenidas-desaparecidas.
Guatemala 1962-1994: 200,000 muertos y desaparecidos
Argentina, 1976-1983: 30,000 muertos y desaparecidos
El Salvador: 1980-1991, 75,000 muertos y desaparecidos
Chile 1973-1990, más de 3,197 muertos y detenidos desaparecidos.
En Colombia la cosmogonía pinochetista dejó 5 millones de desplazados y más de 200.000 víctimas en las décadas el noventa y primera del siglo XXI.

En Haití ( ver: Víctimas del ex dictador haitiano Duvalier mantendrán demandas tras su muerte http://www.latercera.com/noticia/mundo/2014/10/678-598855-9-victimas-del-ex-dictador-haitiano-duvalier-mantendran-demandas-tras-su-muerte.shtml) por ejemplo, unas 30.000 personas opositoras fueron asesinadas durante las dictaduras de François y Jean-Claude Duvalier, después del  reciente sismo de Haití, Jean-Claude Duvalier regresó al país luego de refugiarse en Francia hasta el 2011 y a principios  de Octubre del 2014 murió de un ataque al corazón, fue enterrado en Haití y las matanzas, torturas y desaparición de personas de su aparato paramilitar,  los Tonton macoutes,   quedaron en la impunidad.  Su padre fue elegido presidente en  1957 y en 1964 se proclamó presidente vitalicio; fue uno de los importantes animadores del franquismo en Centroamérica y aliado incondicional de los americanos hasta su muerte en 1971, con un saldo de más de 10.000 muertos provocados por sus militares. Fue sucedido por su hijo Jean-Claude que puso en marcha en su país  los métodos pinochetistas  con descuartizamientos, torturas, desapariciones y detenciones arbitrarias, finalmente fue derrocado en enero de 1986,  el caso haitiano, es uno de los casos de impunidad total, los Duvalier murieron como su führer Franco, en la impunidad total. La represión contra la sociedad civil afro-descendiente, de la parte de otros hombres de raza negra es normal en la cultura franquista en donde la hispanidad y sus valores cristianos no son considerados como una raza en sí a defender como lo consideró Hitler quien le dio suprema importancia al color de la piel en su visión racista, es por eso que en América Latina encontramos este fenómeno de ataque y exterminio contra los miembros de una misma comunidad racial.

Para el caso de Nicaragua, la metodología franquista durante la dictadura de  Anastasio Somoza estuvo después de 1975 seriamente influida por el Plan Cóndor de Pinochet hasta 1979, año de la derrota del dictador.  Las masacres fueron comunes en todo el país, los linchamientos de opositores y las torturas, lo que desató una ofensiva del Frente Sandinista que dio al traste con la dictadura.

El informe de la comisión de la verdad para Guatemala https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/obrasportales/op_20080612_54.pdf  publicado a comienzos de 1999 en 12 tomos, plantea una cifra aproximada de 200.000 mil víctimas,  1 millón y medio de desplazados, el 93% víctimas del terror de Estado, siendo la comunidad indígena  la más afectada. La comisión señala la política contrainsurgente americana como la causa externa más importante que llevó a la asistencia bélica y financiera al Estado como parte de su estrategia anticomunista. Reforzamientos de aparatos de inteligencia y entrenamiento de oficiales fueron los elementos que provocaron la crisis humanitaria. Los Estados Unidos conocían de las matanzas y las atrocidades y nunca hicieron nada porque veían las comunidades indígenas como aliadas de los guerrilleros. Lo que refuerza nuestra proposición de la influencia de la cosmogonía franquista en el genocidio indígena en Guatemala es la conclusión de la comisión de que en Guatemala se cometió un brutal genocidio de indígenas entre 1978 y 1983 cuyas víctimas implicaron ancianos, niños y mujeres considerados enemigos internos por habitar en zonas donde operaban los guerrilleros, los militares guatemaltecos cometían verdaderas “orgías” de muerte sobre comunidades civiles por el simple hecho de que eran indígenas, allí se practicó un verdadero racismo de Estado, un desprecio del indígena por sus características físicas, por su manera de vestir, por su condición social de pobre, por su lengua no española, ósea, por su ascendencia plebeya y débil se procedió a su aniquilamiento como lo dejó explicito Vallejo Nagera.  La imitación del franquismo español  fue un hecho en Guatemala. Los niños indígenas fueron robados por centenares a sus familias para ser adoptados por católicos y protestantes.


Lunes 21 de junio del 2004 | 22:40Internacionales
Cientos de bebés adoptados a inicios de 1980 en Guatemala fueron robados por el ejército
REUTERS | GUATEMALA
Cientos de niños guatemaltecos adoptados a inicios de la década de 1980 fueron robados de sus padres por el ejército durante la guerra civil que vivió ese país, dijo el lunes una comisión nacional.

"Hemos registrado 1.084 casos de niños desaparecidos y entre 1979 y 1984, 500 de éstos fueron adoptados", dijo a Reuters el coordinador de la comisión, Axel Mejía.

Mejía añadió que la mayoría de los niños fueron secuestrados por el ejército durante ataques a aldeas de indios mayas, como parte de la persecución de sospechosos de simpatizar con la guerrilla izquierdista.

"Llevaron 48 personas en helicóptero, entre ellos mi hijo. Nunca los vimos después", dijo Carmen Sánchez, una india maya de 43 años, cuyo hijo de dos años fue secuestrado cuando el ejército irrumpió en la aldea de Río Negro, en 1982.

Sánchez dijo que no sabe si su hijo había sido adoptado.

Unos meses antes, los padres de Sánchez y sus hermanas formaron parte de las 177 personas masacradas por paramilitares vinculados al ejército.

La Comisión Nacional de Búsqueda de Niños Secuestrados, que busca reunirlos con sus padres, se ha puesto en contacto con familias, incluyendo una en el estado norteamericano de Tennessee y otra en Francia, que adoptaron niños robados sin saberlo.

"Su primer reacción es de no creer y demandan pruebas de ADN", dijo Mejía, agregando que, en muchos casos, los niños adoptados no quieren reunirse con sus padres biológicos.

Mejía dijo que el ejército guatemalteco llevó a los niños a orfanatos y organizaciones religiosas diciendo que se trataba de huérfanos de guerra.

Los padres de los menores secuestrados quieren ahora que el gobierno obligue al ejército y a agencias de adopción que operaron en la década de 1980 a abrir sus registros a la comisión.

"Creo que se adoptaron hasta 70 por ciento de los niños desaparecidos, pero tenemos que ver los archivos", dijo Mejía.

Grupos de derechos humanos calculan que 45,000 personas, incluyendo 5,000 niños, fueron secuestrados o "desaparecidos" durante la guerra civil de 36 años en Guatemala, que terminó en 1996.

Guatemala tiene la tasa de adopción per cápita más alta del mundo y se rehúsa a reformar sus leyes de adopción, que han sido criticadas por las Naciones Unidas.  




El 15 de marzo de 1993 se publicó el informe de la comisión de la verdad para El Salvador, http://datateca.unad.edu.co/contenidos/753003/Comision_de_la_verdad_para_el_Salvador.pdf  la comisión reconoce 75.0000 víctimas durante la guerra civil. Seis mil millones de dólares invirtieron los americanos en ayudas al gobierno y la estrategia generalizada de contrainsurgencia americana con generales preparados en la Escuela de las Américas provocó también en El Salvador un genocidio de comunidades indígenas y campesinas acusadas de ser el enemigo interno del Estado y agentes del comunismo y la subversión.  Matanzas, asesinatos selectivos, torturas y desapariciones provocadas no solo por las Fuerzas Militares, sino por escuadrones de la muerte de corte conservador y franquista organizados por el coronel Roberto D’abuison fundador del Partido ARENA que comenzó su operación Cóndor con el asesinato del Obispo de San Salvador Arnulfo Romero, en 1980 considerado por él mismo como un traidor de la hispanidad y de los valores cristianos por hablar a favor de las comunidades plebeyas indígenas y campesinas cuando denunciaba desde su púlpito los vejámenes y la crueldad de los gobernantes que habían iniciado una operación exterminio, una limpieza social en el Salvador contra opositores al fascismo centroamericano.  La continuidad de la operación Cóndor en El Salvador fue trágica.  La violencia en El Salvador contra religiosos fue una constante que implicó el asesinato de 6 sacerdotes jesuitas en 1989, profesores de la universidad jesuita de El Salvador por orden del coronel René Emilio Ponce que llegó a ser ministro de defensa del país, la causa, sus críticas al gobierno, por ello fueron considerados guerrilleros del FMLN y ejecutados. Entre 1980 y 1989 hubo un verdadero genocidio en este país que produjo la creación del FMLN, enorme grupo guerrillero encargado de combatir la extrema derecha. Religiosas americanas, periodistas Holandeses y miles de campesinos ejecutados por las fuerzas militares, soldados sicópatas entrenados en las ideas del anticomunismo pinochetistas y motivados por los dólares americanos.


En el Salvador nos encontramos, como Guatemala y Argentina, con una presencia fuerte del robo de niños de opositores, una práctica imitativa de la la dictadura franquista española.

REPORTAJE:
Los niños, botín de guerra en El Salvador
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Los niños eran robados después de las operaciones militares. En las zonas bajo control del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Después de la batalla algunos eran subidos a los helicópteros. Nada se supo de estos hechos durante años. La primera noticia surgió en una pequeña aldea, Guarjila, en el departamento de Chalatenango. La Comisión de la Verdad, que por mandato de la ONU investigaba las violaciones de los derechos humanos cometidos en El Salvador en la década de los ochenta, llegó a ese lugar y tres campesinas denunciaron que sus hijos habían sido robados en un operativo militar. Pero eso fue todo, porque cuando en 1993 se hizo público el informe de la Comisión de la Verdad, no se dijo una palabra sobre la existencia de niños secuestrados durante la guerra.Sin embargo, para esas fechas, el jesuita vasco Jon Cortina ya estaba al tanto de que 50 niños habían sido trasladados desde el campo de batalla hasta los cuarteles. Era uno de los métodos usados por el Ejército para obligar a la gente a abandonar las zonas de guerra. Aquellas madres decían la verdad y él tomó una decisión: buscaría a esos niños.
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Jon Cortina piensa que la memoria no se rinde con parcheos. No cree que la paz, en El Salvador, necesite de una cierta capacidad de olvido. "Para empezar", asegura, "en este momento está muriendo más gente que durante la guerra, hay una violencia incontrolada". Él mismo se protege más que entonces, cuando vivía en Chalatenango, en medio de la batalla. Pero el peligro nunca le detuvo. Tampoco cuando comenzó a trabajar, prácticamente solo, en la búsqueda de niños. "Bueno, éramos dos, otra persona y yo; y teníamos una moto".
Empezaron recorriendo las aldeas cuyos habitantes habían retornado de Honduras, adonde habían ido huyendo de la guerra. Descubrieron que eran más de quinientos los niños robados, que nadie sabía adónde habían ido a parar. En abril de 1993, Cortina puso los primeros casos en el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango y en la Fiscalía General de la República. Lo echaron con cajas destempladas. La Administración no quería hacer caso de un problema que era demasiado feo. Ahora, el jesuita intenta que el Parlamento apruebe una comisión nacional de búsqueda, pero en El Salvador ese afán no es compartido por todo el mundo. Muchos prefieren olvidar de una vez por todas los sufrimientos que la guerra supuso. Creen que es peligroso hurgar en heridas cerradas en falso. Y dentro del cruce de horrores, se dice que también la guerrilla cometió abusos con la infancia; por ejemplo, obligando a los adolescentes a empuñar armas.
Para Cortina, en cambio, devolver a los niños es una aportación a la verdad y a la reconciliación. "No se trata de pedir que metan en la cárcel a este o a aquel militar. Pero sí deseo que se pueda saber quiénes lo hicieron. Igual que el presidente Alfredo Cristiani reconoció quiénes dieron la orden de matar a los jesuitas, tenemos que saber quiénes usaron a seres humanos como botín de guerra; los secuestró, les cambio de identidad y los trató como una mera mercancía".
Pero ese reconocimiento llevaría a la cárcel a los responsables. El robo de niños es un crimen de lesa humanidad. Y de acuerdo a la normativa internacional de los derechos humanos, no prescribe. "Nosotros sólo queremos que se reconozcan los errores ante Dios y la sociedad. Nadie puede perdonar si no le piden perdón. Si Dios no nos pide eso, ¿por qué nosotros vamos a ser más generosos que Dios? Y el olvido es imposible. Yo nunca olvidaré a mis hermanos jesuitas muertos. El olvido es como pedirnos que dejemos de ser humanos. En cuanto al perdón, necesitamos saber a quién tenemos que perdonar".
Al principio, la misión que el jesuita había tomado sobre sus espaldas parecía una utopía. Cuando recorría los poblados en busca de información sobre los niños secuestrados nadie creía que su trabajo tuviera éxito. Ni siquiera los padres de esos niños esperaban gran cosa. Habían dado a sus hijos por perdidos, por muertos. Sólo él mantenía la esperanza en ristre. Sin embargo, la situación cambió a finales de 1993, cuando encontró a cinco niños y niñas de los que figuraban en su lista de desaparecidos. Estaban en el orfanato de Santa Tecla, en la capital. En enero de 1994, cuando esos niños fueron devueltos a sus padres, el acontecimiento actuó como un revulsivo. La población comprendió que sus hijos perdidos sí podían ser hallados. Y surgió una reflexión unánime: "Si éstos están vivos, tal vez el mío también lo esté".
Los casos se multiplicaron, las solicitudes de búsqueda comenzaron a proliferar. Seguía sin servir para nada, porque oficialmente nadie se daba por enterado, pero Jon Cortina ya no estaba solo. Su trabajo se multiplicó en poco tiempo, y en 1994 fundó la Asociación pro Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos como Consecuencia del Conflicto Armado de El Salvador. Un día, la asociación recibió una llamada de tres jóvenes. Ellos eran, dijeron, unos de aquellos niños que se andaban buscando. Es decir, en poco tiempo no sólo había quien buscaba a los niños, éstos incluso aparecían voluntariamente, deseosos de recuperar su verdadera identidad. Es entonces cuando Jon Cortina, rebasado por la amplitud que había adquirido su labor, pidió ayuda a varias ONG europeas. Desde entonces, junto a él trabajan otras 19 personas.
En la actualidad, la asociación tiene 540 solicitudes de búsqueda y ha dado con el paradero de 98 niños. De ellos, 46 han aparecido en El Salvador y los otros 52 en varios países europeos, en Estados Unidos, Guatemala y Honduras. Los secuestros se practicaron por todo el país, pero es el departamento de Chalatenango, donde vive Cortina, el lugar con mayor número de casos abiertos. Allí, con una guerrilla fuertemente enraizada, se dieron algunos de los combates más importantes de la guerra. La época con mayor número de secuestros fue la década de los ochenta, aunque hay casos de 1978 y 1979. En 1985 y 1986, el robo de niños disminuyó de manera radical.
Por lo general, los pequeños eran transportados a los cuarteles de las Fuerzas Armadas. Allí, algunos eran regalados por los militares a la gente de los pueblos cercanos que los solicitaba. Otros se los quedaron los mismos soldados. Se sabe que más de veinte fueron adoptados por militares, quienes los inscribieron como hijos suyos, alterando su identidad.
En una segunda etapa, los militares se dieron cuenta de que los niños podían suponer un negocio. Su actuación se hizo más sofisticada; se crearon redes de secuestro y venta en adopción, en connivencia con algunos abogados salvadoreños que preparaban adopciones fraudulentas. Era frecuente declarar a los niños en estado de abandono total, tanto material como moral, con lo que se facilitaba su venta. Por supuesto menudeaba la práctica de la mordida, para arreglar pronto y expeditivamente una adopción. Existe un documento, que ha sido desclasificado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, en el que el embajador de ese país en El Salvador informa a dicho departamento de que "algunos militares arrebatan a los niños del campo de batalla para venderlos después como negocio propio".
"A veces", dice Jon Cortina, "han surgido dificultades al producirse el reencuentro de los niños con sus padres. Algunos de estos jóvenes acusaban a las familias de haberlos abandonado. Les habían remachado esa idea en los orfanatos. Les decían que estaban vivos gracias a la generosidad de las Fuerzas Armadas, que sus padres no les querían y preferían luchar al lado de la guerrilla, que los dejaron abandonados. Ha habido casos de niños que crecieron entre militares y ya adultos se incorporaron al Batallón Atlactl, el más sanguinario de los que actuaron durante la guerra; el que mató a los jesuitas hace ahora 10 años".
La última reflexión que se hace Jon Cortina es clara: "Sé que si pido justicia no estaré en buena relación con los poderes establecidos, pero no creo que, viendo lo que pasa, Jesús se hubiera callado. Por eso sigo luchando".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de enero de 2000



Las cifras de la Operación Cóndor en el Perú http://www.derechos.org/nizkor/peru/libros/cv/con.html y http://cverdad.org.pe/ifinal/, un país con alta presencia indígena son enormes, alrededor de 30.000 víctimas y más de 5000 desaparecidos, miles de masacres, asesinatos políticos, torturas y vejámenes de todo tipo.  Los actos de crueldad propios de la doctrina franquista son aterradores, el más escandaloso de todos, la masacre de 300 prisioneros políticos (en tres prisiones de Lima y Callao el 18 y 19 de junio de 1986) que se amotinaron por las malas condiciones en que vivían, hacinamiento y amenazas de muerte por ser izquierdistas. 

El amotinamiento fue respondido con el bombardeo e incendio de las prisiones, con un resultado desolador.  Este tipo de acciones violentas fueron una enseñanza del franquismo Colombiano que en noviembre de 1985 Había incendiado el Palacio de Justicia tomado por el movimiento guerrillero M-19, una buena parte de los magistrados y trabajadores del palacio así como guerrilleros fueron quemados vivos por la armada oficial, otros detenidos y desaparecidos; un acto parecido lo llevó a cabo el pinochetismo venezolano el 3 de enero de 1994, cuando fueron linchados en la cárcel de Maracaibo 100 indígenas Wayuu.

La crueldad del franquismo en el Perú había mostrado otro hecho bochornoso el 26 de enero de 1983, en el municipio de Uchuraccay, en Ayacucho, el asesinato de ocho periodistas y un guía campesino por los militares Sinchis, la policía política del Perú.

En realidad, así como en Guatemala, las comunidades indígenas Incas que convivían con los guerrilleros de Sendero Luminoso fueron consideradas como el enemigo interno, la eclosión de un Estado racista que dirigió su armamento contra una población indígena diferente en su fisonomía y raza a la población mestiza, fue algo que desarrolló el franquismo criollo inspirado en el Plan Cóndor, en esta Zona de Suramérica.
El caso de Bolivia http://pnud.org.co/hechosdepaz/echos/pdf/21.pdf es el más demostrativo de nuestra hipótesis de la intervención directa de los nazis como asesores de las dictaduras militares en América Latina.  La comisión de la verdad de Bolivia señaló que el criminal de guerra nazi Klaus Barbie,  era teniente coronel del servicio de inteligencia del ejército boliviano en la época del dictador García Meza y se le dio ese título antes del golpe de Estado a finales de 1979.

En realidad, durante la época de las dictaduras los nazis de colonia dignidad se enriquecieron cobrando altos dividendos por el asesoramiento en el arte de matar, de torturar y de desaparecer personas. Fue uno de los grandes negocios que motivaron los militares criollos no solo porque estaban ante verdaderos exterminadores en los que podían confiar, sino esencialmente porque en carne propia estaban al frente de su führer, el que desataba las más grandes pasiones de muerte contra sus enemigos declarados.

Las conclusiones de la comisión de la verdad en Bolivia establecen que “El Comité impulsor comprobó que altos miembros del mismo ejército boliviano entrenaban y dirigían a grupos paramilitares que cometían diversos atentados terroristas por todo el país y que asesinaron a opositores políticos, lanzaron bombas contra manifestaciones pacíficas, atacaron sedes de organismos políticos, religiosos y culturales, y atentaron contra un avión en el que viajaban líderes del movimiento político UDP. Se confirmó que todos estos atentados se hicieron con el propósito de justificar El Golpe de Estado, en vista de una supuesta incapacidad del Gobierno para controlar el terrorismo”. “en 1992 el Poder Judicial de Bolivia logró condenar al general Luis García Meza, y a Luis Arce Gómez, a 30 años de prisión. Actualmente García Meza se encuentra en la prisión de Chonchocoro, en La Paz, luego de haber sido extraditado del Brasil. Otros cincuenta implicados también recibieron su condena”.

La represión en Brasil http://www.derechos.org/koaga/iii/1/cuya.html presentó grados así de crueles, al redactor del informe “Brasil nunca más” http://dhnet.org.br/memoria/nuncamais/index.htm le asesinaron su hermano menor para amedrentar la comisión, “El Informe Brasil Nunca Mais”  incluye testimonios acerca de la labor de agentes de la CIA de los Estados Unidos, como el oficial estadounidense Dan Mitrione, quien enseño los llamados "Métodos científicos para arrancar confesiones y obtener la verdad". De acuerdo a numerosas y documentadas denuncias, Dan Mitrione entrenó a cientos de agentes militares y policiales brasileños, utilizando en sus experimentos inicialmente niños y mendigos recogidos de las calles de Bello Horizonte (…) Igualmente Brasil Nunca Más describe las diversas técnicas de tortura empleadas por los militares y policías, el uso de insectos y animales como cobras y ratas, la aplicación de productos químicos sobre el cuerpo de los prisioneros, según fue corroborado por diversas víctimas.

El Informe también presenta testimonios sobre torturas practicadas en menores de edad, así como en mujeres y gestantes, que sufrían violaciones sexuales.” y “Brasil Nunca Más” indica que en el periodo de 1964 a 1979 se registran 125 casos de ciudadanos desaparecidos por motivos políticos algunos de los cuales posteriormente a su detención por la policía fueron encontrados en cementerios, enterrados con nombres falsos. La lista completa de desaparecidos aparece en la página 291 al 293 de BNM.”

La dictadura militar del Paraguay (1954-1989) del general Alfredo Stroessner, es el antecedente más exacto del estilo Pinochet.  Según el informe “Paraguay nunca más”,  allí centralizo sus archivos el sistema de terrorismo de estado de los países del cono sur de América, bajo el nombre de "Operación Cóndor".
“En Paraguay, las violaciones a los derechos humanos afectaron también a cientos de extranjeros que escapaban de persecuciones en Argentina, Brasil, Chile, Bolivia y Uruguay. En recompensa, la dictadura argentina, durante su guerra sucia, desapareció a 54 ciudadanos paraguayos que se encontraban en la capital federal, Buenos Aires, donde querían protegerse de la represión en su país”. http://www.derechos.org/koaga/iii/1/cuya.html
El informe señala además que:



“Ya en setiembre de 1976, la Liga Internacional por los Derechos Humanos difundió una lista de 203 prisioneros políticos en las cárceles de Paraguay, algunos de los cuales llevaban más de 18 años encarcelados. La lista incluía casos de presos que murieron en las prisiones (…) En el Tomo I de Paraguay Nunca Más, se indica que, 360 mil personas, de un total de tres millones de habitantes, pasaron por las cárceles de Stroessner. Igualmente estima en 1 millón y medio el número de paraguayos obligados a salir al exilio (…) A fines de 1993 se descubrió en Paraguay, de manera casual, los archivos del sistema represivo de los gobiernos del cono sur de América, que fueron calificados como "Los archivos del Terror". Allí se encontró abundante documentación que explica cientos y hasta miles de casos de exiliados y detenidos políticos argentinos, uruguayos, bolivianos, paraguayos, chilenos, brasileños y paraguayos, muchos de los cuales desaparecieron a manos de los servicios de seguridad de esos países.” (Ibid)

En Argentina, los organismos de derechos humanos establecen en cerca de 30,000 personas el número de desaparecidos y asesinados en la guerra sucia. 


COMISION DE LA VERDAD EN ARGENTINA

“Al inicio de su gobierno, las nuevas autoridades civiles procesaron a los nueve Comandantes Generales de las FF.AA., del llamado "Proceso de Reconstrucción Nacional": generales Jorge Rafael Videla, Roberto Viola, y Leopoldo Galtieri; los Brigadieres Orlando Agosti, Omar Graffigna y Basilio Lami Dozo; y los almirantes Emilio Massera, Armando Lambruschini, y Jorge Isaac Anaya. Se consideró que en su condición de jefes supremos conocieron e impulsaron los planes de exterminio de los presuntos "subversivos" (…) El Informe señala que en Argentina existían 340 centros clandestinos de detención, dirigidos por altos oficiales de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Allí los detenidos eran alojados en condiciones infrahumanas, y sometidos a toda clase de humillaciones. También indica que "De algunos de los métodos de tortura empleados en esa guerra interna no se conocían antecedentes en otras partes del mundo". En esos años de la dictadura militar, las técnicas de tortura argentina se exportaron a otros países del continente…La CONADEP descubrió que entre los altos oficiales de las Fuerzas Armadas y Policiales, se estableció un "Pacto de Sangre", que implicaba la participación de todos en las violaciones a los derechos humanos. A causa de esto, cuando algún miembro de esas fuerzas trataba de desobedecer un mandato criminal, pronto lo convertían en una víctima más. La Comisión comprobó que "Todo signo de discrepancia dentro de las FF.AA. y de Seguridad con los métodos utilizados para la detención y eliminación de personas fue sancionado de modo brutal (…) También la CONADEP difundió una lista de 1351 represores, entre ellos diversos médicos, jueces, periodistas, obispos y sacerdotes católicos que actuaron como Capellanes de los militares y que colaboraron con ellos en la guerra sucia. En la lista de represores aparecen, entre otros, el Obispo Pío Laghi, Nuncio Apostólico del Estado Vaticano en Argentina, el ex Obispo de La Plata, Antonio Plaza, el Monseñor Emilio Graselli, el sacerdote Christian Von Wernich, el capellán Pelanda López, y el Monseñor Adolfo Tórtolo, Vicario de las Fuerzas Armadas (…) Pese a las investigaciones de la Comisión, y las denuncias de los grupos de derechos humanos en Argentina, el Congreso ascendió a cientos de militares involucrados en secuestros, torturas y desapariciones forzadas, y que aparecían en la lista de la CONADEP como violadores de los Derechos Humanos. Incluso Asaz, el asesino de dos monjas francesas, fue ascendido. « ¿Sabe cuántos Astiz hubo en la Armada? Trescientos Astiz", dijo el contraalmirante (r) Horacio Mayorga, ex jefe de la base naval de Trelew, en una entrevista en 1985. "Los oficiales de la ESMA eran personas austeras que mataban por la Patria", agregó.|13| Igualmente fueron ascendidos el ex director de la ESMA, capitán de Navío José María Arriola; el ex director de la Escuela de Submarinos de Mar de Plata, capitán de Navío Roberto Pertussio; los tenientes coroneles Óscar Bianchi y Athos Rhenes, que intervinieron en diversas masacres a civiles indefensos, y el coronel Julio César Durand, quien dirigió la intervención argentina en el Golpe de Estado de 1980 en Bolivia ( …) El ex capitán de la Armada (r) Francisco Scilingo, en declaraciones al periodista Horacio Verbitsky, en marzo de 1995, confirmó que cerca de 2,000 presos políticos de la dictadura fueron asesinados por oficiales de la Marina, que los arrojaron vivos al mar, después de haber sido drogados. Algunos altos representantes de la iglesia católica conocían sobre estos hechos, pero en vez de tratar de impedirlos, apoyaron estos horribles crímenes. Scilingo afirmó que los sacerdotes católicos se encargaban de tranquilizar el espíritu" de los oficiales que participaban en tales crímenes, pues regresaban de cada Vuelo" con un fuerte remordimiento de conciencia. "El capellán de la ESMA (...) me hablaba que (el vuelo) era una muerte cristiana, porque (los presos) no sufrían, porque no era traumática, y que habla que eliminarlos; que la guerra era la guerra, que incluso en la Biblia está prevista la eliminación del yugo del trigal. Me dio cierto apoyo", declaró Scilingo. http://www.derechos.org/koaga/iii/1/cuya.html

“También se llegó a saber que una isla que pertenecía a la Iglesia Católica fue prestada a la ESMA, para que los oficiales de la marina lo usaran como Campo de Concentración. Allí se trasladaba a los presos políticos, cada vez que las comisiones de las Naciones Unidas, la OEA, Amnistía Internacional o de otros organismos visitaban la ESMA para investigar las graves denuncias de tortura”. (Ibíd.)



En Chile, http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/4/1836/8.pdf  la política de represión fue orquestada desde 1973 por una armada que dirigió sus esfuerzos a limpiar la sociedad de todo tipo de opositores, masacres, torturas, desapariciones y asesinatos,  según lo reporta el informe “Nunca más” para Chile,  inclusive sobre simples sospechosos. El concepto detenido-desaparecido se repite miles de veces, personas abordadas por la policía en las calles, conducidas a campos de concentración en los batallones del ejército, sometidas a la “inquisición moderna” a la que se refería Vallejo Nagera, es decir a la tortura moderna que incluía la utilización de aparatos eléctricos modernos para hacer sufrir al máximo al ateo pecador, todo en nombre de Dios.  En Chile se creó una policía política secreta especializada que fue desde 1975 la responsable de los miles de crímenes y torturas durante la dictadura, fue la base del grupo Cóndor. 

Entre los servicios secretos de Chile y Argentina se creó una “tecnología de la tortura” conducida por “técnicos de la tortura” especialistas exclusivamente en métodos de hacer sufrir, asesorados directamente por Nazis del ejército de Hitler que les enseñaron los métodos del führer. Se crearon instrumentos eléctricos sofisticaos vendidos en otros países.  Se creó toda una escuela que sirvió para formar cuadros de tortura para las dictaduras latinoamericanas que se graduaban en los colegios de Argentina y Chile. En las prisiones se utilizó música de Julio Iglesias para torturar los prisioneros.  Las  escuelas tuvieron fuerte influencia de La Escuela de las américas, la escuela militar americana que formaba los generales de las dictaduras, los escándalos en torno a su papel como creador de generales y mandos medios sicópatas hizo que en el 2001 cambiara el nombre por “Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad”.  En Chile,  el retorno a la normalidad por parte de las Fuerzas Armadas  es un proceso lento, la cultura pinochetista que dejó el ahijado de Franco empieza a despegarse de la oficialidad militar, “Un oficio del Ministerio de Defensa ratificó el retiro del nombre "Augusto Pinochet" de una medalla entregada por el Ejército. La distinción fue creada en 1997 y reconoce la tradición familiar-militar a lo largo del país, bajo el nombre de "Medalla Comandante en Jefe del Ejército, capitán general Augusto Pinochet Ugarte". Ahora será conocida simplemente como "Medalla Comandante en Jefe del Ejército". (http://elexpresodecarabobo.org/luzhatillana.com/mundo/item/10040-retiran-nombre-de-augusto-pinochet-de-medalla-que-entrega-ejercito-de-chile)

El robo  de niños por los militares se presentó en menor proporción que en Argentina, aquí también fue presente: 


Finalmente abren capítulo de niños robados por dictadura chilena

En murales de fotografías como esta, de un grupo de los desaparecidos tras el golpe militar de 1973 y la dictadura de Augusto Pinochet, busca Ana María Luna Barrios en Chile un rostro que le resulte familiar de la madre de la que se supone usurpada mientras estaba detenida. Crédito: Marjorie Apel/ Creative Commons
SANTIAGO, 29 dic 2014 (IPS) - La sospecha de que hijos e hijas de detenidas desaparecidas fueron usurpados clandestinamente durante la dictadura, cobró nueva fuerza en Chile, un país que hasta ahora miró con distancia este flagelo. 
“Siempre existió la sospecha de que en Chile pasó algo similar que en Argentina y que, en efecto, muchas compañeras que fueron detenidas embarazadas pudieron tener a sus hijos en centros detención”, contó a IPS una mujer de 70 años que pidió identificarla solo por Carmen, para preservar su identidad.
“No se ahondó mucho en ese tiempo, porque teníamos miedo y nadie nos escucharía”, añadió.
Carmen, una profesora que apoyó y luchó por el gobierno de la Unidad Popular, del presidente Salvador Allende (1970-1973), vivió el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en una pequeña localidad del sur de Chile, donde hacía trabajo político con un grupo de otros jóvenes.
“Hemos sido un país que avanza lento, muy lentamente a veces, pero con seguridad de que no hay retroceso. Y este tema no va a pasar de largo, si alguien estuviese esperando eso”: Lorena Fríes.
Horas después del derrocamiento del gobierno constitucional de Allende, en un cruento golpe militar encabezado por el general Augusto Pinochet, Carmen vio caer abatido a un compañero que protestaba junto a ella por el avance de tropas en el pueblo donde estaba. “Es un dolor que no se supera”, aseguró.
Pese al clima de violencia e inseguridad, logró viajar a Santiago y desde aquí, salir del país al exilio.
“No estuve detenida ni fui torturada, pero muchas compañeras sí sufrieron apremios. Muchas de ellas dieron a luz a niños que no se sabe si están vivos y otras, quedaron embarazadas producto de una violación en tortura”, recordó.
La investigación oficial determinó que durante la dictadura militar (1973-1990) en Chile hubo 40.000 víctimas de tortura, de las cuales 3.095 fueron asesinadas por agentes represivos. De ellas, un millar continúan desaparecidas.
Se tiene confirmado que al menos 10 mujeres fueron detenidas embarazadas y luego desparecidas. Tenían entre 26 y 29 años, con tres a ocho meses de gestación.
En agosto, las emotivas imágenes de la activista argentina Estela de Carlotto y Guido, su nieto recuperado, dieron la vuelta al mundo.
La ubicación del nieto de la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, robado durante la dictadura argentina (1976-1983), conmovió a los chilenos que vieron como al  otro lado de la frontera se avanzaba en sanar las heridas de las violaciones a los derechos humanos en un tema particularmente sensible, el de los niños nacidos en cautiverio.
Para Lorena Fríes, directora del estatal Instituto Nacional de Derechos Humanos, existen sospechas fundadas de que en Chile podría haber hijos e hijas de detenidas desaparecidas que fueron usurpados por agentes de la dictadura, “pero no en la magnitud que en Argentina, donde fue parte de la política represiva”.
“No tengo la convicción de que haya sido así, sin perjuicio de que puedan haber casos”, aseguró a IPS.
El abogado de derechos humanos Alberto Espinoza no ha tenido hasta ahora casos jurídicos de la usurpación de niños y niñas nacidos en cautiverio.
“Tenía antecedentes de mujeres embarazadas que fueron torturadas y que, producto de la tortura, pudieron tener pérdidas, pero no antecedentes de sobrevivencia de esos niños”, afirmó.
Sin embargo, advirtió Espinoza, “no descarto que eso haya ocurrido. Ocurrieron cosas tan extraordinariamente inhumanas y excepcionales durante la dictadura militar, que no es descartable que también hayan niños sobrevivientes cuyo destino se desconoce”.
Lo cierto es que, por primera vez, la sospecha de que niños y niñas fueron usurpados por la dictadura chilena se plantea como fundada.
Sobre todo después de que en el programa Informe Especial de la pública Televisión Nacional de Chile emitió novedosos testimonios reales de mujeres violadas como parte de la tortura que sufrieron y cuyos hijos fueron dados por muertos sospechosamente.
El reportaje titulado “Los hijos invisibles de la dictadura” culminó con un inédito llamado: “Si usted conoce o tiene antecedentes de que fue adoptado y tiene entre 35 y 40 años acuda al Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior”.
Lo revelado en el programa y la convocatoria pusieron los focos sobre la sospecha oficial de hijos y nietos usurpados por la dictadura, pero también de niños y niñas que nacieron producto de la violencia sexual a manos de agentes de la dictadura en los centros de detención clandestinos.
A su emisión, el 15 de este mes, siguió una conmocionada reacción en las redes sociales, mientras que el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, recibió al día siguiente a un grupo de mujeres víctimas de violencia sexual política y se comprometió a avanzar en un proyecto de ley que tipifique esos hechos y la tortura como delitos.
“Hay certeza de que mucha gente, principalmente las mujeres, no han dado todo el testimonio respecto a la violencia política sexual o la tortura sexual de que fueron objeto durante la dictadura”, aseguró Fríes.
“Está comprobado, además, que las mujeres tienen un ciclo más largo para llegar a denunciar este tipo de situaciones. Por lo tanto, hay allí un tema pendiente”, detalló.

Por otro lado, aseguró,  “han pasado muchos años y ese es el principal enemigo de la posibilidad de hacer justicia”.
Existe al menos un caso concreto de una joven nacida producto de una violación a la que fue sometida su madre durante su detención en dictadura, cuyo nombre se mantiene anónimo. Otra joven, Isabel Plaza, es hija de Rosa Lizana, detenida en la calle con siete meses de embarazo en 1975, quien permaneció un mes detenida y luego enviada al exilio.
Otro caso especial es el de Ana María Luna Barrios, quien tras enterarse de que fue adoptada, busca a su madre entre los rostros de los desaparecidos. Fue abandonada en 1976 en el Hospital Militar donde una enfermera la recogió y la adoptó posteriormente.
Ella llevó su caso a la justicia sin resultados. Pero nuevas indagaciones permitieron descubrir que el teniente de la DINA, Hernán Valle Zapata, ya fallecido, la inscribió antes del abandono, colocando a la madre cono no compareciente, al igual que hizo con otra bebe. La  DINA (Dirección de Inteligencia Militar) fue la policía secreta de la dictadura.
Nieves Ayres, actualmente radicada en Nueva York, estuvo detenida en Londres 38 y Tejas Verdes, dos centros de detención y torturas. La mujer fue violada en forma sistemática y masiva, y en su relato describe que le introdujeron ratas en su vagina y fue sometida a aberraciones con perros.
Quedó embarazada de sus torturadores, aunque en su caso sufrió un aborto después.
Espinoza recordó que estos casos son considerados delitos de lesa humanidad, por lo que no tienen prescripción y pueden ser investigados, pese a que se cumplieron 24 años del retorno a la democracia en 1990.
Para Fríes, en tanto, “es probable que estos temas nos acompañen por muchísimo tiempo, por eso hay que comprender que los nuevos tiempos van abriendo nuevas puertas respecto a lo que pasó durante la dictadura y la necesidad de hacer circular esa memoria para que nunca más vuelva a pasar en Chile”.
“Hemos sido un país que avanza lento, muy lentamente a veces, pero con seguridad de que no hay retroceso. Y este tema no va a pasar de largo, si alguien estuviese esperando eso”, concluyó.
Editado por Estrella Gutiérrez

En el Uruguay, según la comisión de la verdad, “La "guerra" no tuvo la espectacularidad que en otros países, allí la dictadura además de recortar las libertades individuales sometió a la población a una vigilancia estricta.  En Uruguay para los 3700 casos de detenciones, el 99 por ciento fue acompañado de torturas inhumanas que hacían parte de “la inquisición moderna” propuesta por Vallejo Najera. http://www.dhnet.org.br/verdade/mundo/uruguai/cv_38_uruguai_nunca_mas_completo.pdf
“métodos como la privación sensorial o el aislamiento, la agresión verbal, a la larga contribuyen para que el prisionero pierda su equilibrio mental. “Largas sesiones de golpizas, sin interrogatorios, simplemente para ablandar, quebrar, destruir, Intentando que cambiara mi resolución de no borrar en un instante las convicciones de toda ml vida."(Alberto Altesor). “Una forma del intento de quebrar a la gente, es humillarla, desnaturalizarla, borrar su identidad (…) En ese Intento por borrar su Identidad hacen jugar cosas simples: intentan convertir a la gente en un número, en una bestia que gime, barbuda y mugrienta, que duerme en el piso, que debe hacerse encima sus necesidades fisiológicas. "(Jaime Pérez) Para obtener los resultados esperados con la tortura, para lograr torcer, quebrar al detenido, era necesaria una etapa previa de aclimatación al tratamiento general que sería luego la norma. En algunos casos, simplemente se trató de una paliza inesperada. En otros casos, se empleaban procedimientos de efectos electrizantes: "Un lugar donde el primer impacto que se recibe es e/ de un ruido interminable de ladridos de perros. Las salas de torturas del Boisso Lanza están en medio de perreras. (. ..) Si se tiene en cuenta que se llega en un desconocimiento absoluto y en la mayor de las incertidumbres, esto, más el infierno de los ladridos permanentes, producen un choque y una impresión indescriptibles."(Álvaro Jaume) http://www.dhnet.org.br/verdade/mundo/uruguai/cv_38_uruguai_nunca_mas_completo.pdf

Uno de los testimonios más importantes que reflejan la influencia de la cosmogonía de Vallejo Nagera es este:
“Un nuevo ejemplo de lo que se está afirmando, lo constituye el hecho de que para designar a los prisioneros los guardias empleaban el término "pichi, o sea, el apócope de "bichicome" (come bichos), vale decir, marginado, mendigo. Esto revela una intención de rebajar al detenido, hacerle tomar conciencia de que se halla ubicado en el peldaño más bajo de la escala de consideración social.”” "Cuando entré a la sala de tortura me recibieron con gritos, manoseos (particularmente de los genitales), golpes leves y risas de todo tipo. Su intento era ridiculizarme." (Álvaro Jaume)”. 
Claramente la víctima es considerada como algo inferior plausible de ser atropellado, carente de derechos  y allí la tortura fue un recordar cotidiano de lo que el franquismo pensaba de sus oponentes, seres sin valor alguno que deben someterse a los más crueles sufrimientos.


“Esa macabra pluralidad de procedimientos de martirio utilizados puede sintetizarse afirmando que se dirigían a mantener al prisionero en la incertidumbre. El vaivén constante de los estados y las circunstancias, hasta conducirlo a un sentimiento de inseguridad completa. Hacerlo oscilar en una permanente incertidumbre respecto de espacio, tiempo, afectividad, sensibilidad, circunstancias externas, etc. Ignorar donde se encuentra, si es de día o de noche, si quien se acerca es amigo o enemigo, no sentir dolor al ser castigado pero experimentarlo durante el descanso, delirar. Dudar, no saber si se está solo o acompañado, si los seres queridos han sido detenidos, si sus compañeros presos resistieron o colaboraron, si su grupo político ha sido aniquilado. Un torbellino incesante de sensaciones siempre reales y contradictorias buscando despedazar interiormente al detenido para lograr su total sometimiento y que, finalmente, hable. O, en muchos casos, ni siquiera eso; que no hable, que no desmienta la palabra del carcelero. Que extienda su mano y acepte firmar las actas que documentan sus "delitos".
  
Los métodos que se describen en el documento final de la Comisión de la verdad para Uruguay, denotan métodos propios de la época de la inquisición en la Edad Media:
COMISIÓN DE LA VERDAD PARA URUGUAY

“CAPUCHA. Para evitar que los detenidos individualizaran a sus torturadores, prácticamente todos fueron encapuchados o, en su defecto, vendados.
PLANTON. Otro de los métodos al que fue sometida la inmensa mayoría de los presos consiste en mantener al detenido de pie, encapuchado, en posición rígida, durante horas o días, hasta el límite de su resistencia y, si cae o busca descansar, es golpeado.
GOLPES. De todo tipo y forma, golpes de karate, con palos, con varillas de acero, cachiporras de goma, trapos mojados. El "teléfono", que consiste en golpear los oídos con las palmas de la mano, provocando perforación de tímpanos.
HAMBRE, SED. La privación de líquidos y alimentos en cantidad y calidad necesaria para el organismo durante largo tiempo tiene evidentes efectos devastadores en lo físico y psicológico.
PICANA ELECTRICA. Aplicación de corriente eléctrica a los detenidos atados a camas metálicas a las que se les ha retirado el colchón, desnudos y mojados para aumentar la conducción de la electricidad. En ocasiones, la fuente de energía puede ser un teléfono de campaña, atándose un cable al pie o a la oreja. Se procura que los choques no sobrepasen los 220 voltios ya que ése es el umbral mortal. Se eligen las partes más sensibles: encías, labios, interior de la nariz, oídos, senos, pene, vagina, ano. Provoca serias quemaduras, hinchazón del cuerpo, desmayo, paro cardíaco, crisis convulsivas.
SUBMARINO O TACHO. Se sumerge al prisionero en un recipiente con agua, generalmente con orina y excrementos, y se lo mantiene hasta el límite de la asfixia. El llamado "submarino portugués", consiste en introducir un cable con electricidad en el recipiente.
SIMULACRO DE FUSILAMIENTO.
LA BANDERA O COLGAMIENTO. Colgamiento de las muñecas atadas con alambre o de los pulgares, o de los tobillos, sin tocar el suelo durante horas. En esta posición es golpeado.
CABALLETE. El mismo oficial lo describe así: 
"El 'caballete' consiste en una barra de metal con filo, en la que se sienta maniatado y desnudo a los presos durante horas y con los pies en el aire."
GRABACIONES. Jaime Pérez relata una modalidad de esta tortura psicológica: 
"Siempre atado y vendado, sentado en una silla, oía voces: ‘...ahí traemos al hijo de Jaime...' comentaban, y luego ruidos de la colgada, los gritos, etc. Y la voz de mi hijo... Tenían grabadas las voces de mi familia, de mis hijos, de mi compañera; oía que los colgaban, que la violaban... Una puesta en escena donde, indudablemente, se entrecruzaban los gritos reales de las compañeras que estaban torturando con fragmentos de las grabaciones. Oía: 'Pero che, este tipo no tiene corazón... mira lo que le pasa al hijo y nada... el tipo este es un infame que no quiere ni a los hijos..."'
DROGAS. Un número importante de encuestados (17% de los hombres y 11% de las mujeres) declaró haber recibido drogas, ya sea a través de los alimentos o mediante inyecciones. Un periodista uruguayo detenido en 1977, dio este testimonio al Comité Israelí de Solidaridad con los Presos Políticos en el Uruguay: 
'Una tarde, luego de un mes, un guardián recorrió las filas preguntando quién quería leche. Esta era la primera vez que oía semejante proposición. Quise, claro (...) estaba helada, apetecible. Increíblemente blanca entre tanta mugre. No sé cuánto tiempo después de la leche volví al mundo. Aunque aún hoy no sé si fue la leche que me arrancó de él. Pero de pronto caigo en un abismo de colores y figuras exóticas. Allí estaba mi tía Adela con un ramo de rosas tan grandes que jamás imaginé, cada rosa era del tamaño de un niño de 3 o 4 años. Tenían cobres magníficos y luminosos. Mi tía estaba allí, pero yo sabía que no estaba allí. Yo era consciente del lugar donde estaba, totalmente consciente, y sabía que ella jamás estaría en aquel lugar. De todos modos, estiré la mano para tocarla."
VIOLACION
ARRASTRE. Algunos detenidos fueron atados a vehículos o a caballos y arrastrados a campo traviesa.
TORTURA CON ANIMALES. Algunos de los encuestados fueron torturados con perros amaestrados a los que se les azuzó para que los mordieran.
OTROS. Algunos detenidos permanecieron en jaulas, que eran generalmente vagones para el transporte de ganado. Los militares llamaban el "submarino al corazón" a la aplicación de golpes en esa zona que provocaban una sensación de asfixia inmediata en el detenido. Otros experimentaron la aplicación del torniquete, o sea apretar la cabeza o los miembros del prisionero con prensas. La herida con agujas, introducción de hierros calientes o palos astillados en el ano. En la Base de Boisso lanza se Introducía a prisioneros en la cámara de vacío que servía para el adiestramiento de pilotos.



Estos métodos fueron  exactamente los mismos que se aplicaron en los países latinoamericanos y en la España de Franco, ellos fueron enseñados a los cuadros militares que se formaron en la Escuela de las Américas.   Todas las dictaduras latinoamericanas son expresión del renacer de la época medieval en nuestro continente.  Sus fines fueron los de consolidar una tipología de sociedad basada en los valores de la hispanidad que contradecía claramente la nueva cultura social y política que se había forjado luego del proceso de independencia cual era la negación de la monarquía y la hegemonía misma del hispanismo pululando por la construcción de regímenes republicanos que se reforzaron aún más luego de las revoluciones liberales de mitad del siglo XIX, orden social nuevo descompuesto violentamente con el advenimiento del franquismo y del imperialismo económico. 

La experimentación orientada a re-feudalizar espiritualmente la sociedad y a anclarla por la fuerza a la dependencia americana generó una ola de terror de Estado que en varias sociedades fue acompañada de insurrecciones armadas, que en algunos casos triunfaron y en otros no.
Para el caso colombiano, la metodología de la represión con sus técnicas de masacre, asesinato selectivo y tortura, no difieren de las enseñadas a los militares de otros países, “La inquisición moderna” fue aplicada con el mismo rigor y las mismas técnicas.  La represión franquista en Colombia ha tenido en cada época histórica un “héroe” ovacionado por las élites aristocráticas, defendido, apadrinado y enriquecido; son matones, sicópatas asesinos que se ponían al servicio del clero para defender la hispanidad a sangre y fuego, ellos mismos considerados como “cruzados”, son simplemente los verdugos que protagonizan actos de crueldad para intimidar los opositores al catolicismo.

El primero de ellos, León María Lozano, alias el Cóndor, apadrinado por Laureano Gómez y el dictador Gustavo Rojas Pinilla y quien entre 1948 y 1956 asesinó más de 3500 anticatólicos, entre líderes, jueces y dirigentes comunitarios gaitanistas, estudió hasta tercero primaria y fue un protector fanático del clericalismo, el primero que se conozca de este estilo en América Latina. “Cóndores no entierran todos los días” es una novela basada en la vida de este destacado psicópata católico, fue llevada al cine, ella no explica para nada el carácter fascista de la personalidad de Lozano, pero muestra su perfil necrófilo.  La vida real del sicópata que inspiró el Grupo Cóndor de Pinochet y a los “Caballeros Templarios de Michoacán” va más allá de la simple ficción, fue un verdadero gánster del catolicismo, ultra protegido y su familia ascendida al pedestal del gobierno, misiones diplomáticas, premios nacionales y pensión especial, incluyendo el secuestro de su cuerpo por la Armada Nacional, luego de que fuera abatido en Pereira, quien lo transformó en una especie de santo, sus restos reposan en un mausoleo especial en Tuluá y una placa conmemorativa en la sede del Partido Conservador; el genocida murió como Carlos Castaño sin pagar ante la ley ni un solo de sus miles de crímenes sobre gente inocente desarmada;  la costumbre de asesinar gentes al azar de poblaciones lejanas a la suya para tirar sus cuerpos en la zona urbana de Tuluá e intimidar los no católicos  fue copiada por las AUC, quienes asesinaban ciudadanos y los enviaban en ataúdes a personas que amenazaban; el mismo método utilizó Sevando Gómez Martinez, alias “La Tuta”, máximo líder de los Caballeros Templarios de Michoacán en México, hasta antes de su detención el 27 de febrero del 2015.

El segundo, Pablo  Escobar, protegido de Álvaro Uribe Vélez, marcó una nueva etapa en el retorno de “El Cóndor”, fue uno de los  fundadores  del grupo paramilitar “Muerte a Secuestradores” que azotó la izquierda colombiana durante la primera mitad de la década del ochenta; en el transcurso de la existencia del “MAS” y hasta el inicio de su guerra con el Estado, su relación con policías y militares tuvo los mismos rasgos que la relación entre Lozano y la fuerza pública, se impuso la ley del “dejar hacer y dejar pasar”; para el caso de Escobar, su grupo de encubridores fueron miembros del Partido Liberal, partido al que representó como congresista suplente de Colombia, representante a la cámara, a diferencia de Lozano que no llegó a ocupar ningún cargo público, Escobar fue un verdadero dirigente nacional, un mafioso narcotraficante que hizo fortuna con el negocio de la droga, transformándose en el capo de la droga más importante en la década del ochenta, de renombre internacional, su escuadrón de la muerte revivió los métodos de Lozano al pie de la letra:  descuartizamientos, masacres, desapariciones y torturas, sus víctimas cuadruplican en número las de El Cóndor  y en su zona de influencia, el área metropolitana de Medellín fue considerado un santo por sus seguidores, entre ellos sectores del clero católico.  Sin embargo, a diferencia de El Cóndor, Escobar, quiso imponerse como el capataz de la región y doblegar a los políticos a su autoridad, lo que desató una guerra con el gobierno que culminó en su muerte en 1993.

El tercer “Cóndor”, Carlos Castaño construyó su autoridad haciendo persecución a Escobar, siendo en sus inicios sicario de su grupo.  A diferencia de Escobar, Carlos Castaño puede ser considerado como un estilo Cóndor puro  que logra nacionalizar su proyecto pro franquista, crear una inmensa organización militar, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)  cuya reivindicación central fue la misma del grupo Cóndor de Pinochet, la lucha contra la subversión y el exterminio del comunismo, asumiendo esta lucha en su estilo clásico franquista, entendiendo por comunismo no solamente los miembros del Partido Comunista o de las FARC, sino opositores en general o críticos del Estado, dirigentes de derechos humanos  o religiosos no obedientes a la línea oficial católica. Masacres, homicidios, torturas y sufrimientos antes de ser ejecutados, desapariciones y robo de tierras  fueron los métodos para dominar regiones enteras, todo en un contubernio con los militares aún más estrecho que el que se desarrolló entre militares y Lozano (sin embargo, hay casos en los cuales los militares colombianos sufrieron las consecuencias de la violencia paramilitar) ya que incluía patrullajes conjuntos y entrega de listas de personas a eliminar por parte de los miembros de la fuerza pública.  Los vejámenes sobre la población civil no tienen parangón.  El expresidente Álvaro Uribe Vélez y todo su movimiento político fue el que más se benefició de la actividad violenta de este grupo de extrema derecha que con los votos de las regiones que controlaba lo hizo presidente.

Los testimonios de los paramilitares desmovilizados luego del proceso de paz y de “Justicia y Paz” dan cuenta de una presencia en la sombra de la metodología franquista de aplicación de la violencia.  El ahorcamiento y la exhibición del cadáver al público fue  una práctica común de los católicos aún desde la época de la reconquista española,  José  Antonio Galán, líder del movimiento anticolonial “Los comuneros” en el departamento de Santander a finales del siglo XVIII  fue descuartizado y sus miembros exhibidos por los católicos para atemorizar los habitantes de la región de Santander que apoyaban la insurrección de los comuneros; el método fue común en la época de la violencia de las AUC y fue una práctica constante de los “Caballeros templarios de Michoacán” en México.

Según testimonios de los mismos paramilitares ( Miguel Ángel Mejía Múnera, alias ‘El Mellizo’ y Orlando Villa Zapata, alias ‘Raúl’, jefes del Bloque Vencedores de Arauca)  ellos utilizaban serpientes venenosas, perros, quemaduras de hierro para marcar ganado y choques eléctricos (bloque vencedores en Tame y Arauca), “El uso de animales salvajes como caimanes, los desmembramientos de las víctimas aún vivas, la violencia sexual y otras formas de presión con bolsas llenas de detergentes e inyecciones, son solo algunas de las técnicas que usaban las autodefensas sin remordimiento”. (Las fórmulas de tortura del Bloque Vencedores de Arauca. Publicado el Miércoles, 23 Mayo 2012 en verdadabierta.com)

Parece ser, según estos testimonios, que si hubo una pedagogía y métodos de exterminio enseñada por agentes pinochetistas o franquistas, ello es difícil de comprobar, pero la lógica mental nos dice que sí,  que son abiertamente los mismos métodos que utilizaron los franquistas contra sus opositores.

LAS FÓRMULAS DE TORTURA DEL BLOQUE VENCEDORES DE ARAUCA. Publicado el Miércoles, 23 Mayo 2012en verdadabierta.com

Según documentó la Unidad de Justicia y Paz, 'Martín' y sus hombres retuvieron a Manuel Espitia  en la vereda El Caracol en Tame, señalado supuestamente de tener vínculos con la guerrilla del ELN y antes de matarlo lo sometieron a cinco formas diferentes de tortura.

En el momento del crimen estaba presente José Elver Izquierdo, alias ‘El eléctrico’, hoy preso en la cárcel de Girón, Bucaramanga y quien fuera tenía dos culebras cascabel que llevaba en una pecera para torturar a sus víctimas. 

Lo primero que hizo alias ‘Martín’ fue dispararle en las piernas a Espitia, al tiempo que llamó a ‘El Eléctrico’ a quien le ordenó traer sus serpientes y a su perro bóxer para continuar con la tortura.

En el interrogatorio además de golpearlo por horas y cortarle las orejas, ‘Martín’ ordenó traer gasolina en un balde para prenderle fuego a la víctima. Según las versiones de los patrulleros que estuvieron presentes, al final, el paramilitar decidió matarlo con dos disparos en la cabeza.

“En ese momento no entendíamos que lo que hacíamos estaba mal y torturábamos a la gente con lo primero que nos encontrábamos porque los comandantes lo hacían siempre y nadie nos decía nada”, aseguró uno de los patrulleros del Bloque que participó en este atroz asesinato y que, en la versión libre, aseguró que estaba arrepentido de todo el dolor que les había causado a sus víctimas. 
(Ibíd.)


La sevicia y el sufrimiento de las víctimas fueron parte de las técnicas utilizadas por las AUC o lo que nosotros llamamos “Inquisición moderna”, la propuesta de Vallejo Nagera que en Colombia se implementó durante el primer quinquenio del siglo XXI como una estrategia copiada del “Plan Cóndor” y de esta de los métodos franquistas.  La visón de estar al frente de “imbéciles” (o “idiotas” según Plinio Apuleyo)   colaboradores de la subversión fue una de las motivaciones que usaron los paramilitares para desatar una oleada de violencia sin precedentes contra la sociedad civil, una inmensa cantidad de ciudadanos fueron ejecutados acusados de ser subversivos sin serlo, sin siquiera tener la más mínima relación con la guerrilla o grupos políticos de izquierda, eran solo sospechosos ejecutados para mostrar muertos  y ascender en el escalafón paramilitar o recompensas en dinero en efectivo, son los falsos positivos del paramilitarismo de los que nadie habla, esos hombres y mujeres que vivieron la tragedia de ser elegidos por un poderoso grupo de sicópatas para servir de chivos expiatorios, gentes inocentes cuya muerte sirvió para ascender comandantes y mandos medios de las AUC que se ufanaban de ser campeones en el exterminio de guerrilleros con la intensión de gozar de los enormes dividendos económicos que significó en la época mostrar muertos a los jefes paramilitares, ¿cuántos de ellos fueron disfrazados de guerrilleros? Difícil de saberlo, lo claro es que miles de colombianos fueron víctimas de maniáticos fascistas que les tiraban cadáveres en sus veredas al mejor estilo de “El Cóndor” o masacraban los pobladores quienes aterrorizados  huían a las ciudades después de perderlo todo.

LAS FÓRMULAS DE TORTURA DEL BLOQUE VENCEDORES DE ARAUCA. Publicado el Miércoles, 23 Mayo 2012 en verdadabierta.com

Con el apoyo de la Casa Castaño, las estructuras paramilitares de los ‘Mellizos’ se posicionaron en las áreas urbanas y rurales de Arauca dejando a su paso más de 2.113 víctimas entre el 2001 y el 2005. Según la información de Justicia y Paz, la mayoría de estas víctimas se concentraron en los municipios de Tame donde se ubica la vereda de El Caracol.

Desde el 4 de marzo de 2003 y durante cuatro días, esta vereda presenció una jornada de terror que dejó siete campesinos muertos y dos mujeres abusadas sexualmente, una de ellas menor de edad. Esta incursión es conocida como la masacre de los hermanos Martínez y allí se hizo más evidente los excesos, torturas, y la brutalidad paramilitar en Arauca. 

Según las versiones de los paramilitares, los hermanos Martinez: Edison Alfonso, Edwin Yesid, Teobaldo José y Jaider Manuel, vivían en el corregimiento El Caracol  en la finca Pringamosa, y fueron retenidos en plena vía principal junto con Nayib Alfonso Altamar, Juan Evangelista Pérez y Jhonnis Javier Gonzáles, otros tres campesinos de la zona. Los siete retenidos iban en una camioneta con tres mujeres y tres menores de edad. 

La orden de capturar a los hombres la dio José Rubén Peña Tobón un paramilitar conocido con el alias ‘Lucho’, quien los señaló de supuestamente pertenecer a la guerrilla del ELN. Alias ‘Tom’ fue el encargado de iniciar los interrogatorios de los campesinos quienes aseguraron que se dirigían a la casa de su padre adoptivo Pedro Manuel Camacho Guardia, quien fue secuestrado al día siguiente.

Aunque alias ‘Lucho’ tomó la decisión de dejarlos ir, Jorge Yesid Baena Toro, alias ‘Martín’ impidió que se fueran y dio la orden a sus hombres de asesinar a los siete campesinos, sin ningún motivo aparente.

De acuerdo a la versión de alias ‘Lucho’ antes de ser asesinadas las primeras dos víctimas los obligaron a  boxear entre ellos mientras el resto de la compañía Centauros aprovechaba para golpearlos. Estas prácticas eran usadas continuamente por los paramilitares del Bloque Vencedores de Arauca que obligaban a las mujeres víctimas a pelearse con las mujeres del bloque e incluso en algunos casos, forzaban a las víctimas a matarse entre ellas.

Luego, a uno de ellos lo asesinaron con un disparo en la cabeza mientras a la segunda intentaron ahorcarla. Al ver que aún estaba viva, José Manuel Hernández, alias ‘Platino’, tomó un gato hidráulico y lo golpeo en la cabeza varias veces.

A otra de las víctimas la colgaron de un árbol de cabeza para interrogarlo y, como no daba información, alias ‘Platino’ puso yerba seca en el piso y le prendió fuego para quemarle la cabeza. A otros les llenaron las bocas de crema dental y los electrocutaron con unos cables de luz, al tiempo que los apuñalaban y los golpeaban con garrotes.

Durante toda la masacre, tanto alias ‘Martín’ y como alias 'Lucho' los animaban a asesinar a las víctimas de formas creativas recordándoles que no se trataba de seres humanos sino de guerrilleros y que por lo tanto lo que hacían estaba bien.

El 27 de enero de 2003 Ana Prieto* se enteró por la emisora Cinaruco que su hijo Pedro había muerto junto con su padrino Carlos Hidalgo* de 66 años. Los cuerpos habían sido hallados por los vecinos, colgados del cuello por lasos, en una casa ubicada en el caserío de El Caracol, en Arauca.

Aunque quisieron hacer parecer que se trataba de un suicidio, la madre del niño se enteró de que sus familiares habían sido asesinados por los paramilitares del Bloque Vencedores de Arauca que señalaron a Hidalgo como auxiliar a la guerrilla.

Ferney Alvarado Pulgarín alias ‘Cúcuta’, confesó en Justicia y Paz que alias ‘Martín’ le dio la orden de asesinar al hombre sin hacer ruido y como en la operación también estaba alias ‘El Eléctrico’ con sus culebras, pensó que usar a estos animales podía ser la mejor opción.

¿Cómo quiere morir?, ¿Con arma blanca, con la culebra o ahorcado?, le preguntó Alias ‘Pulgarín’ a Carlos Hidalgo a lo cual el campesino respondió que prefería ahorcado. Luego de colgarlo de una viga dentro de la casa, ‘Martín’ les ordenó matar a un niño que dormía en la casa.  Según alias ‘Cúcuta’, alias ‘Chichi’ sacó el cinturón con el que lo asfixió.

Los patrulleros que participaron aseguraron que seguían órdenes y que no se oponían a ellas por miedo a que sus jefes los asesinaran.

“A raíz de estos excesos fue que mandé asesinar a alias ‘Martín’”, aseguró Miguel Ángel Mejía Múnera, quien agregó que en la guerra no existen límites ni siquiera con los niños y aunque no fue política del grupo, preferían asesinar para evitar que la víctima se convirtiera en guerrillero.

Por estos hechos la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Cundinamarca condenó a José Rubén Peña Tobón, alias 'Lucho' o ‘El Sargento’, y a dos de sus subalternos, José Manuel Hernández Calderas, alias 'Platino', y Wilmer Morelo Castro, alias 'Boqui', a ocho años de prisión por 11 tipos de crímenes distintos cometidos contra los pobladores del departamento de Arauca.

Otra de las estrategias, “el descuartizamiento de cuerpos” fue común entre los paramilitares colombianos y también entre los “Caballeros Templarios de Michoacán” de México, se trataba con ella de generar una impresión sicológica profunda en la comunidad para aumentar la eficacia en la obediencia, hacerse obedecer rápidamente pasaba por hacer demostraciones de fuerza terroríficas para llenar de terror la comunidad y obligarla a hacer lo que los paramilitares quisieran. Esta práctica fue una de las predilectas de la gente de “El Cóndor” en la década del cincuenta y es una de sus herencias violentas, retomada por las AUC en todo el territorio colombiano, el retorno de El Cóndor, fue un hecho innegable que sembró de terror la sociedad colombiana.


'PARAS' CONFESARON TORTURAS Y DESCUARTIZAMIENTOS EN TOLIMA Y CALADAS (EL NUEVO DÍA) (verdad abierta.com)

Los ex paramilitares alias ‘Tolima’ y el ‘Negro ‘Frank’ dijeron que asesinaron a varias personas picándolas vivas y señalaron supuestos vínculos entre las AUC y la fuerza pública.

Las escalofriantes narraciones estuvieron al frente de Giovany Garzón, alias ‘Tolima’, y Rafael Lloreda Maturana, alias ‘Negro Frank’, dos ex integrantes del Frente Omar Isaza de las ACMM, que hicieron parte de los grupos que delinquieron en los municipios de Armero Guayabal, Mariquita y Honda en el Tolima; La Dorada y La Victoria, en Caldas; y San Miguel, Antioquia, entre otros municipios.

La versión del pasado martes se hizo en forma conjunta entre alias ‘Tolima’ y el ‘Negro Frank’, quienes contaron que en los municipios donde llegaban a operar, les enseñaban las listas de personas que debían ser asesinadas, a medida que lograban ubicarlas y cumplían con las órdenes de sus superiores.

Dentro de estos crímenes se contaron los de los caminantes, personas que por simple sospecha eran asesinadas, porque se decía que los guerrilleros se hacían pasar por caminantes.

Buena parte de estos asesinatos ocurrieron en el sector de Honda y Fresno, por donde transitaban estas personas, tal como recordaron que ocurrió con dos caminantes que recogieron porque iban por la carretera y los vieron sentados, descalzos, sin camisa y con morrales en las manos.

"Los recogimos y los llevamos a la orilla del río. Uno debía cogerlo de las manos, otro de los pies, porque los partimos vivos, les quitamos las manos, los pies y la cabeza y luego seguíamos picándolos para echarlos en el Gualí. La idea era que no los encontraran, pero como el río era muy pedregoso, al otro día andábamos en el carro cuando vimos a la ley que sacaba las partes de los cuerpos, pero como quedaron no era posible que los reconocieran", aseguró ‘Negro Frank’. Como este asesinato remembró el de otros cinco caminantes, que, supuestamente, "se hicieron matar" por cansones. Contaron que en una oportunidad estaban varios paramilitares ingiriendo licor en un estadero de Mariquita, donde tenían una ametralladora que necesitaban tapar y para eso usaron unas naranjas; estos caminantes llegaron a pedirles que les regalaran unas frutas, pero ellos se negaron.

"Ya estábamos tomados y esos caminantes comenzaron a insultarnos, a decirnos muertos de hambre, hijuepu..., y a meter la mano en las naranjas, entonces ‘Rambo’ se molestó y dijo que los matáramos. Nos subimos al carro y ‘Cuñado’ atropelló a uno y luego los recogimos, nos los llevamos para el mismo río donde matamos a los otros; a todos cinco los picamos a sangre viva", contó el ‘Negro’.

Crueldad para matar
Esta pareja de ex paramilitares aceptó su participación en varios crímenes y asesinatos como el de tres personas que sacaron de un balneario en Mariquita, entre ellos una mujer, que mataron aplastando su cabeza con una llanta.

Los hombres recordaron que llegaron hasta el balneario Cancún, de donde se llevaron a una mujer, su esposo y un tercer hombre que según dijeron, “lo matamos porque le pasó lo del comercial, por estar en el lugar equivocado”.

Los paramilitares se los llevaron por la vía a La Victoria, Caldas, donde el comandante ‘Rambo’ la torturó para sacarle información.

“Le pegaba puños, patadas, le halaba el pelo y cachetadas para que ella hablara; por último se subió a la camioneta y desde arriba le tiró la llanta de repuesto en la cabeza, con eso la mató; a los otros dos los matamos nosotros, les metimos dos tiros en la cabeza”, contó ‘Tolima’.

Las autoridades de Mariquita y Honda con los paramilitares
El ‘Negro Frank’ y ‘Tolima’ se encargaron de dar a conocer algunas de las formas como los paramilitares trabajaron de la mano con la Policía, el Ejército, el DAS y el CTI en Mariquita y Honda, donde señalaron que incluso funcionarios del DAS dejaron que las AUC mataran a una persona que tenían detenida en la sede de Honda.

Estos ex paramilitares señalaron que alias ‘Costeño’ permanecía en el motel Campoamor, de Honda, porque su propietario permitía que las AUC operaran desde allí, donde se reunían con policías, militares y personal del DAS.

Según dijeron, las autoridades eran las encargadas de suministrar las listas de las personas que debían ser asesinadas en las “limpiezas sociales”, pero en el caso del DAS, incluso se llegaron a prestar para que pudieran hacer los homicidios.

“Los agentes del DAS se reunían con ‘Rambo’; nos dejaban andar armados, cuando hacían retenes no nos requisaban e incluso nos dejaron matar a un detenido en la sede de ellos. Lo sacaron del calabozo y lo sentaron en una mecedora, en toda la puerta de la sede, nosotros esperamos y cuando lo vimos pasamos en un carro y lo matamos”, aseguró ‘Tolima’.

Dijeron recordar a Eduardo, un investigador del CTI que suministraba información y al sargento Maldonado, de la Policía de Mariquita, quien, al parecer, recibía sueldo mensual para suministrar información, armas y municiones.

“Era un Sargento falso de falsos, él fue el que nos capturó el 9 de mayo de 2001, nosotros matamos a un taxista ese día y luego estábamos tomando con ‘Rambo’ cuando nos llegó, que porque el coronel Chitiva le pidió resultados.

“Él nos llevó a la estación y en una pieza nos dijo que no nos preocupáramos que nos soltaba, que lo que teníamos que decir era que trabajábamos para un señor Germán Ortiz, y nos sacaba limpios, pero mentiras desde ese día estamos presos”, aseguraron.

Los paramilitares señalaron que en esa captura también cayó el comandante ‘Rambo’, pero a él si lo dejó en libertad, seguramente porque le recibió los siete millones de pesos “que tenía encima”, porque lo soltó horas después, pero a ellos no.

Ingreso de Tolima a las AUC
Alias ‘Tolima’ contó que ingresó a las autodefensas cuando aún era un menor de edad y allí lo enviaron a hacer el curso de preparación en un campamento ubicado en San Blas, al sur de Bolívar, donde le enseñaron a manejar toda clase de armamento, pero donde dijo, le pidieron hacer una "prueba de valor". ‘Tolima’ afirmó que en una madrugada lo levantaron para que cumpliera con la mencionada prueba y lo llevaron hasta el sitio donde tenían a un hombre amarrado, para que con cuchillo en mano lo ejecutara.

"Yo cogí el cuchillo y lo degollé por la espalda, sin verle la cara. Después de eso supe que a varios de los compañeros del curso les hicieron lo mismo; nunca supe quién era el muchacho, pero duré varias noches que soñaba con él, sentía que venía por mí y me despertaba", contó.

Dicha prueba era con el fin de verificar que los paramilitares estaban dispuestos a cumplir cualquier clase de orden, porque según dijo, muy pocos tenían funciones específicas, todos estaban para matar.


El contubernio con la fuerza pública es otra de las características de la violencia paramilitar, en un ínfimo número de casos los paramilitares atacaron a las fuerzas armadas y estas masacraron los paramilitares en enfrentamientos armados, se observan  casos de  detenciones de militares que fueron asesinados por las AUC, sin embargo, como en la época del Cóndor, generalmente los paramilitares gozaban de licencia para matar, recibían información y listas de los militares y la fuerza pública era una activa colaboradora de los escuadrones de la muerte, los homenajes públicos a los sicópatas no tuvieron la misma intensidad  como los hechos a León María Lozano, pero si se cuentan el nombre de un Colegio por ejemplo en homenaje al jefe paramilitar Fidel Castaño, o altas sumas de dinero como recompensas por sus crímenes.

Así como los pájaros de los cincuenta, los paramilitares ejercieron presión sobre las tierras, el robo de tierras fue uno de sus grandes objetivos,  también aparecer como los defensores de la comunidad ante la delincuencia.  Las limpiezas sociales fueron comunes en las áreas de influencia de los paramilitares y la muerte de delincuentes fue un mecanismo para buscar la cooperación de los empresarios de las zonas y sobre todo para entrenar sus sicarios, hacerles ganar experiencia y confianza antes de enviarlos a asesinar los sindicalistas y dirigentes políticos de izquierda.



Alias 'El Gringo' dijo que en noviembre de 2000, él y otro paramilitar descuartizaron vivos a dos menores que fueron señalados por algunos pobladores como ladrones.

“Los llevamos a un cafetal, '01' le dispara en la cara al mayor y lo descuartiza vivo”, señaló el ex paramilitar, quien agregó que esa fue la primera vez que descuartizó a alguien e indicó que las víctimas fueron desmembradas con un cuchillo.

'El Gringo' dijo que “cuando a uno le dan una orden tiene que cumplirla y me demoré 15 minutos”. El ex paramilitar también dijo que la orden la recibió de su hermano alias 'El Tigre', quien fue jefe de uno de los grupos del Frente Cacique Calarcá en la región rural de Caicedonia.

'El Gringo' dijo que un militar conocido con el alias de 'Fercho' les entregó a un hombre que estaba alertando al Ejército sobre la ubicación de los paramilitares. A raíz de sus denuncias, los paramilitares tuvieron que cambiar de ubicación en varias ocasiones. Por esa razón, según contó alias 'Aladino', el jefe paramilitar alias 'Sisas' ordenó “terapiarlo, así como él nos terapió a nosotros”.

La 'terapia' consistió en amarrar desnudo a la víctima a un palo y no dejarlo dormir. Para ello, los paramilitares lo golpearon, le arrojaron agua y lo insultaron durante sus turnos de guardia. Alias 'El Indio' y alias 'Junior', contaron que a la mañana siguiente llevaron a la víctima a una pinera, en donde fue asesinada a garrote. Los postulados dijeron que escucharon que el responsable del asesinato fue alias '01' y que también le cortaron una oreja antes de morir.

En noviembre de 2000 los paramilitares también torturaron y asesinaron a una persona que fue señalada por algunos habitantes de la vereda San Gerardo como ladrón y asesino. Esa víctima fue colgada en un árbol de una finca y la obligaron a pasar la noche en vela para que se ahorcara cuando se durmiera.

 Uno de los métodos más crueles para matar de las AUC fueron las obras teatrales, el hacerse pasar por guerrilleros frente a los campesinos que se veían obligados a acogerlos, los supuestos guerrilleros les pedían comida en nombre de la guerrilla y quienes les daban eran asesinados, un método común en todas las regiones de Colombia que llevó al cementerio miles de campesinos inocentes.


LAS PRÁCTICAS CRIMINALES DEL FRENTE CACIQUE PIPINTÁ
Verdadabierta.com

La zona de influencia del grupo de contraguerrilla Los Buitres del Frente Cacique Pipintá abarcaba los municipios de Neira, Manizales, Chinchiná, Palestina, Arauca e Irra

Se hicieron pasar por guerrilleros, reclutaron menores de edad y arrojaron los cuerpos de sus víctimas al río Cauca. Así actuó el Frente Cacique Pipintá en Caldas y Risaralda durante nueve años
En dos de los casos confesados por el postulado quedó en evidencia la estrategia de hacerse pasar por insurgentes. Sobre el primero de ellos dijo: “llegamos a la finca de este señor con la lista que me dio alias ‘Mi rey’ y yo hago como si fuera de la guerrilla. Él muy amablemente nos colaboró y hasta nos dio desayuno. En ese momento yo comprobé que era colaborador y le di la orden a alias ‘Foca’ para que se lo llevara por la carretera que va del Palo hacia Supía, Caldas. Allá lo mataron”, narró Toro Arcila.

En el segundo caso, la víctima murió en circunstancias similares. El ex paramilitar contó que llegaron al predio y le dijeron que eran unos subalternos del comandante Rojas, que los había enviado a hablar con él. “Yo le pedí permiso para hacer el almuerzo en el trapiche que tenía y él muy amablemente nos dejó. Pasamos toda la tarde allá y luego yo le di la orden a alias ‘Piraña’ y a alias ‘Samaná’ para que lo ejecutaran”.

Los familiares de los asesinados, la mayoría de Villamaría, se sintieron impotentes. El desespero los atrapaba al escuchar los casos, se ponían de pie, caminaban, volvían a llorar, luego se sentaban. “Nos conocemos, somos casi vecinos y es horrible que este hombre diga que a quienes mató eran colaboradores de la guerrilla. Mi hijo estudiaba y era juicioso, apenas iba a cumplir 17 años. Es un mentiroso”, decía una señora ofuscada.


Finalmente, es cierto que en Colombia, el paramilitarismo de las AUC imitó la metodología franquista de exterminio de sus opositores.  El robo de niños fue una práctica común, no al nivel de España y Argentina ; la presencia del fenómeno se confirma en Colombia, lo que demuestra nuestra hipótesis de que el franquismo español se extendió en su presencia hasta la primera década  del siglo XXI en territorio colombiano.

Niños robados
Por: REDACCION EL TIEMPO

17 de agosto 2010 , 12:00 a.m.
http://www.eltiempo.com/bundles/eltiempocms/images/el-tiempo/logo-el-tiempo-azul.jpg?1525292562
Las audiencias de Justicia y Paz han venido develando los detalles de los más brutales crímenes que por varios años los paramilitares cometieron contra colombianos inocentes a lo largo y ancho del país. Dentro de ese mosaico de atrocidades, un informe de la pasada edición dominical de este diario reporta una práctica especialmente escabrosa: la de secuestrar a los hijos pequeños de las víctimas para entregarlos a desconocidos o criarlos como propios.
Por medio de las confesiones de los miembros desmovilizados de las autodefensas, las autoridades están reconstruyendo retazos de lo que podría constituirse en uno de los capítulos más sórdidos de nuestro conflicto interno. En el proceso de Justicia y Paz se han ubicado al menos una docena de casos de menores que figuraban como desaparecidos con sus padres, pero que en realidad terminaron siendo criados por familias ajenas. O, en el peor de los escenarios, por los asesinos de sus parientes. La magnitud de este crimen y su carácter sistemático aún son materia de investigación. No obstante, la Fiscalía ya ha aclarado la situación de decenas de casos similares en Bogotá, los Llanos Orientales, Putumayo, Antioquia y el Magdalena Medio.
Ciertamente, estas trágicas historias no son una novedad. Hace más de 10 años, este diario reveló lo ocurrido con el 'nieto' del ex jefe paramilitar Ramón Isaza. El menor era hijo de unos guerrilleros del Eln que una de las hijas de Isaza crió como suyo. A los niños robados por las autodefensas después de matar a sus padres se suman los que fueron regalados a familias campesinas de las zonas de conflicto, como, por ejemplo, Putumayo. Tampoco es una atrocidad exclusiva de la violencia colombiana. Durante la dictadura argentina, un número no determinado de bebés de desaparecidos políticos fueron secuestrados por militares, quienes, después de matar a sus madres, los criaron como propios o los dieron en adopción. La organización de las Abuelas de la Plaza de Mayo ha liderado en este país austral la recuperación de la verdadera identidad de un centenar de sus nietos, hoy adultos de más de 30 años.
Los desafíos que estos menores robados imponen al proceso de reconciliación son de una gran complejidad. Se trata de muchachos, algunos ya mayores de edad, que ignoran quiénes fueron sus progenitores o han crecido con sus victimarios. Las entregas sistemáticas de niños en pueblos bajo la órbita paramilitar y guerrillera -hay reportes de que las Farc también lo hacen- han creado una generación entera de adolescentes, literalmente 'hijos de la guerra'. Sin desconocer que los recursos de las unidades a cargo de Justicia y Paz se encuentran en el límite y muchas de estas sin fondos, estos niños merecen una especial atención.
Es perentorio que la Fiscalía continúe las labores de rastreo de los casos que se han detectado a partir de las audiencias. Las personas que los recibieron de los paras o los guerrilleros deberían tener garantías para poder informarles a las autoridades sin temor a represalias; igualmente, aquellos que están buscando a sus hijos perdidos en las puertas de Justicia y Paz.
Así como en los delitos cometidos por las autodefensas se trata de esclarecer la verdad de los miles de crímenes, en esta situación el derecho que hay que restablecer es el de la identidad de los menores. La reparación por haberlos convertido en botines de guerra empieza por restituirles la historia, la familia y el origen. Mantenerlos en la ignorancia es una doble victimización. Deberían, además, contar con un acompañamiento sicológico. De todas maneras, el destape de estas oscuras realidades ratifica el alto nivel de degradación al que ha llegado el conflicto interno y en el que continúa.

5.     LOS NAZIS:  ASESORES EN LA SOMBRA DEL FRANQUISMO LATINOAMERICANO

Este estudio es vital para comprender la Historia Latinoamericana y Colombiana porque nos muestra la manera como un dictador, Franco,  crea una mentalidad del extermino que  sería la base teórica para formatear el cerebro de los dictadores latinoamericanos y justificar todo el andamiaje de represión que se vivió en este continente, andamiaje del cual los Colombianos no se escaparon. 

Queda por reflexionar eso de que pasó en la Alemania dominada  por los aliados, después de Hitler, luego de que el führer fuera derrotado, que pasó con esa impresionante cantidad de población nazi que quedó viva después de la guerra, si bien una parte de ella, la de la Alemania del este quedó bajo el manto de la influencia soviética y por ende el fin del nazismo allí fue radical, quedó la población de la Alemania occidental, sin prohibiciones, inmersa en la idea de la libertad.  En la una y en la otra una inmensa cantidad de población comprometida en masacres y exterminios que ciertamente no olvidaron a su  führer  y que hoy representa una masa importante de la sociedad alemana de la extrema derecha, el mismo fenómeno se vivió en Austria, esto nos dejó una gran inquietud a resolver, ¿cuál fue durante el transcurso de la guerra fría la relación entre esa inmensa cantidad de sociedad civil nazi de Alemania y la España de Franco  con América Latina?, es que como con el comunismo que levantó la bandera del “internacionalismo proletario”, es decir la ayuda a los movimientos sociales antiamericanos, hubo algún tipo de internacionalismo fascista que se inmiscuyó en los asuntos internos de España y Latinoamérica?, lo cierto del caso es que en América Latina si hubo una organización fascista “Colonia dignidad” que representó el internacionalismo nazi y queda por resolver la relación de ella con la Alemania de la Europa Occidental , espacio donde el nazismo gozó y sigue gozando de cierta presencia dominante, la idea de que los criminales nazis, por lo menos aquellos no conocidos se quedaron en el cono sur, desde que Perón los acogió, sin retornar a sus tierras no es muy atrayente debido a que la Alemania Occidental continuó siendo un espacio en donde luego de los juicios de Núremberg nada pasó con muchos mandos medios y soldados nazis.

Uki Goñe (en:  América latina era cueva de nazis, según ensayo) http://www.dw.de/per%C3%B3n-y-los-nazis-una-fraternal-relaci%C3%B3n/a-2541762, es un autor argentino que escribió el libro “La auténtica ODESSA- La fuga nazi a la Argentina de Perón”,  sus apreciaciones en el año 2007 cuando hizo una gira por Europa para explicar su libro son valiosas, claramente Juan Domingo Perón y su gobierno fueron los que permitieron la instalación en Argentina de miles de Nazis comprometidos con el holocausto judío en Alemania, su gobierno los protegió y los instaló, ya en Brasil los Nazis se habían instalado aún antes de la segunda guerra mundial, los contactos de la policía secreta alemana con Perón fueron constantes según el autor, ellos se instalaron también en Chile y otros países de Suramérica y fundaron la ya mencionada “Colonia dignidad”, que asesoró las dictaduras pro-franquistas en métodos de tortura y aniquilamiento.  Siendo una organización clandestina, o sea, una sociedad secreta,  es correcto pensar que ellos colaboraron activamente en el combate contra los opositores en América Latina. 

Está claro que Perón no fue un dictador en el sentido pleno de la palabra al estilo Pinochet, él fue impuesto en 1943 por una junta militar y contra él hubo un golpe de Estado en 1945, los militares que lo derrocaron lo restituyeron rápidamente a condición de que convocara a elecciones,  en 1946 las elecciones fueron ganadas por Perón, quien fue derrocado nuevamente en 1955, no es entonces el estilo Pinochet el que se impuso, es el modelo “Colombia” un país de elecciones, pero dominado institucionalmente por la filosofía franquista que convierte al presidente en una especie de “dictador con corbata”, diferente al “dictador con charreteras”  característico del franquismo puro, el control de las instituciones le permitió a Perón vestido con corbata de importar decenas de criminales nazis a su territorio, con un tesoro incalculable y dispuestos a continuar en Sudamérica con el legado de su führer.

El rastro del Nazismo alemán en América Latina es a simple  vista fácil de identificar, lo primero, la quema de libros, el ataque a la intelectualidad que en Alemania fue parte de la estrategia Nazi para eliminar los opositores, la quema masiva de libros de intelectuales judíos o de críticos del sistema totalitario fue uno de los actos públicos más publicitados y el fenómeno se repitió al pie de la letra en Argentina,  el robo de niños hijos de opositores de detenidos fue parte del terrorismo de Estado en España y se repitió al pie de la letra en Argentina y Chile, en Colombia  se conocen casos de niños robados por paramilitares pero a soldados del ejército que no obedecían sus órdenes, los niños eran entregados a pastores evangélicos pero el fenómeno no fue masivo como en España o en  Argentina.  Las desapariciones forzadas fueron constantes en América Latina y fue un método importado desde la España franquista, los asesinatos selectivos fueron también parte de las practicas comunes nazis que se impusieron con fuerza entre los franquistas españoles y criollos y finalmente las masacres colectivas la técnica más respondida, fue en esencia el método de predilección entre los alemanes y el más copiado por los españoles quienes lo expandieron hacia américa Latina como parte de su  estrategia predilecta.  Si Franco gozó del beneficio de científicos alemanes para justificar sus crímenes,  aprovechó los consejeros nazis para aprender a exterminar la oposición y garantizar su triunfo y su hegemonía como dictador durante cuarenta años, sus consejeros asesoraron los dictadores latinoamericanos  a través de un poderoso puente: la CIA y el FBI quienes contrataron los mejores expertos nazis luego del fin de la segunda guerra mundial, entre ellos Klaus Barbie (comenzó a trabajar para la CIA en 1947, ver:  http://www.fronteralatina.de/2011/01/criminal-nazi-klaus-barbie-trabajo-para-cia-en-bolivia.html y se escudaron en la poderosa organización clandestina nazi que se asentó en América Latina llamada “Colonia dignidad”).

Signos claros de una presencia nazi operando en América Latina y ayudando a masacrar la oposición, la encontramos en Bolivia durante la dictadura de García Meza, Klaus Barbie  era teniente coronel honorifico de la armada Boliviana,  Klaus Barbie contaba con un grado de oficial superior y mando dentro del Servicio de Inteligencia del Ejército de Bolivia, como señala las conclusiones del informe “Nunca Más” para Bolivia, 



“El General Luis Arce Gómez, con autorización del Alto Mando, otorgó el grado de Teniente Coronel honorífico a Klaus Altmann (Barbie), el 12 de febrero de 1980, cinco meses antes del golpe de Estado. Entre los asesores extranjeros también se comprobó la participación del Mayor de las FF.AA. de Argentina, Julio César Durand, así como de los neofascistas italianos Stefano Delle Chiaie y Pierluigi Pagliai.”

La recurrencia de los americanos a contratar Nazis como espías, es algo corroborado por el historiador  de la Universidad de Florida, Norman Goda, quien en entrevista al New York Times explicó que el FBI y la CIA emplearon agentes Nazis como espías en su lucha contra el comunismo, alrededor de mil. Según el libro “Odessa al sur” del argentino Jorge Camarasa, en el subtítulo “La Argentina como refugio de nazis y criminales de guerra” , los nazis practicaron después de su huida hacia el cono sur en 1946, el lavado de dineros a través de la fundación de empresas, “…se detectaron 750 sociedades para el lavado de los fondos nazis de las cuales 98 correspondían a Argentina, 233 estaban repartidas entre Chile, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Bolivia y Ecuador, 214 en Suiza, 112 en España, 58 en Portugal y 35 en Turquía”, ello significa que en la sombra los nazis se convirtieron en empresarios,  50 años después en el 2007 los cazadores nazis  continuaban el rastreo de los genocidas, “En total, los investigadores del Centro, que comenzaron la "caza de nazis" en 1992, han conseguido rastrear el nombre de 488 sospechosos en veinte países. Según una investigación del Centro, "al menos varios miles de individuos que participaron en el holocausto nazi" están aún con vida "y jamás han sido procesados por sus crímenes", según el centro  Simón Wiesentha, que indaga el paradero de los criminales”.

6.     LA RESISTENCIA A LAS DICTADURAS

Al lado de esta salvaje represión provocada por el plan cóndor  estallaron los movimientos insurgentes en América Latina como un mecanismo de resistencia a la opresión. Colombia al ser ese laboratorio de experimentación con el fascismo es el espacio donde estallan las oposiciones armadas organizadas antifranquistas.  El asesinato de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948 y la ofensiva del gobierno contra los militantes gaitanistas provocó el surgimiento de guerrillas liberales y durante la dictadura de Rojas Pinilla de guerrillas comunistas que sirvieron como modelo al Movimiento 26 de Julio que en 1959 derrotó la dictadura pro-franquista de Fulgencio Batista en Cuba, primer movimiento triunfante contra el fascismo.
 
Hubo de parte de la izquierda una fuerte desconfianza hacia las dictaduras, una oposición total a ellas porque significaban su desaparición, desde la década del 70, allí donde no habían dictaduras como en Colombia y Venezuela por ejemplo, la desconfianza era igual, ya que la filosofía de la seguridad nacional se expandió hacia ellas y la cosmogonía franquista se impuso  y convivió con los sistemas de democracia restringida.  Ya el triunfo cubano en 1959 se había transformado en una experiencia positiva para las luchas anti-imperialistas en América Latina y el fracaso en 1961 de la invasión a este país reforzó el espíritu revolucionario a favor de las luchas armadas en los partidos de izquierda del continente que tuvo un icono en el “Che Guevara” y su quijotesca intervención en Bolivia en donde fue diezmado por tropas americanas, la epopeya guevarista se transformó en una inspiración para los hombres de izquierda del mundo.

La inquietud que nace entorno a estos movimientos insurreccionales es que fue primero, el huevo o la gallina, es decir ¿fueron las dictaduras una respuesta de las clases altas latinoamericanas al devenir de movimientos rebeldes denominados genéricamente por los dictadores como “terroristas” que amenazaban sus propiedades y su status quo social? O al contrario, ¿fue la brutalidad de las dictaduras militares la que provocó  eso que en las izquierdas se llama “resistencia armada a la opresión”?

La realidad muestra claramente que fueron las dictaduras las que provocaron el fenómeno.
 
En Colombia por ejemplo, las guerrillas liberales y comunistas nacieron como una respuesta a una violencia desmedida de los sectores franquistas criollos que repitieron la historia de la guerra civil española, una provocación primaria, el asesinato del líder Jorge Eliecer Gaitán en 1948, una represión brutal contra los protestatarios conmovidos por la muerte de su líder, una anulación del congreso luego de imponer un candidato, Laureano Gómez, sin competidor en las elecciones, luego una persecución violenta de gaitanistas a través de una policía política especializada, “los chulavitas”, luego la imposición de una dictadura, la de Rojas Pinilla que prohíbe los partidos, sataniza el comunismo y lanza ataques sobre zonas de influencia de opositores dejando una importante cifra de muertos. La lucha insurgente se transformó aquí en una necesidad para sobrevivir, para defender la vida, de parte de los Partidos antifranquistas.  Durante la década del cincuenta varios dirigentes políticos legalmente hechos presidentes, que reivindicaban la igualdad y las luchas contra las empresas transnacionales americanas que controlaban y dominaban los países fueron víctimas de derrocamientos violentos,  unos directamente organizados por la CIA (Jacobo Árbenz Guzmán  en Guatemala), otros por las Fuerzas Armadas pro-franquistas (Perón en Argentina en 1955), lo que evidentemente llenó de desconfianza a los opositores nacionalistas revolucionarios y a los comunistas que fueron asimilados como lo mismo, pro-soviéticos que ponían en riesgo la seguridad y los intereses americanos o “inferiores” promotores de la igualdad que desestabilizaban los países.  En un mundo globalizado en dos bloques, el americano y el soviético, con filosofías opuestas, la comunicación entre los partidos de izquierda era constante como constante era la comunicación entre dictadores y dirigentes conservadores; la masacre de opositores en Colombia y el derrocamiento violento de presidentes de izquierda elegidos a través de elecciones dio inicio a un movimiento de resistencia a las dictaduras que se inició en Colombia y que continuó en Cuba con el triunfo en 1959 del movimiento “26 de julio” sobre el general Fulgencio Batista, una gran epopeya de los dirigentes opositores al franquismo criollo, porque el triunfo fue provocado por una batalla militar. 

Es muy difícil pensar que los opositores latinoamericanos a las dictaduras se hallan lanzado a la batalla armada solamente por el triunfo de la revolución cubana, fue los grados de brutalidad de las dictaduras el factor que provocó el inicio de la lucha insurreccional, que pronto se organizó en 1961 en Nicaragua con la formación del Frente Sandinista que se insurreccionó contra la dictadura del general Somoza, En Venezuela Las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional en 1962,  luego a Colombia con la fundación de las FARC en 1964, en un país de elecciones, sin dictadura formal pero con un régimen político excluyente, una “Dictadura civil”, que dio origen en la década del sesenta al ELN y al EPL y en la década del setenta al M-19, más tarde al movimiento indigenista “Quintín Lame”, la mayoría de estos grupos guerrilleros han firmado tratados de paz con el gobierno y hoy son Partidos Políticos;  en 1965 surgió en Chile el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), en el Perú el movimiento Sendero Luminoso, de inspiración maoísta, derrotado por sus desbordes con la sociedad civil;  de esta década del sesenta data el surgimiento de Los Tupamaros en Uruguay en 1965, su primera acción fue el asesinato de un general, Pedro Eugenio Aramburu, líder del movimiento que en 1955 derrocó a Perón.  La liga Comunista 23 de septiembre se creó en México a principios de la década del setenta y de la misma fecha data el origen de los Montoneros en la Argentina. Durante la década del ochenta la respuesta insurreccional a las dictaduras se desarrolló en El Salvador, con la creación el 10 de octubre de 1980 del Frente Farabundo Martí, La Unidad Revolucionaria Guatemalteca fundada el 7 de febrero de 1982, el Movimiento Túpac-Amaru en el Perú en 1984, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez en 1983 en Chile que se enfrentó a la dictadura de Pinochet y el movimiento Alfaro Vive Carajo en 1983 en Ecuador. A principios de la década del noventa El Frente Zapatista de Liberación Nacional en México.

De estos movimientos insurreccionales surgieron en algunos casos gobiernos de dictaduras revolucionarias como La cubana (1959-2015) o la nicaragüense entre 1979 y 1990, hasta su fracaso, luego el sandinismo se transforma en un movimiento político victorioso que retoma el poder, acoplado a una democracia delegativa y el Frente Farabundo Martí de El Salvador que en 1992  hace un tratado de paz con el gobierno salvadoreño que convoca a elecciones, en las que han participado con un éxito importante, hoy controlan la presidencia del país, como los sandinistas en Nicaragua. El FZLN de México, subsiste con su proyecto político pero sin actividad militar como ha sido su filosofía.

En Sudamérica, los exdirigentes guerrilleros son hoy gobierno en Brasil y en el Uruguay, en Colombia administran la alcaldía de la capital, la guerrilla aún subsiste y lleva a cabo un proceso de paz con el presidente Juan Manuel Santos, en el resto de países los guerrilleros fueron en algunos casos derrotados (Sendero Luminoso en el Perú, Las guerrillas argentinas), en otros simplemente se aislaron de la vida política y fueron desmontados por sus líderes (Chile).  El advenimiento de democracias desde la década del noventa y la admisibilidad de las fuerzas armadas del triunfo electoral de las izquierdas han desvirtuado la idea del renacer de movimientos de resistencia armada, lo que demuestra claramente que las insurgencias si explotan en momentos de fuerte represión y que la idea de que los movimientos guerrilleros eran simples extensiones del ejército soviético, debe ser desvirtuada.  El fin de la cortina de hierro en 1989, no significó el ocaso de las guerrillas colombianas que han subsistido hasta nuestros días.

7.     EL RETORNO DE “EL CONDOR”

La sociedad Colombiana es una de las pocas sociedades  de América latina en la cual la persistencia de la violencia tiene tradición histórica; se creó desde la incursión del franquismo en la década del cuarenta una clase dominante que se apropió de una metodología de la crueldad en exceso para controlar el poder.  El “Cóndor”, León  María Lozano, inició la época del terror como un instrumento del Estado para imponerse copiado del andamiaje de Franco.  Si León María Lozano fue condecorado en su época por hacer un genocidio de gaitanistas con la gran Cruz de San Carlos por el Presidente Laureano Gómez y este a su vez condecoró a Franco con la gran Cruz de Boyacá, fue esencialmente debido a esa violencia desmedida con la cual los partidarios laureanistas  ganaban sus batallas, violencia de estilo mafioso parecida a la que practican las gangas de gánster en Italia o los Estados Unidos. Para la implementación de esta metodología de exterminio, el elemento esencial fue el control gubernamental y de este, el control de las fuerzas armadas con quienes paralelamente convivían redes privadas de sicarios que operaban libremente, es decir gozaban de cierta licencia para hacer masacres, cometer homicidios y desapariciones, lo que hoy se llaman grupos paramilitares.

La operatividad era facilitada por la legislación de orden público como el estado de sitio y el toque de queda;  el toque de queda obliga a los ciudadanos a quedarse en sus casas desde cierta hora en la noche y ello facilitó la operatividad libre de los paramilitares.  Para el caso de “El Cóndor”,  la presencia de la cosmogonía franquista se vislumbra en la fe católica y en el fanatismo religioso de los paramilitares que se convierten en héroes por sus acciones de defensa de la religión católica y sus gritos de “viva Cristo-rey” antes de matar que exprimen la emotividad doctrinaria al estilo de la “noche de San Bartolomé”.  La ovación católica a los paramilitares de “El Cóndor”  se debió en esencia a su acción dinamitera contra los manifestantes gaitanistas que se movilizaron el 9 de abril en Tuluá, Valle.  Después la conformación con él de un amplio grupo de asesinos financiados por el directorio conservador; la preparación militar denota una fuerte influencia de los métodos del franquismo, el corte de franela que practicaban los sicarios era característico  de las tropas de franco y también la tortura antes de ejecutar la víctima.  Fue el directorio político del Partido Conservador el que protegió los sicarios aprovechando el control que tenía del gobierno.  El Cóndor se transformó en una figura nacional respetable, a la que los conservadores hicieron “millonario”, su familia recibió privilegios inconmensurables, su hija trabajó en Cuba como diplomática y él mismo habitó en ese país en la época del dominio franquista de Batista.
El modelo Cóndor se impuso en América Latina desde 1975 cuando Pinochet fundó el “Grupo Cóndor” y puso en marcha la “Operación Cóndor” en homenaje al recién fallecido Franco, pero también en homenaje a la epopeya católica de León María Lozano alias “El Cóndor”; el modelo fue copiado por Pinochet al pie de la letra de los colombianos, bajo las mismas circunstancias: un dictador que controla un gobierno con fanáticos católicos e inspirado en la fe cristiana, con una legislación represiva y un grupo paramilitar que actúa con licencia para matar, se mueve por todo el territorio sin ser controlado por las Fuerzas Armadas (para el caso de Pinochet  en todo el mundo, así como en Colombia, en América Latina el modelo fue letal para los opositores).

El retorno del Cóndor se efectuó en Colombia en 1982, con la creación de un enorme aparato paramilitar cuyo jefe fue Pablo Escobar, el “MAS” o Muerte a  Secuestradores un enorme grupo sicarial dedicado a ejecutar opositores comunistas con la avenencia de las Fuerzas Armadas, quienes asumieron los mismos comportamientos de sus colegas en la época de León María Lozano “El Cóndor”.  El divorcio formal con los militares se efectuó en 1985 con el inicio de la guerra entre Escobar y el gobierno de Belisario Betancur que dejó miles de muertos, Escobar se transformó en el protegido más importante de la Iglesia católica y el carácter narcotraficante de su organización le dio un tinte narco al catolicismo, La virgen de los sicarios, fue una creación de su gente, con un templo especial en Medellín donde los matones, así como el Cóndor, efectuaban ritos religiosos antes de ejecutar sus víctimas, con un himno especial acoplado a las creencias católicas, “la Cruz de Marihuana”.

Hay un tercer momento en el que “El Cóndor” retorna como metodología de exterminio, esta vez a principios del siglo XXI cuando se conforman las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), cuyo jefe Carlos Castaño revivió la metodología y desató las más grandes masacres de opositores que haya soportado la historia de Colombia. Las técnicas de tortura, masacre, homicidios y desapariciones fueron idénticas. El culto religiosos y la invocación a Dios para justificar las muertes y luchar contra el comunismo, fue un elemento importante de los argumentos explicativos de las AUC, aunque Carlos Castaño a diferencia del sicópata Lozano, se encontró con un importante grupo de opositores dentro del catolicismo:  la Teología de la Liberación, que asumió la misma actitud de buena parte de la comunidad religiosa centroamericana que se rebeló contra los dictadores pro-franquistas y se alinearon al lado de los “herejes”, las gentes pobres del campo y la ciudad.  La cantidad de religiosos asesinados por las AUC en Colombia en la época de su esplendor genocida fue importante. Obispos y monjas, sacerdotes, feligreses e intelectuales jesuitas se cuentan entre sus víctimas.

El cuarto momento corresponde al que inauguran las “Águilas Negras”, “los Urabeños” y “los rastrojos”, grupos de exterminio que defienden los mismos principios pro-franquistas y actúan con las mismas técnicas, ellos defiende públicamente el movimiento político uribista e intimidan líderes de oposición.

En América Latina el retorno de “El Cóndor”  ha causado estragos especialmente en México, en donde un grupo pro-católico que se hace llamar “Los Caballeros Templarios de Michoacán”  desató una inmensa ofensiva en esa zona del país, una fotocopia exacta de la actividad de “El Cóndor”  en el Valle del Cauca Colombiano en la primera mitad de la década del cincuenta y sobretodo de las AUC de las cuales se nota  que copiaron toda su metodología especialmente esa de ahorcar sus víctimas y exponerlas a los ciudadanos como forma de intimidación.  En este caso hay una reivindicación pura del catolicismo, del ser católico al estilo de la época de la edad media.  Masacres, asesinatos, torturas, desapariciones y boleteo al mejor estilo de “El Cóndor”,  todo un código normativo que obliga a la gente a abandonar la zona sino se es católico, el mismo método del terrorismo islámico en Irak y Siria, una especie de Yihad católica.

La experiencia histórica demuestra que el trasfondo último de este tipo de ola represiva es no solamente el control del poder político, sino esencialmente el robo de tierras. Una de las herencias más nefastas de la metodología Cóndor de la década del cincuenta en Colombia.  Tanto durante la represión de “Los Pájaros” durante la década del cincuenta, como la violencia paramilitar de las AUC la cantidad de tierras transferidas al paramilitarismo  fue enorme e incalculable,  en  favor de los grandes propietarios y en contra de los campesinos pobres.  El desplazamiento forzado provocado por la violencia paramilitar reconfiguró las ciudades y aceleró el problema del marginamiento urbano.

8.     FRANQUISMO Y APARTHEID SOCIAL EN AMERICA LATINA

Según la idiosincrasia o el imaginario franquista, el mejor gobierno es el gobierno de las aristocracias, son los pudientes, cuando surge alguien de abajo que quiere suplantarlos entonces eso los enfada, porque los de abajo según ellos, son débiles, son imbéciles y si ellos gobiernan la sociedad involuciona, por eso hay que apartarlos, segregarlos, por la fuerza colocarlos en su lugar, eso es  lo que explica el golpe militar contra Jacobo Arbenz, en Guatemala en 1954, contra Salvador Allende en Chile en 1973 o el atentado contra Arnulfo Romero en El Salvador en 1980 o el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en Colombia en 1948 o el derrocamiento del Perón de izquierda en 1955, apodado “el descamisado” por los franquistas, ciertamente el exilio de Perón en España fue su peor error, los franquistas lo transformaron en un verdadero cristiano monarquista y luego de su retorno en España, la idea de la solidaridad con los descamisados ya no era parte de su ideario, por eso los franquistas lo dejaron ser presidente en 1973, en ese año creó la triple A argentina, hecha para exterminar Los Montoneros, sus rivales dentro del Partido Justicialista, solidarios con las plebes y sus sufrimientos. El asesinato de líderes de izquierda solidarios con los pobres fue una característica del militarismo Franquista, en Colombia por ejemplo cobró la vida de cuatro candidatos presidenciales (Jaime Pardo leal, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro y Luis Carlos Galán) y más de 10.000 líderes en las décadas del ochenta y noventa.

La idea de la segregación es bien marcada en el ideario segregacionista del franquismo, el mismo es una doctrina de la segregación; la vida asceta de los sacerdotes y monjas que habitan en un monasterio alejados de la plebe tiene su explicación en la teoría de la contaminación, ellos siendo los puros deberían evitar contagiarse con los impuros, los pobres, para evitar la tentación por el demonio, esta visión presenta al no rico como parte de un mundo perverso que debe soportar el rigor,  el sufrimiento del cuerpo para que su alma sea purificada.

Aún antes de que comenzara el complot franquista contra América latina en 1948, el apartheid social, la segregación humana ya existía y también el odio a los pobres, eso se constata con la represión a las protestas artesanas en 1919  en Bogotá o la masacre de obreros bananeros en  1928 en la región de Urabá. La escisión de grupos sociales en Plutocracia, clase media y sectores populares había sido un legado histórico y con ella una concepción bien marcada de las oligarquías de su ineluctable destino manifiesto por obra divina para gobernar la sociedad con mano de hierro. En la base social de la pirámide, siempre encontramos los negros y los indígenas que soportaron la miseria durante todo el siglo XIX y XX y a su lado,  una masa enorme de campesinos pobres sin tierra que laboraban en las fincas como peones o jornaleros, con salarios miserables,  dentro de los cuales existían verdaderos esclavos, hombres que no recibían salario alguno, solamente su sustento diario en comida y un alojamiento miserable, un pequeño cuarto con una cama, sin mayor espacio, hasta bien entrado el siglo XX no tenían el derecho a votar.  Algo parecido soportaron las mujeres que vivieron sin derechos políticos hasta la primera mitad del siglo XX, totalmente dependientes de los hombres como es característico en los modelos religiosos, obligadas a trabajar intensamente por nada. 

Los procesos de urbanización que afrontaron los países latinoamericanos transformaron la ciudad en el eje central del desarrollo económico y el campo en un ente productivo para la ciudad y el comercio internacional.  El apartheid social cambió de fisonomía, aparecieron en el campo las grandes masas de jornaleros que trabajaban en el campo y vivían en las ciudades, las grandes masas de marginados, gentes que venían del campo a las ciudades huyendo de la violencia y la miseria, instalados dentro de las urbes como analfabetas, con una identidad cultural plenamente campesina, enfrentados a los prejuicios raciales de las aristocracias urbanas preinstaladas con una cultura diferente copiada de las urbes europeas, valores musicales diferentes, maneras de vestir disímiles, formas de comportarse contrarias y educadas por la red escolar que existía.  Fue la campesinización de la ciudad, no la urbanización, fue una enorme ciudad campesina que se construyó al lado de la urbe normal que se mostraba incontrolada en momentos en los cuales las ideologías que defendían a los sectores populares, como el Marxismo-leninismo estaban en boga e incitaba los ciudadanos a protestar contra el utilitarismo burgués, el egocentrismo, el narcisismo de la aristocracia católica, con colegios que simbolizaban el mundo elitista de los católicos.  La ciudad se inundó de caballos, utilizados como fuerza de trabajo urbana, de casas de madera, de gentes que cocinaban con leña, que alumbraban con velas, inclusive en no pocos casos de vacas  y toros que pastaban en los parques urbanos, desde la década del cincuenta el proceso de campesinización de las ciudades empobreció las urbes, estallaron los problemas sociales que originaron los conflictos sociales que han tenido continuidad histórica: los paros cívicos, las huelgas urbanas y las insurrecciones armadas.

La creación de una maquinaria de muerte desde el catolicismo fue un hecho real que cobijó desde después de la segunda guerra mundial toda la sociedad latinoamericana, los católicos no solo habían perdido la batalla contra el comunismo en la Unión Soviética, también habían sido víctimas de la esclavitud de los Goulags estalinistas (a donde fueron llevados decenas de prisioneros alemanes que nunca aparecieron), de la muerte en masa en Ucrania de física hambre (1 millón), el “Holodomor”  o gran hambruna en la década del treinta  producto de la represión estalinista hacia el campesinado, buena parte del cual era de ascendencia católica,  en 1914 soportaron un genocidio cruel provocado por Turcos que diezmaron y enviaron al exilio la comunidad armeniana católica ortodoxa, las víctimas se cuentan por millones en este caso.

La idea fija de la revancha frente al comunismo y los no católicos, de desatar la venganza contra su contradictor,  fue lo que provocó la oleada de muerte que soportaron los latinoamericanos después de la segunda guerra mundial. Se trataba para los franquistas de crear una tenaza para evitar la deserción de su feligresía hacia la izquierda y sobre todo para evitar que esa vaga de reformas y de expropiaciones de tierra, de fin del poder clerical  que provocó la revolución cubana se expandiera hacia otros países de América Latina donde los privilegios clericales y americanos eran enormes.  Los opositores de izquierda latinoamericanos, socialistas, demócratas o comunistas que buscaban transformar la sociedad semi-colonial heredada de los españoles realmente desarrollaron su actividad política en un medio amenazante donde nazis perdedores y franquistas vengadores estaban dispuestos a cobrarles la humillación que significó la derrota durante la segunda guerra mundial por unos y las persecuciones y genocidios por otro; la venganza no se hizo esperar, de norte a sur las matanzas, las torturas, las desapariciones y las detenciones arbitrarias marcaron la historia política de América latina hasta inicios de la década del noventa, todas motivadas por la defensa de la cristiandad católica y sus propiedades y claro que sí de los intereses americanos en el continente.

9.     LA RAIGAMBRE FRANQUISTA DEL URIBISMO: RASGOS Y SINTOMAS

Los viejos movimientos de extrema derecha no desaparecieron del escenario latinoamericano después de los procesos de transición a la democracia, al contrario la generalización del sistema electoral en América Latina los obligó a acoplarse a las nuevas circunstancias.  El fin del bloque soviético, estimuló en los movimientos de izquierda radicales la idea de aceptar la convivencia con la base social de los movimientos pro-franquistas que se transformaron en movimientos minoritarios.  Luego del tutelaje durante una década que practicó Carlos Menen sobre los militares argentinos, estos sufrieron una debacle impresionante, uno de los máximos líderes, el general Videla, terminó sus últimos días en la cárcel, Pinochet terminó sus días como senador vitalicio,  Duvalier murió sin ser procesado por sus crímenes en Haití y los Tonton Macoutes se pasean campantes, hoy viejos, con miles de crímenes a sus espaldas sin que la justicia los toque.

 El pinochetismo representa hoy por hoy una minoría no importante en el continente, la estrategia del golpe de Estado funcionó de manera eficaz en Honduras, país donde el pinochetismo tiene una base social y militar fuerte, el presidente Zelaya fue derrocado por sus medidas de corte reformista liberal, pero los militares convocaron rápidamente a elecciones, medida que demuestra el temor de ellos a quedarse a largo plazo y la necesidad de respetar el régimen de democracia delegativa; en Venezuela, una primera tentativa de golpe de Estado contra el presidente Chavez fue abortada por sus mandos medios que se lanzaron a detener a sus superiores, generales apoyados por la extrema derecha que buscaba imponerse por la fuerza  y otro golpe de Estado abortado por el presidente Nicolás maduro en febrero del 2015 después de las protestas de la base social de la extrema derecha que busca derrocarlo.  La fortaleza de la extrema derecha venezolana estriba esencialmente en el apoyo de las extremas derechas colombianas y americanas que buscan afanosamente hacerse al control del poder. El enfrentamiento izquierda-extrema derecha en Venezuela denota el devenir del movimiento pro franquista como un actor de actualidad, en este caso no bajo el mando de militares, si no de políticos recalcitrantes formados en el odio a sus contrincantes que agitan ideas de igualdad, igualitarios empotrados en las mentes de las gentes pobres y trabajadoras que se han beneficiado de sus políticas sociales. 
El franquismo colombiano tuvo su esplendor hasta el año 2010, su más acérrimo representante, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, perdió las elecciones frente al candidato Juan Manuel Santos, en el año 2014, el presidente Santos fue reelegido, él aglutinó a su alrededor una gama de dirigentes y fuerzas políticas de izquierda-centro y derecha fatigadas del conflicto armado y alrededor de una reivindicación central: el fin de la guerra.

Hoy el partido “Puro Centro Democrático” representa sin lugar a dudas una corriente heredera del pinochetismo y su filosofía franquista es la extensión hacia Colombia de ese movimiento de extrema derecha que le hace oposición al chavismo.  Una de las reivindicaciones centrales de Uribe Vélez es la denuncia del chavismo por eso su relación estrecha con los anti-izquierdistas de Venezuela, el expresidente le dio asilo político a los golpistas que fracasaron en su intento de derrocar a Chávez y su odio al chavismo es radical, a tal punto de ser denunciado por el propio Nicolás Maduro como un complotista que quiere aniquilarlo.  Sus campañas políticas han sido esencialmente campañas anti-chavistas, su odio a los izquierdistas lo ha llevado a difundir la idea de que el chavismo es el responsable de la tragedia colombiana, que ellos son los que arman y esconden a las FARC, alrededor de todo ese discurso ha creado toda una teoría del complot (una enorme mentira) que ha buscado enfrentar los colombianos con los venezolanos para sacar partida electoral de la explosión del nacionalismo, un viejo truco del pinochetismo que convenció a los chilenos de que los responsables de los males que aquejaban su pueblo eran los comunistas títeres de cubanos y soviéticos, con ello justificó su genocidio, el mismo truco fue utilizado por los militares argentinos cuando a comienzos de la década del ochenta hicieron explotar el sentimiento nacionalista argentino para mantenerse como gobernantes invadiendo la isla de las Malvinas administrada por los ingleses a un lado del territorio argentino, guerra que perdieron.

La herencia pinochetista que acogió a Uribe Vélez encontró en “las chuzadas” una de sus tácticas preferidas.  Durante su gobierno, líderes de oposición, organizaciones de derechos humanos y hasta jueces y magistrados fueron objeto de un milimétrico espionaje. Solo en las épocas de las dictaduras se vivió este tipo de acción de Estado prohibida constitucionalmente, en recientes noticias televisivas su candidato a la presidencia fue vinculado en un escándalo de chuzadas, ósea de espionaje sobre los miembros de la mesa de diálogo en la Habana. El espionaje y el control de contrarios a ese estilo fueron practicados en Uruguay en la época del dominio franquista sobre la totalidad de la población y es un método revivido por el uribismo.

Otro escándalo durante su gobierno que tiene relación con la crueldad pinochetista fue el de los falsos positivos; militares activos asesinaron durante su gobierno miles de colombianos desempleados disfrazándolos de guerrilleros para cobrar ascensos y primas como parte del estímulo que el uribismo daba a los castrenses por su eficiencia en el combate que ellos asimilaron como el número de muertes de insurgentes por mes. Este estilo era propio de las dictaduras del grupo Cóndor que daban licencia a sus soldados para matar ciudadanos sin ningún control, decenas de ciudadanos fueron asesinados, ciudadanos sin ningún tipo de militancia política citados en los cuarteles, luego de presentarse eran detenidos y desaparecidos, la victima aparecía como un subversivo dado de baja y el premio al militar era reconocido con ascensos; este estilo criminal fue constante entre los franquistas chilenos, argentinos, uruguayos, paraguayos y bolivianos  como lo testimonia uno de los tantos casos de la Comisión de la verdad de Uruguay: https://www.google.ch/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CCAQFjAA&url=http%3A%2F%2Fsdh.gub.uy%2Fwps%2Fwcm%2Fconnect%2F1143f880469912a7bd21ff9f3795f97e%2FPERRINI%2BGUALA%2C%2BAldo%2BFrancisco.pdf%3FMOD%3DAJPERES%26attachment%3Dtrue%26id%3D1418830767139&ei=hVQNVcbSAojlywPHj4HACg&usg=AFQjCNEnsHU7PmgqA_-AUPkyzGb15lCibg&sig2=qRtkTiV4avBUMrHRJswP5A&bvm=bv.88528373,d.bGQ

Aldo Perrini Gualo

Era casado, de 34 años, padre de tres hijos. Residía en Carmelo (Colonia) donde se dedicaba a la venta de helados. Fue detenido en su domicilio el 26 de febrero de 1974, y trasladado, junto a varias personas de la localidad, al Batallón de Infantería No. 4, en Colonia. El 4 de marzo su familia fue notificada de la muerte y reciben el cuerpo dentro del ataúd con amenazas de no tocar absolutamente nada. El superior de la unidad era el Comandante Soto.
Hay tres testimonios coincidentes respecto a las circunstancias en que murió Perrini. Uno de ellos afirma que deliraba a causa de los golpes:
'Pedía que lo dejaran ir pues tenía que llevar helado a Ombúes de Lavalle o se quejaba pues le rompían los envases. Una noche (. ..) alguien nos comenzó a sobrecargar de golpes a tres de nosotros. (Perrini) siempre en estado inconsciente comienza a tratarlo de asesino, de cobarde. Los enormes golpes y la cantidad de ellos que recibía, lo dejaban en el suelo pero siempre reaccionaba y comenzaba a insultarlo o con la historia del helado. Al día siguiente, levantándome la venda( . ..) vi que se encontraba en el suelo, su vientre era una mezcla de violeta con negro y rojo. Con la manera que respiraba daba la impresión de que iba a explotar, su camisa estaba media rota, tenía unos vaqueros y estaba descalzo. "
Otro testimonio refiere haber visto un ataúd en la enfermería del cuartel y que la guardia dijo que Perrini era el muerto. Otro detenido relata que en los días sucesivos, durante las torturas fue amenazado diciéndole: "Te conviene hablar porque aquí la quedó Perriní"



Como el pinochetismo, el uribismo se transformó en un enorme movimiento político de teatreros, las falsas desmovilizaciones de guerrilleros motivaron a creer en la eficiencia del presidente para aplastar la guerrilla.  Pagarle a grupos de menesterosos la suma de 500 mil pesos, darles uniformes y armas, enseñarles algo de formación militar y sacarlos en las cámaras televisivas como guerrilleros que deciden entregar sus armas y rendirse para aprovechar  las maravillas y las bondades del  gobierno fue algo que siempre utilizó el uribismo como estrategia publicitaria que lo mantuvo en el poder, con enormes rankings de simpatía aprovechando además cada escandalo publicitario a su favor que se producía  cada que se mostraba en la televisión un falso positivo.

Las cifras de la represión estatal en Colombia durante el gobierno de Uribe Vélez hablan por sí solas, una cifra elevada de torturas de líderes opositores y defensores de derechos humanos, una violencia sicarial de grupos de extrema derecha que incitaron y obligaron la población a votar por los uribistas, grupos incontrolados aliados de los militares que patrullaban y controlaban el orden social conjuntamente, militares activos que armaban y financiaban el paramilitarismo, altos jefes de su gobierno, fichas claves de los narcotraficantes y los paramilitares; en fin, todo un escándalo denominado “Parapolítica” que llevó decenas de militares a las cárceles; las confesiones de paramilitares que se desmovilizaron en el 2006 como efecto de los acuerdos de paz entre Uribe Vélez y las AUC denotan claramente una relación estrecha entre el uribismo y el paramilitarismo que azotó a Colombia desde la fundación de las AUC; fotos, videos, correspondencias son la prueba que permitieron abrir en Colombia una etapa, inaugurada por el presidente Juan Manuel Santos, idéntica a la que procesó a los militares en Argentina, Chile y Bolivia.  La justificación que dan los jefes de las AUC de la masacre que provocaron durante la primera administración de Uribe, es la misma que explicitaba Pinochet en sus discursos, se trataba de salvar los principios católicos y la nación de las garras del comunismo.  Los métodos de la policía chulavita de Laureano Gómez y de los soldados de Franco para masacrar la población renacieron con el brazo militar del uribismo, las AUC: descuartizamientos que se presentaron por doquier entre 2000 y 2006, torturas, asesinato selectivo y lo más letal, las masacres colectivas hechas para intimidar las colectividades y obligarlas a apoyar el franquismo criollo, en casos aislados y pocos se practicó el robo de niños a soldados que no colaboraban con las AUC.

Un elemento del pinochetismo utilizado por el uribismo fue la asimilación del opositor civil como un terrorista, la misma connotación dada al opositor armado.  Dirigentes sindicales, de derechos humanos y políticos de izquierda fueron acusados de ser el frente intelectual de las FARC con la intensión clara de señalarlos ante la comunidad y servírselos a las balas del sicariato.  Centenas de líderes fueron asesinados durante su gobierno acusados de ser guerrilleros de las FARC. Realmente este tipo de falsas acusaciones fueron  las que usaron los niños mimados de Pinochet en Colombia en la década del noventa hasta el 2006, nos referimos a las Autodefensas Unidas de Colombia, un movimiento paramilitar de extrema derecha de inspiración pinochetista que masacró de manera ex abrupta la sociedad colombiana durante el primer quinquenio del siglo XXI, 5 millones de desplazados, miles de desaparecidos y asesinados, mutilados y descuartizados, tirados vivos a caimanes y animales predadores, envenenados con serpientes y hasta robo de menores entregados después a pastores evangélicos  para su crianza, una metodología claramente franquista del alumnado dela escuela Pinochet en Colombia.  La masacre de Colombianos fue obra del “Plan Birmania”, un macabro plan de las AUC para tomarse el poder que desarrollaron libremente durante el primer periodo de gobierno de Uribe Vélez entre 2002 y 2006 quien aún a sabiendas del lugar exacto donde vivían sus jefes, el nudo del paramillo, no atacó y los operativos conjuntos entre sus soldados y los paramilitares  colombianos fueron cotidianos.

La “Política de Seguridad Democrática” que es la Cosmogonía del uribismo, es una copia exacta y al pie de la letra de la cosmogonía pinochetista que le permitió al dictador mantener su dictadura.  Se trataba de bombardear al ciudadano con la idea de que todo andaba mal porque había inseguridad, de que Colombia se descomponía porque habían terroristas amenazando el país, inclusive en aquellas regiones donde no había presencia de guerrilleros, el impacto del discurso de la inseguridad provocaba el nacimiento de temores y miedos  que hacían que el ciudadano se decidiera por el discurso del hombre de la seguridad que proclamaba que había que hacer de cada ciudadano un policía al servicio de la patria, con ese discurso era ovacionado Uribe Vélez, el mismo discurso justificador de los dictadores franquistas que provocaron la tragedia de las desapariciones y las masacres, considerando que el masacrado, el desaparecido o el detenido era esa bacteria a exterminar, exterminio que limpiaba la sociedad de seres inferiores desadaptados que ponían en riesgo la seguridad.

El tema de la seguridad siempre ha sido ese caballito de batalla del cual se han apropiado los franquistas para justificar sus vejámenes; lo utilizó Laureano Gómez, Rojas Pinilla y fue característico durante el frente Nacional y después; fue el eje central de la “Doctrina de la Seguridad Nacional” de los americanos y del grupo Cóndor de Pinochet.  Se trató en aquellos países donde se desataron insurrecciones contra las dictaduras de instrumentalizar esos levantamientos para fortalecer los ejércitos y la legislación represiva; en donde no había guerra insurreccional la existencia de la delincuencia fue el elemento utilizado para justificar los aumentos desmesurados del gasto militar.

La necesidad de brindar un país en seguridad para atraer la inversión extranjera fue la parte central de la doctrina Pinochet, quien desde que tomó el poder fue apoyado por las compañías transnacionales y los banqueros americanos quienes instrumentalizaron las dictaduras para apropiarse de los puntos claves de la producción nacional, si durante la primera mitad del siglo veinte fue la United Fruit Company la encargada del control social interno, durante la segunda mitad fueron numerosas transnacionales como La Gold mines Company, TEXACO, Coca-Cola, Nestlé, Generald Motors, etc., que ubicaron filiales de producción, comercialización y financiación apropiándose de los espacios más importantes de la economía nacional y explotando recursos y personal humano, aprovechando las ventajas de las redes viales nacionales para controlar los mercados internos, es cierto que de esta incursión de las transnacionales en el país muy poco se beneficiaron los colombianos en relación a la reducción de las tasas de pobreza y mucho los propietarios de las empresas transnacionales que saquearon los recursos naturales y se beneficiaron del sistema financiero.  Eso fue en esencia lo que defendió Pinochet y esas fueron las causas de su actitud sicópata, su relación estrecha con el mundo de las finanzas y de los monopolios transnacionales que saquearon Latino-américa.  El énfasis a la protección de la penetración transnacional comercial, industrial, agrícola y financiera en la economía colombiana es una copia exacta de los fines económicos del modelo pinochetista, el grupo Cóndor, esa es la esencia de la seguridad democrática uribista. Así como en la época de las dictaduras fascistas las empresas transnacionales han financiado en Colombia la actividad paramilitar, la muerte de líderes sindicales de la NESTLÉ así lo corrobora, los escándalos alrededor de la relación entre la empresa Coca-Cola y el paramilitarismo es otra de las pruebas. http://www.academia.edu/6434487/EMPRESAS_TRANSNACIONALES_Y_PARAMILITARISMO

Otro de los elementos que denota claramente la cosmogonía del franquismo en el uribismo es su actitud frente al problema de la violación de los derechos humanos, frente a las denuncias  de los falsos positivos por ejemplo y toda la crueldad y sevicia que mostró el fenómeno, el uribismo asimiló las denuncias como mentiras, Uribe Vélez expresó que ellos, los uribistas, eran “falsos positivos de la corrupción” dejando entrever que él consideraba que el escándalo de los falsos positivos eran una patraña de la izquierda para conspirar contra su movimiento; con respecto a los asesinatos de líderes, su actitud fue la de considerar que “el que la hace la paga” y por eso hay que portarse bien, es decir permanecer en silencio.  Las investigaciones hechas por la policía y los jueces entorno a los militares responsables de los asesinatos y las masacres de la sociedad civil, han sido consideradas por él como una ofensa al conjunto de las fuerzas militares, el presenta a los verdugos encarcelados con pruebas fehacientes de su responsabilidad que hoy pagan condenas, como inocentes, víctimas de un presidente que le hace el juego al terrorismo y su reclamo de liberación de los genocidas muestra categóricamente su raigambre franquista, su desespero por proteger al agresor a toda costa sin tener ninguna consideración por la víctima, es una idiosincrasia de la defensa del victimario que defiende con crueldad a las aristocracias que le pagan por sus crímenes, es una clara identificación con los principios de la limpieza social y del exterminio que ve a la víctima como el malo y al victimario como el bueno, por el que hay que batirse en todos los duelos posibles.

La mentalidad de Vallejo Nagera se nota claramente en las actitudes del expresidente, una desafección total por las víctimas; los falsos positivos siendo todos humildes y desempleados serían simples seres inferiores que al no ser parte de las aristocracias se alejan de toda posibilidad de ser reconocidos como seres humanos, salvajes con los cuales se puede practicar sin problemas tiro al blanco y así  entrenarse para cuando vengan los duros combates con los guerrilleros reales, practica de segregación y discriminación común entre los militares brasileños en la época de la dictadura del sesenta cuando las hordas de soldados salían a las calles en las noches a asesinar niños abandonados o indigentes  para templar su carácter como guerreros, fue una práctica común entre los franquistas, los fascistas y los nazis, es claramente una muestra del formateo cerebral que le hicieron los maestros a Uribe Vélez utilizando la idiosincrasia nacional-catolicista.

Hay varias cosas que los franquistas detestan de los izquierdistas y que lleva a agredirlos además de la cosmogonía natural de los franquistas a la que hemos hecho mención y que se encuentran plasmadas en la idiosincrasia uribista.  La primera de ellas, es la crítica a las transnacionales.  La insistencia de los izquierdistas en nacionalizar empresas los pone en la mira del fascismo.  La defensa de la inversión extranjera, ósea de las transnacionales es parte de los valores uribistas más férreos, es lo que ha permitido a Uribe Vélez ser profesor de la Universidad de Harvard o miembro de las junta directiva de entidades transnacionales, empleos que le reportan enormes dividendos.  En segundo lugar, la idea de la reforma agraria, de la distribución de tierras, es algo que detestaron los fascistas latinoamericanos defensores por principio de las desigualdades sociales.  La idea de una reforma agraria en el sentido de una expropiación de latifundios es algo que combate Uribe Vélez.  La idea de reformas educativas, es decir, transformar el aparato educativo en su contenido, en su doctrina, hacerla gratuita por ejemplo o dar becas para permitir que jóvenes pobres ingresen a los claustros es otro elemento que hace enfadar a los franquistas partidarios de una escisión de la educación en pública y privada, en un apartheid social en el cual lo privado representa la calidad y lo público la distracción y el adoctrinamiento de los inferiores en el catolicismo.  Lo mismo, la existencia de organizaciones gremiales de estudiantes o profesores es algo que fustigan los fascistas y algo que hace parte también de los valores uribistas. La concepción que tuvieron los franquistas de  los intelectuales fue regresiva cuando se oponían al sistema, la quema de libros, la vigilancia estricta de estudiantes, profesores y científicos de todo tipo opositores a la dictadura, la persecución de organizaciones de derechos humanos, de investigadores sociales anti-dictatoriales fue algo constante en las sociedades totalitarias.
 
En el uribismo, la concepción del intelectual es igual, encarcelamiento de escritores considerados como “ideólogos de la subversión” (caso Miguel Ángel Beltrán), señalamiento público de ONGs defensoras de derechos humanos que denunciaban sus vejámenes consideradas como un “Frente intelectual de las FARC” y vigilancia estricta sobre líderes profesorales y estudiantiles fue parte de la política uribista.  El término “Ideólogo de la subversión” es netamente macartista y dentro de una democracia no tiene significado, las ideas pueden ser expresadas libremente, sin embargo,  es común entre los militares y en el lenguaje de los uribistas, lenguaje  que busca convertir al intelectual en un chivo expiatorio y que transforma a un lector de libros o a un expositor en un hombre igual a un enemigo de guerra armado que debe ser exterminado.  La cantidad de intelectuales acribillados, detenidos, desaparecidos y torturados en la época del grupo Cóndor fue enorme en América Latina; en Colombia el sector uribista es prácticamente el único sector político que hace referencia al intelectual opositor como un guerrillero en la sombra, visión copiada del fascismo y que en Colombia ha causado estragos entre la intelectualidad critica del fascismo:  asesinatos, amenazas, detenciones, exilios, muerte laboral, la misma experiencia de intelectuales que vivieron la época de las dictaduras como críticos de la brutalidad.
 
A su lado, los intelectuales de la dictadura o los intelectuales del franquismo, aquellos que hablan a favor de las dictaduras, que a través de las letras justifican las perversidades de los dictadores y por eso los convierten en millonarios, Antonio Vallejo, por ejemplo, el ideólogo del franquismo en España, Alfredo Rangel en Colombia o en los ochenta o noventa,  Roberto Posada, D’artagnan o el general Landazal Reyes; Plinio Apuleyo Mendoza y su corte franquista, intelectuales que estratégicamente son ubicados en cargos de administración por los franquistas, sus libros son publicitados como hechos por verdaderos genios, ellos impiden graduaciones de intelectuales críticos o el ascenso de pensadores humanistas, son verdaderos destructores que impiden que el dictador caiga, que el carácter biofilo se imponga y que el modelo necrófilo sea el dominante, ellos por su espíritu franquista se creen los mejores, los demás son ” idiotas”.

El ejemplo más patético de ello lo encontramos hoy en Colombia en la figura del Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, una ficha clave del uribismo dedicado a acosar y condenar exclusivamente opositores del uribismo, entre ellos un buen número de intelectuales y dirigentes de izquierda. El temor a los intelectuales siempre ha sido enorme entre los franquistas y ellos procuran practicar las limpiezas en los ámbitos donde ellos consideran son fuertes, el ámbito de la investigación histórica y sociológica.  Los intelectuales cuyo cerebro es formateado en el humanismo y la solidaridad con los débiles, con los que no son parte de las aristocracias,  se convierten en sus víctimas, eso sucedió en la época del franquismo con poetas como Miguel Hernández o Federico García Lorca, en la época turbayista con el genio Gabriel García Márquez premio nobel de literatura que fue obligado a exiliarse en México donde termino sus últimos días hace poco; antes de la persecución desatada contra Miguel Ángel Beltrán profesor de la Universidad Nacional (víctima del uribismo, el intelectual ha vivido un verdadero calvario que va desde su detención ilegal en México, maltrato, encarcelamiento durante dos años, prohibición de enseñar por trece años) el procurador se ensañó con dirigentes destacados como pacifistas  como Piedad Córdoba y exguerrilleros eficientes que se ganaron la admiración de la comunidad, como el actual alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, destituido por el procurador y luego restituido por orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, acatada por el tribunal superior de Bogotá. Curiosamente a los uribistas no se les ha llamado a cuentas por parte de la procuraduría, quien ha blanqueado líderes como Habig Mereg vinculado con la parapolítica. Ni Uribe Vélez,  delatado por numerosos paramilitares ha sido llamado a indagatoria luego de que fuesen encarcelados decenas de uribistas vinculados con el narcotráfico y los escuadrones de la muerte, hasta su jefe de seguridad.

Las cifras sobre violación de derechos humanos en Colombia nos demuestra la existencia de un Estado con estilo pinochetista que no abandonó durante los diez años de gobierno del uribismo los viejos métodos de control social usados en las masacres, los linchamientos, las desapariciones y las torturas, métodos realmente apartados de las formas de gobierno por todos los Estados latinoamericanos.



Durante el primer periodo de gobierno Uribista entre 2002 y 2006, las ejecuciones extrajudiciales o sea los linchamientos hechos por las fuerzas militares contra la sociedad civil,  representaron la cifra más elevada de violaciones de derechos humanos, fue una constante y lo que se lee en el discurso del presidente es una alabanza a los militares, una actitud tolerante que impidió el control sobre ellos para evitar que continuara la masacre.  Lo que muestra  la gráfica es ese fenómeno repudiable de la continuidad de la tortura que rebela la clara existencia de una “inquisición moderna” característica del pinochetismo. La persistencia de las amenazas de muerte de parte de la fuerza pública contra dirigentes sociales y políticos rebela una  continuidad  de los métodos franquistas.  Las elevadas cifras de violaciones de derechos humanos durante su primer mandato coincidieron con el plan Birmania de las AUC, de allí que podríamos concluir que el exterminio de opositores en Colombia se desarrolló conjuntamente entre fuerzas armadas y paramilitares con la anuencia del presidente que transformó a los militares en algo así como “los niños mimados” de su gobierno.  Es esa clara alianza entre el político y el matón, un romance que resulta nefasto para lo sociedad, la demagogia y la puntería del revolver aliados para provocar una intimidación general que hace que los ciudadanos se vuelvan parcos para reclamar, una herencia trágica del pasado fascista de América latina que se agudizó durante la macabra alianza entre Paramilitares y Estado en el transcurso de la administración de Uribe Vélez. Las estadísticas reflejan una realidad clara y objetiva que debería al lado de los escándalos de los falsos positivos, provocar la apertura de un dosier de investigación por negligencia y contubernio contra Álvaro Uribe Vélez en la Procuraduría Nacional, sin embargo, el procurador Alejandro Ordoñez  se hace el de la vista gorda, la apertura de dosiers  fue hecha  contra las victimas del uribismo, contra amenazados y perseguidos por el terrorismo de Estado en la más ridícula decisión del procurador de ensañarse contra los contradictores de los genocidas.



La prueba más palpable de la raigambre franquista del procurador Ordoñez estriba en un escándalo que estalló a comienzos del 2013, producto de una publicación primero de un ensayo del periodista Daniel Coronell titulado “La noche de la hoguera” en donde el investigador presenta un hecho insólito cual es la participación del procurador en un acto de quema de libros convocado en el parque de San Pío X por la sociedad ultra católica de “San Pío X”, una comunidad de la secta secreta pro franquista “Tradición, Familia y Propiedad”, el 13 de Mayo de 1978. En ese entonces fueron quemados además de libros pornográficos, libros de Marx, Rousseau y García Márquez. Más tarde, en mayo del 2015 la revista Semana publicó otro ensayo titulado “El triste aniversario de la quema de libros” en donde publicó una foto del Procurador participando del acto. El 14 de agosto del mismo año “Rebelión” publico sobre su página de internet una foto mucho más completa en la cual aparece la invitación de la sociedad católica. Es un hecho innegable entonces la raigambre fascista del procurador, puesto que fueron los nazis los que se ensañaron contra los libros, la quema de libros fue una parte importante de la simbología de la idiosincrasia nazi que fue copiada por Franco y este a su vez la expandió en América Latina en donde los dictadores, especialmente de Chile y Argentina la practicaron habitualmente. Para ese entonces, 13 de mayo de 1978, el pinochetismo con su Plan Cóndor se había tomado a Colombia y todas las maneras de actuar de los dictadores se introdujeron al país, en este caso, no desde el Estado (Colombia era una “dictadura civil”, de elecciones) sino desde las comunidades religiosas católicas fanáticas de Pinochet y nostálgicas de los métodos de Franco, ya desaparecido. La mentalidad inquisidora del procurador se forjó desde el pinochetismo, eso es claro y desde que se posesionó Ordoñez ella se ha mantenido hasta nuestros días dentro del Estado lo que explica claramente esas actitudes dictatoriales y sectarias en relación a los no uribistas perseguidos sin piedad por un franquista no controlado. Militante de “Los Legionarios de Cristo”, “gregario de la orden lefebvrista”, “Caballero de la Virgen y de la legión de la legitimidad” (ver: Marco Antonio Bonilla. El procurador Ordóñez y el bibliocausto en:  http://www.las2orillas.co/el-procurador-ordonez-el-bibliocausto/ ) su abolengo religioso sectario y católico es un riesgo fuerte para la búsqueda de una sociedad tolerante y democrática, el exprime la personalidad del uribista típico, un hombre hecho para la imposición y la persecución.




 LA TRADICIÓN NAZI DE LA QUEMA DE LIBROS



 LA FOTO DE ORNOÑEZ EN LA REVISTA SEMANA


LA FOTO DE "REBELION"

 FOTO DE SOLDADO DE PINOCHET SALUDANDOLO CON EL SALUDO NAZI


SOLDADOS DE PINOCHET QUEMANDO LIBROS








El triste aniversario de la quema de libros










Se cumplen 80 años de la quema nazi y 35 de la que hizo Alejandro Ordóñez en Bucaramanga.









A la izquierda la quema que organizó el actual Procurador en Bucaramanga hace 35 años. A la derecha la quema de libros nazi.





A la izquierda la quema que organizó el actual Procurador en Bucaramanga hace 35 años. A la derecha la quema de libros nazi.


A la izquierda la quema que organizó el actual Procurador en Bucaramanga hace 35 años. A la derecha la quema de libros nazi. Foto: SEMANA





Donde se queman libros se terminan quemando también personas”. Esta frase del poeta Heinrich Heine cobra vigencia cada vez que se recuerdan los vergonzosos hechos del 10 de mayo de 1933 en Alemania. En aquellas nefastas jornadas universitarias y profesores en Berlín y otras ciudades quemaron en las plazas públicas los libros que consideraban indeseables y perjudiciales para el espíritu germánico.





Este hecho de persecución intelectual, cultural y política, que fue presenciado y auspiciado por miles de personas en toda Alemania, marcó el inicio de la persecución política, el ascenso del nazismo en Alemania y fue una premonición de los hornos en los que fueron eliminados los cuerpos de millones de personas que tenían una fe, una raza o una cultura diferente.





Solo en Berlín, en la antigua plaza Opernplatz (hoy Bebelplat), meses después de la llegada al poder de Adolf Hitler, sus seguidores quemaron más de 20.000 libros de tendencia comunista y pacifista, en especial de autores judíos como Karl Marx, Heinrich y Thomas Mann, Stefan Zweig, Erich Kastner o Sigmund Freud.





Pero la quema pública de libros no fue espontánea. Su preparación comenzó un mes antes, cuando el 6 de abril la Asociación de Estudiantes Alemanes Nazis anunció una purga literaria del “espíritu no alemán” mediante el fuego. Desde ese momento empezaron a conformarse listas negras de autores y libros, al mejor estilo de la inquisición católica. Dos días después, la Asociación de estudiantes redactó un manifiesto en el que exponían los fundamentos de un idioma y una cultura nacional "puros".





Dentro de las reflexiones que se han hecho con motivo de los 80 años de la bárbara quema de libros, surge la que ocurrió en Bucaramanga hace 35 años y en la que participó el actual procurador general, Alejandro Ordóñez.





A través de un cartel que fue puesto en sitios estratégicos de Bucaramanga, la Sociedad de San Pio X Invitó a un acto de fe para quemar revistas pornográficas y publicaciones corruptoras el 13 de mayo a las 8 de la noche en el parque San Pío X.





Según ha denunciado Daniel Coronell, el ahora jefe del Ministerio Público, en compañía de Hugo Mantilla, fueron a la biblioteca pública Gabriel Turbay en donde conminaron al encargado para que les entregara los libros que podían perturbar las mentes juveniles. “Entre los que se llevaron había obras de García Márquez, Rousseau, Marx y una Biblia, que también encontraron pecaminosa porque a juicio de ellos era una “edición protestante” y no católica, apostólica y romana”, dice el periodista.





El 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, estos y otros libros, junto a revistas pornográficas como Vea, fueron quemados en una hoguera en el parque. El procurador dice que alrededor de este hecho ha habido tergiversaciones y caricaturizaciones de lo realmente ocurrió. Incluso ha ido más allá para negar que haya participado activamente en semejante acto.











Sin embargo, en la foto que apareció en el periódico Vanguardia Liberal, sobre la vergonzosa quema de Bucaramanga, al frente de los actos un hombre que se parece al procurador cuando joven.





Así como el funcionario encargado de defender a todos los colombianos y no solo a los católicos se ha negado a hablar de los hechos del 13 de mayo, en días pasados tampoco quiso responderle a Héctor Abad la siguiente pregunta que le hizo en Blu Radio: “Señor procurador, con el mayor respeto, ya que usted menciona que se siente como en un juicio de Nuremberg… Varios obispos lefebvristas, comunidad católica a la que usted pertenece, han sido negacionistas del holocausto judío. ¿Usted los sigue también en esta materia? ¿Es decir, usted también cree que el holocausto judío, por parte del gobierno de Hitler, fue una exageración?”.





El procurador Ordóñez decidió no responder y le hizo el quite al decir: “Mucho gusto Néstor (Morales, director), le agradezco la entrevista. A mí me llamaron para hablar de estos temas del marco jurídico para la paz y de temas que tienen que ver con mi ejercicio funcional. Le agradezco mucho su entrevista. Adiós”.











Queda en el tapete de la discusión la relación de los uribistas con el paramilitarismo.  Varios documentos publicados en el magnífico sitio web “Verdadabierta.com” demuestran una relación directa entre la violencia paramilitar y los políticos uribistas, lo que representa una continuidad directa de los métodos de antaño, de la época de “El Cóndor”; la relación amorosa entre el político y el matón, entre el orador y el masacrador es algo característico de la cultura franquista en Colombia, país donde las dictaduras abiertas no pelecharon y las élites aristocráticas tuvieron que adaptarse a las elecciones y al hecho de que los genocidios son prohibidos por normas constitucionales.  El político es necesario para el matón, él le permite actuar sin riesgos, despejar las zonas de soldados y dejar hacer, sin contar las prebendas públicas y el dinero aportado por los administradores públicos a los miembros de los escuadrones de la muerte.


CAJA MENOR DE LOS “PARAS” FINANCIÓ CAMPAÑA DE URIBE: “EL IGUANO” http://www.verdadabierta.com/despojo-de-tierras/4175-campana-de-uribe-se-financio-con-la-caja-menor-de-los-paras
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Varios ex jefes paramilitares, entre ellos Salvatore Mancuso y Jorge Iván Laverde, alias 'El Iguano', contaron ante una magistrada de Justicia y Paz como apoyaron económica y logísticamente a la campaña presidencial de Álvaro Uribe Vélez en 2002.
                       
Jorge Iván Laverde, alias 'El Iguano', contó como fue el apoyó a la campaña de 2002 del para entonces candidato, Álvaro Uribe Vélez. Foto: Archivo Semana                       
Ante una magistrada de Justicia y Paz, Salvatore Mancuso, Jorge Iván Laverde Zapata, alias ‘El Iguano’, y  José Bernardo Lozada Ortuz, alias ‘Mauro’,  jefes del Bloque Catatumbo, contaron los detalles de la colaboración que dieron las autodefensas a la campaña política del entonces candidato, a la presidencia, Álvaro Uribe Vélez.

Los ex jefes paramilitares señalaron que las autodefensas de Norte de Santander hicieron un aporte millonario para la campaña y para la propaganda política del ex presidente Uribe en 2002.

De acuerdo con el testimonio de alias ‘El Iguano’, cada grupo paramilitar tenía una caja menor con dinero que fue destinado para la compra de camisetas con el eslogan del ex presidente Uribe, el transporte y los refrigerios de los votantes para el día de las elecciones y la realización de reuniones políticas.

“Esos dineros salían de la caja menor. El frente Fronteras (comandando por alias ‘El Iguano’) contaba con una caja menor de 100 millones de pesos que se invirtieron en los gastos de movilidad, refrigerios y camisetas” dijo ‘El Iguano’, quien agregó que  no existen registros de estos movimientos financieros porque antes de las desmovilizaciones se quemaron los libros contables de las autodefensas.

Según declaraciones de ‘El Iguano’, este la estrategia de colaboración se coordinó con miembros locales de la campaña de Álvaro Uribe, con el ex senador Ricardo Elcure y varios alcaldes y concejales de la región.

“En la finca Villa Patricia en Aguas Claras nos reunimos con 18 jefes locales de la campaña del entonces candidato Uribe. La reunión empezó a las 11 de la mañana y terminó a las de la tarde”, señaló Laverde Zapata.

Salvatore Mancuso aseguró que el entonces candidato, Álvaro Uribe, sí sabía del apoyo que le dieron las autodefensas para su campaña presidencial en 2002. “Hubo reuniones previas con miembros de la campaña de Álvaro Uribe, incluso estos delegados nos pidieron disminuir las operaciones militares porque estaban afectando la campaña y la imagen del candidato”, reiteró Mancuso.

¿Cómo se apoyó la campaña de Álvaro Uribe?

Según Iván Laverde, alias ‘El Iguano’, todo empezó con una llamada de ‘Cero Cuatro’,  mano derecha de Carlos Castaño, quien era el encargado de llamar a todos los comandantes para informarles que la orden de la Casa Castaño era apoyar al candidato Uribe y gastar el dinero que fuera necesario para tal fin.

La orden en el Norte de Santander la recibió Armando Pérez Betancourt, alias ‘Camilo’,  comandante del Bloque Catatumbo, quien coordinó el plan de apoyo con el ex senador Ricardo Elcure, quien fue condenado por parapolítica y falleció en febrero de 2012.

 “Nos dijeron que teníamos que apoyar a Álvaro Uribe y además nos pidieron que prestáramos seguridad a las mesas de votación que se ubicaron en la región de Cúcuta, la Gabarra y Tibú en el Norte de Santander, ya que era una zona con bastante presencia guerrillera”, aseguró ‘El Iguano’.

De acuerdo con ‘El Iguano’, el comandante ‘Camilo’, mandó a hacer unas camisetas en Tibú con la propaganda del entonces candidato y además pagó un aviso publicitario que se instaló al lado de una vía que costó 3.300 millones de pesos.

“Con la plata de nuestra caja menor de 100 millones de pesos, hicimos fiestas y asados para los campesinos. Para una reunión de propaganda a la que asistieron los líderes de las veredas y corregimientos de la región, se entregaron 37 vacas para que los asaran”, dijo Laverde Zapata.

Otro jefe paramilitar, José Bernardo Lozada, alias ‘Mauro’ del Frente Tibú, aseguró que la caja menor del grupo que comandaba tenía 20 millones de pesos y como no era suficiente, alias ‘Camilo’ le envió otros 30 millones para cubrir los gastos de las elecciones de 2002.

“El domingo de elecciones cancelamos el transporte, los refrigerios, todo lo que tenía que ver con las elecciones. Se pagaron también vehículos para llevar las mesas de votaciones y los jurados ya que eran zonas inseguras por la presencia de la guerrilla”, agregó alias ‘Mauro.

Según los testimonios de los ex jefes paramilitares, en ese momento no había fuerza pública suficiente para cubrir todas las mesas de votación y por eso la orden era, además de garantizar el triunfo del ex presidente Álvaro Uribe, dar seguridad a las elecciones.

De estos hechos, según ‘El Iguano’, las autoridades locales como alcaldes y concejales tenían conocimiento. “Eso fue algo público, además era evidente  la forma masiva y sin precedentes como salían los campesinos a votar”, agregó ‘El Iguano’.

La respuesta de Álvaro Uribe

El ex presidente Álvaro Uribe Vélez respondió a las acusaciones del extraditado jefe paramilitar a través de un comunicado en el que negó haberse reunido con las autodefensas y anunció que presentará una “querella penal en contra del ex paramilitar por el delito de calumnia”.

Además de exigir pruebas sobre sus supuestos nexos con los paramilitares, el ex presidente Uribe pidió a Salvatore Mancuso probar la supuesta participación que tuvo su hermano, Santiago Uribe en el caso del complot en contra de la Corte Suprema de Justicia.

En días pasados, Salvatore Mancuso se refirió al tema de las “chuzadas” a la Corte Suprema y señaló a Santiago Uribe, hermano del ex presidente, como presunto coautor del complot.  Aunque sostuvo que no estuvo involucrado directamente, aseguró que varios emisarios del gobierno lo habían buscado para pedirle información que relacionara a  magistrados con el narcotraficante italiano Giorgio Sale.  “Las personas que vinieron a buscarme me dijeron que detrás de todo esto estaba implicado el hermano del ex presidente Álvaro Uribe”, dijo Mancuso.

 “Ojalá avance nuestra denuncia o que Mancuso pruebe complot de mi hermano o reuniones conmigo”, escribió el ex mandatario en su cuenta en twitter.

Uribe aseguró en su comunicado que ni él ni su familia participaron en una campaña de desprestigio en contra de la Corte Suprema de Justicia.

Igualmente, el ex presidente solicitó a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes,  que indaguen a Salvatore Mancuso para que pruebe sus afirmaciones.


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El ex congresista condenado por parapolítica dijo que el ex presidente supo del respaldo que le dieron los paramilitares en su campaña de 2002 y que no hizo nada para evitarlo.

 
Álvaro Uribe fue el padrino de bautizo de uno de los hijos de Miguel de la Espriella el 5 de enero de 2003. Foto El Meridiano de Córdoba.

El ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso y los ex congresistas Miguel de la Espriella y Eleonora Pineda aseguraron ante un juez de Justicia y Paz que el ex presidente Álvaro Uribe sabía del respaldo que las AUC le dieron a su campaña presidencial de 2002. El pronunciamiento de ambos ocurrió durante el juicio que se adelante al ex jefe ‘para’ en los Tribunales de Cundinamarca.

Durante la audiencia, Mancuso explicó que en 2001 De La Espriella y Pineda eran los candidatos de las AUC para llegar al Congreso pero sobre todo, para buscar contacto con el próximo Presidente de la República y buscar un proceso de desmovilización. “De la Espriella y Pineda fueron los enlaces entre el paramilitarismo y Álvaro Uribe durante la campaña”, dijo el ex jefe paramilitar. De la Espriella y Pineda están condenados por vínculos con las AUC.

Según Mancuso, se reunió con los entonces candidatos al Congreso en Tierra Alta, Córdoba, proponiéndoles ser los interlocutores con el entonces aspirante a la Presidencia, quien había sido Gobernador de Antioquia (1995-1997). Miguel de La Espriella contó que tras el encuentro, aceptaron la propuesta de Mancuso y buscaron una reunión con Álvaro Uribe que se concretó en su finca El Ubérrimo.

La reunión ocurrió a comienzos de 2002 y según De La Espriella, se presentó junto a Eleonora Pineda como los representantes de las AUC. Ambos le dijeron que su interés era que dentro  del Manifiesto Democrático -el programa de gobierno del entonces candidato- se incluyera la posibilidad de un proceso de desmovilización con los paramilitares. “Él nos dijo que hablar del tema en el momento era riesgoso, pero que lo tendría en cuenta”, dijo de La Espriella.

El ex congresista contó que además le ofrecieron a Uribe total apoyo en su campaña y que el candidato guardó silencio. El ex senador dijo que ese mismo año, en plena correría en Córdoba, luego de un mitin político en Tierra Alta, los ex parlamentarios le propusieron al entonces aspirante a la Presidencia que fuera a reunirse con Mancuso. Según De la Espriella, Uribe estando cerca al lugar, le dijo que “no era prudente” hacerlo en ese momento por la cantidad de personas que había, y que si se sabía públicamente de esta reunión “se pondría en peligro” su victoria las elecciones.

Salvatore Mancuso confirmó la versión del ex parlamentario y agregó que fue quien financió los gastos de dicho mitin político en Tierra Alta.

La ex representante a la Cámara, por Córdoba, entre 2002 y 2006, Elionora Pineda, coincidió con Mancuso y De la Espriella en los testimonios sobre su papel como interlocutora entre las AUC y el entonces candidato Álvaro Uribe.

Los dos ex congresistas, que ya pagaron su condena y se encuentran libres, solicitaron a la Fiscalía que les brinde seguridad, tras sus declaraciones.

Pese a haber afrontado un juicio por vínculos con la ‘parapolítica’, es la primera vez que De la Espriella habla sobre estas reuniones con el ex presidente.

Frente a estas acusaciones el expresidente Álvaro Uribe anunció vía twitter que "sus abogados formularán denuncia penal contra los ex senadores por sus declaraciones", que según él, fueron presionadas por el extraditado jefe paramilitar Salvatore Mancuso.

El ex presidente Uribe agregó que todo se trata de 'infames declaraciones' y que aunque si se reunió con los ex senadores nunca se habló de coordinaciones con los paramilitares.

¿Quién es Miguel Alfonso de la Espriella?
El ex senador Miguel Alfonso de la Espriella es miembro de una de las familias ganaderas y políticas más influyentes de Córdoba. Fue elegido por el partido Colombia Democrática durante los periodos 2002-2006; 2006-2007 contando con el apoyo de las autodefensas para las elecciones.

De la Espriella fue una ficha clave para que la justicia abriera un capítulo importante de la parapolítica, ya que en noviembre de 2006 reveló la existencia del conocido Acuerdo de Ralito.

Según De la Espriella, en 2001 los paras organizaron una reunión en Ralito (Córdoba) en la que políticos de ese departamento y de otras regiones de la Costa Atlántica firmaron un documento en el que se comprometieron a defender las tesis políticas de las AUC. "Estuvieron congresistas, gobernadores, alcaldes, concejales, diputados", afirmó el ex senador.  Estas declaraciones fueron confirmadas por la ex congresista Eleonora Pineda, también condenada por parapolítica.

Este pacto que se firmó el 23 de julio de 2001, en la finca del paramilitar Salomón Feris Chadid, alias ‘08’, en el corregimiento de Santa Fe de Ralito, en Tierralta,  Córdoba, fue conocido por sus pretenciones de  “refundar la patria”, “crear un nuevo pacto social” y “construir una nueva Colombia”.

El Acuerdo de Ralito se firmó  por más de 100 dirigentes políticos de la costa Caribe. Entre los firmantes estaban  los ex jefes paramilitares ‘Jorge 40’, ‘Don Berna’, ‘Salvatore Mancuso’ y Diego Vecino’ y por la clase política figuraban  los  gobernadores de Sucre y  Córdoba y congresistas, alcaldes y dirigentes ganaderos de los departamentos de Sucre, Córdoba  Cesar y Magdalena.

Hasta ahora, por la firma de este pacto han sido procesados: Salvador Arana (ex gobernador de Sucre, condenado a 40 años de cárcel por el homicidio del alcalde del Roble, Edualdo Díaz), Reginaldo Montes (condenado a seis años de cárcel), Alfonso Campo Escobar (ex representante por Magdalena condenado a 6 años de prisión), Juan Manuel López Cabrales (ex senador condenado a 6 años de cárcel), Eleonora Pineda (acogida a sentencia anticipada y condenada a  3 años de prisión) y Miguel de la Espriella (ex representante a la Cámara por Córdoba condenado a 3 años y 7 meses de prisión).

Por sus relaciones con los grupos de autodefensas y por haber participado en el pacto de Ralito,  De la Espriella fue condenado a tres años y siete meses de prisión. Luego de esta condena, la procuraduría lo destituyó e inhabilitó 20 años para ocupar cargos públicos porque, según el ministerio público, utilizó su cargo para impulsar y promover a los grupos paramilitares.

Según el fallo del Ministerio Público: " Miguel Alfonso De la Espriella Burgos, en su calidad de Senador durante los periodos 2002-2006; 2006-2007, promovió y auspició a los paramilitares como 'retribución' al apoyo de esa organización para acceder a esa dignidad pública".

De la Espriella fue condenado el 29 de febrero de 2008 por sus nexos con paramilitares.

¿Quién es Eleonora Pineda?

La ex representante a la Cámara Eleonora Pineda fue elegida en 2002 por el Colombia Democrática, mismo partido que De la Espriella.

Pineda permaneció un año y medio recluida en la Cárcel del Buen Pastor de Bogotá luego de ser sentenciada a siete años de cárcel por sus nexos con los paramilitares y por haber participado en el Pacto de Ralito. Sin embargo, como se acogió a sentencia anticipada, obtuvo una rebaja de pena.

La ex congresista Eleonora Pineda quien Pineda reconoció públicamente haber sido amiga de algunos miembros de las AUC como Salvatore Mancuso, admitió haber asistido a la reunión, pero insistió en que el encuentro fue para impulsar el inicio de los diálogos de paz.

Para la época de la firma del Pacto de Ralito con los paramilitares, Pineda era concejal en Tierralta, Córdoba. Luego en el 2002, obtuvo 82.082 votos y se convirtió en Representante a la Cámara, cargo que logro con apoyo de las autodefensas.

Pineda poyó el proyecto presentado por su colega Rocío Arias, también condenada por parapolítica, para evitar la extradición a Estados Unidos de personas que firmaran acuerdos de paz o se desmovilizaran, pero la iniciativa no fue aprobada. También facilitó la visita de los jefes paramilitares al Congreso de la República el 28 de julio de 2004 y fue la primera en saludarlos en el Capitolio.

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El desmovilizado habló de un encuentro con Álvaro Uribe en 1996 y señaló a Santiago Uribe, hermano del el ex presidente, de ser el jefe del grupo de los ‘Doce Apóstoles’.
             
Mancuso aseguró que se reunió con apoyó la elección Álvaro Uribe 
El ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso dio detalles de una supuesta reunión que tuvo con el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, en la finca El Uberrimo, de propiedad del ex mandatario. Para la fecha, Mancuso manejaba una cooperativa de seguridad privada, llamadas  Convivir, en Córdoba, las cuales eran legales en ese momento.

Según el desmovilizado, extraditado en los Estados Unidos, a la reunión asistió el coronel de la Policía Raúl Suárez, para ese entonces comandante de la Policía de Córdoba. “Uribe me dijo que estaba enterado de la lucha del enemigo común, es decir las Farc, y que estaba muy feliz del trabajo que estábamos realizando con el coronel en la región”, aseguró el ex jefe paramilitar. Agregó que también hablaron de un posible atentado que las Farc estaban planeando en contra del entonces gobernador.

Mancuso aseguró que esa no fue la primera vez que vio a Uribe.  Según el ex ‘para’, coincidió con el político en una exhibición de caballos, en la que “se hacían apuestas” a principios de 1996. “Vi a Uribe muchas veces antes de que fuera candidato a la Presidencia.  Varias veces nos encontramos en los establecimientos comerciales que eran de propiedad de mi familia”, aseguró el desmovilizado.

El ex presidente Uribe se refirió a esta declaración en su cuenta de twitter, diciendo: “Jamás me he reunido con Mancuso, ni en Ubérrimo ni sitio alguno. Abusa de muertos citándolos de testigos”.

Los contactos cercanos a Uribe
Cuando fue interrogado por la presencia los grupos de autodefensas en Yarumal, Antoquia, Salvatore Mancuso dijo que Santiago Uribe, hermano del ex presidente, era el jefe de ‘los Doce Apóstoles’, una banda de “limpieza social” que surgió a finales de los años 80 y principios de los 90, y que delinquió en varios municipios del norte de Antioquia, justo en el área de influencia de la finca La Carolina, de  propiedad de la familia Uribe Vélez. Sin embargo, el ex ‘para’ no dio más detalles al respecto. 

Aunque Santiago Uribe ha sido mencionado por varios ex paramilitares como Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, Juan Carlos Sierra Ramírez, alias ‘El Tuso’, y Pablo Hernán Sierra García, alias ‘Alberto Guerrero’, esta es la primera vez que Mancuso se refiere a la relación de Santiago Uribe con el grupo de los Doce apóstoles. En mayo de 2011, en una entrevista con Caracol Radio cuando le preguntaron por estos hechos dijo que prefería no referirse al tema.

Actualmente se adelanta una investigación contra Santiago Uribe ordenada por la Fiscalía General de la Nación en 2010, luego de que el ex oficial de la Policía, Juan Carlos Meneses, dijo a diferentes medios internacionales que el hermano del ex presidente era el jefe de los llamados ‘Doce Apóstoles’.  Meneses era parte del grupo de oficial que comandaba la estación de Policía de Yarumal para la época en la que delinquieron “Los Doce Apóstoles”.

Además, Salvatore Mancuso aseguró que Pedro Juan Moreno, quien fue secretario general de la Gobernación de Uribe Vélez en Antioquia, fue quien se le acercó para pedirle que apoyara la candidatura presidencial de Uribe.

El ex jefe paramilitar dijo que tuvo varias reuniones con Moreno en compañía de Carlos y Vicente Castaño desde 1996.  Según Mancuso, el ex secretario, fallecido en un accidente aéreo en 2006 fue su interlocutor con el entonces gobernador Uribe.

En declaraciones entregadas en durante su juicio, Mancuso ha aclarado que para la campaña presidencial de 2002, prefirió que sus voceros ante el entonces candidato fueran Miguel de la Espriella y Eleonora Pineda, quienes eran aspirantes al Congreso de la República.  Los dos políticos fueron condenados posteriormente por sus vínculos con los paramilitares.

Esta última semana Mancuso ha hecho varias referencias a la relación de las autodefensas con Álvaro Uribe. Por petición de la defensa del ex jefe ‘para’, De la Espriella y Pineda declararon ante el tribunal que tuvieron una reunión con Uribe en la que le contaron del respaldo que AUC le daban a su campaña presidencial (ver: De la Espriella: "Fui puente entre Uribe y AUC  para negociación de Ralito")

El ex presidente Uribe respondió por medio de su cuenta de twitter que sus abogados establearan una denuncia penal en contra de los ex congresistas.  Además dijo que estaba a la espera de confirmar una versión según la cual Mancuso habría presionado a los ex parlamentarios para que declararan en su contra.

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El ex paramilitar aseguró que Álvaro Uribe los extraditó para tapar el complot contra la Corte Suprema. Sus declaraciones coinciden con las de ‘El Tuso’ Sierra, ‘Don Berna’ y ‘Macaco’.
             
Ya son varios los ex jefes paramilitares que denuncian que el gobierno Uribe quiso acordar con las AUC un plan para desprestigiar a la Corte Suprema. Foto VerdadAbierta.com

-El trueque que le propusieron a 'Macaco'
-Los consejeros de los 'paras' según 'Don Berna'
-'Hicimos un trabajo conjunto para la Presidencia': 'Don Berna'         
 
Salvatore Mancuso, ex jefe paramilitar de las AUC, aseguró que el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe Vélez extraditó a varios jefes paramilitares después de que se rehusaran a ‘colaborar’ en un presunto complot para desprestigiar a la Corte Suprema de Justicia y de esta manera acabar con las investigaciones que empezaban en ese momento (2007) contra políticos vinculados con las Autodefensas, entre ellos el primo del presidente, el condenado ex senador Mario Uribe.

Desde una cárcel en Virginia, Estados Unidos, a donde fue enviado en 2008 por cargos de narcotráfico, 'Mancuso' puso en duda los motivos por los cuales fueron extraditados a Estados Unidos por cargos por narcotráfico, y que en realidad lo que buscaba el Gobierno Uribe era tapar una conspiración contra la Corte Suprema de Justicia.

Por ejemplo, dijo que los abogados Sergio González y otro de apellido Llorente le pidieron que presentaran unas pruebas para enlodar a los magistrados de la Corte. Así la Corte sería revocada y el Gobierno nombraría en su reemplazo un tribunal ad-hoc con magistrados de su simpatía.

'Mancuso' dijo que los dos abogados se presentaron a nombre de Santiago Uribe, Mario Uribe y José Obdulio Gaviria. El primero es hermano del ex presidente, el segundo, primo y está condenado por ‘parapolítica’ y el tercero fue su asesor.

El abogado Sergio González, al que hace referencia 'Mancuso', fue el defensor de José Orlando Moncada alias ‘Tasmania’, un ex paramilitar que el 11 de septiembre de 2007 envió una carta a Álvaro Uribe en la que denunciaba que el magistrado Iván Velásquez le ofreció prebendas a cambio de atestiguar contra él.

Lo que se reveló después fue que Martha Leal, la ex directora de Operaciones del DAS, fue enviada a Medellín a recibir una carta escrita por 'Tasmania' de manos del abogado González. Una vez recibida la carta, el 8 de octubre de 2007, Álvaro Uribe reveló su contenido.

En junio de 2008, ‘Tasmania’ se retractó y dijo que todo se trataba de un complot gestado desde la Casa de Nariño para desprestigiar a la Corte y señaló a su abogado como el que lo indujo a mentir. González está preso después de que un juez lo halló culpable del delito de calumnia.

'Mancuso' precisó que estos abogados le pidieron conseguir unas fotografías en las que supuestamente aparecía el magistrado Yesid Ramírez con el narcotraficante Giorgio Sale en las corralejas de Sincelejo. Sale, de ascendencia italiana al igual que Mancuso, está preso mientras se adelanta un proceso en su contra por lavado de activos y por ser testaferro del jefe paramilitar.

“Con esas pruebas querían tumbar a la Corte… Querían nombrar una Corte ad-hoc y me negué”, dijo 'Mancuso'. Pero sus declaraciones no son nuevas ni han sido las únicas en Justicia y Paz.

Juan Carlos ‘El Tuso Sierra’, también extraditado, se refirió en versión libre en enero de 2012 a la supuesta fotografía del magistrado Ramírez y Sale, y coincidió con la versión de 'Mancuso'. 

La reunión de la 'Casa de Nari'
Aunque 'Mancuso' dijo que había un rumor de que Diego Fernando Murillo alias ‘Don Berna’ y Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’ recibieron beneficios a cambio de ‘colaborar’ con la propuesta del gobierno, estos dos paramilitares, también extraditados, han hablado del complot mencionado por 'Mancuso’, ‘Tasmania’ y ‘El Tuso Sierra’. Pero solo lo hicieron cuatro años después de la extradición luego de haber negociado su pena con el gobierno estadounidense. Hasta ahora los jefes paramilitares se habían rehusado a colaborar con la justicia colombiana pero hace poco volvieron a hacerlo señalando a funcionarios del Gobierno Uribe.

En febrero de 2012, cuatro años después de mantener su silencio en Justicia y Paz, alias ‘Don Berna’ se destapó y en el reinicio de sus versiones recordó que también recibió la visita del abogado González, en representación del ex senador Mario Uribe, para organizar la conspiración. Además admitió que como parte de la negociación con el gobierno, fue trasladado a la cárcel La Picota en julio de 2007 para grabar conversaciones con el ex jefe de informática del DAS, Rafael García, recluido en la misma prisión, con el propósito de desprestigiar al magistrado investigador Iván Velásquez. Varias de esas grabaciones fueron filtradas a la prensa.

El 6 de septiembre de 2010 la ex directora de Operaciones del DAS, Martha Leal, admitió que Diego Álvarez (abogado de 'Don Berna) le pidió una grabadora para grabar a 'Don Berna' y a Rafael García en donde supuestamente este último admitía que el magistrado Velásquez le estaba ofreciendo prebendas a 'Don Berna' para que hablara o diera información. Leal dijo que compró la grabadora con gastos reservados de la Subdirección de Operaciones del DAS.

La revista Semana reportó el 23 de agosto de 2008 que 'Don Berna' utilizó a su abogado para obtener más grabaciones que comprometieran a funcionarios de la Corte Suprema y los hiciera aparecer como si estuvieran recolectando pruebas contra Uribe y políticos afines a la Presidencia, a cambio de beneficios.

Según Semana, uno de los videos más interesantes fue realizado el 21 de diciembre de 2007 en la oficina del defensor de 'Berna'. En la cámara, escondida en una esquina de la oficina, quedó registrada una larga conversación en la cual un hombre habla con el abogado de 'Berna'. El sujeto se presenta a nombre de la Corte Suprema y en el transcurso de la charla le hace escandalosos ofrecimientos al abogado del jefe paramilitar. Entre otras cosas, le dice que puede conseguirle beneficios a 'Berna' a cambio de que declare o ayude con información a la Corte sobre políticos de Antioquia, Santander y Cundinamarca, entre otros. Le dice, también, que es necesario que 'Berna' refuerce las versiones de la ex congresista detenida Rocío Arias. Y en otro aparte, el hombre le pide al abogado de 'Berna' 15.000 dólares para evitar que el ex jefe paramilitar sea trasladado a la cárcel de Cómbita.

El hombre siempre se presenta como enviado de la Corte, pero en realidad no tenía vinculación formal con esa corporación. Su nombre era Henry Anaya y era un abogado de Barrancabermeja que además de haber sido registrador de ese municipio, se desempeñaba como veedor cívico en esa ciudad. Anaya era bastante conocido en altos círculos de la justicia. Tenía muy buenos contactos y amigos en la Fiscalía General, en la Procuraduría y en la Corte Suprema.

Lo que resulta sin duda comprometedor es que tanto en el video como en las grabaciones de audio clandestinas que realizó el abogado de 'Berna', Anaya siempre actuó y habló como si lo hiciera a nombre de la Corte.

Además 'Don Berna' contó que luego de este episodio, entre febrero y abril de 2008 se registraron las famosas reuniones de la 'Casa de Nari'. Estos encuentros fueron revelados a la opinión pública por los medios en agosto de ese mismo año y contaban de grabaciones entre Diego Álvarez (abogado de 'Berna') con Rodrigo Zapata alias ‘Job’, un desmovilizado del Bloque Pacífico, en las que hablaban de varias reuniones y contactos que tuvieron con funcionarios de la Presidencia, entre ellos María del Pilar Hurtado, Marta Leal, Edmundo del Castillo, Juan José Chaux y César Mauricio Velásquez, y en las que supuestamente acordaron el plan para desprestigiar a la Corte Suprema.

‘Don Berna’ admitió que tanto Álvarez como ‘Job’ fueron a la Casa de Nariño por instrucciones suyas. “…Ya había unos contactos, ya había confianza. Le dije a Antonio (alias ‘Job’) y al doctor Diego (abogado de ‘Don Berna’), que sería importante que ellos se reunieran en la Casa de Nariño, para saber cómo iba el proceso. Nosotros respaldábamos totalmente la política de seguridad democrática del gobierno y las decisiones que se había tomado frente a ese tema”, le dijo a la Fiscalía.

El paramilitar explicó que alias ‘Job’ “era amigo de César Mauricio Velásquez”, el entonces jefe de Prensa de la Casa de Nariño, razón por la cual se facilitaba la entrada a Palacio. “Él sabía que se iba a llevar a cabo dicha reunión y estaba atento de lo que se decidiera en dicho encuentro”, señaló ‘Don Berna’.

Según el relato del ex paramilitar, “Edmundo del Castillo, ex director jurídico de Presidencia, acepta recibirlos en la Casa de Nariño, para reunirse con la doctora Marta Leal, ex subdirectora de Operaciones de Inteligencia del DAS”, con quien ya tenían buenas relaciones.

Leal sería la encargada de dar las instrucciones a los funcionarios para que se prestara la colaboración y los equipos que se requirieran para hacer interceptaciones y grabaciones, especialmente a la Corte Suprema con el objetivo de desprestigiar sus investigaciones por los casos de parapolítica.

"Un tal doctor Roa, iba todos los días por la tarde, yo le entregaba lo que había grabado ese día, eso iba a la Casa de Nariño y el encargado de recibirlo era el doctor Edmundo del Castillo”, contó el ex paramilitar extraditado.

Tres meses después de la reunión en Palacio, alias ‘Job’  fue asesinado en Medellín.

Otras conspiraciones
Entre octubre de 2007 y abril de 2008, de acuerdo con lo narrado por 'Don Berna', ocurrieron otros hechos relacionados con el complot. El primero ocurrió en Nueva York. Según reportó la revista Semana, el 11 de octubre de 2007, en la sede del consulado de Colombia en Nueva York, el ex sargento del Ejército, Eduin Guzmán, fue entrevistado por varios medios de comunicación.

De acuerdo con su declaración, los magistrados auxiliares de la Corte, Iván Velásquez y Héctor Alarcón, quien adelantaba investigaciones sobre parapolítica en Antioquia, le habían ofrecido beneficios judiciales a cambio de que implicara al presidente Uribe y a su primo, el entonces senador Mario Uribe Escobar, en acciones delictivas. Al igual que ocurrió con 'Tasmania', altos funcionarios del gobierno retomaron las declaraciones de Guzmán y afirmaron que no solo eran muy graves, sino que demostraban que había un complot y un cartel de testigos contra Uribe.

Guzmán tampoco hablaba con la verdad. "A mí me ofrecieron que si decía eso me iban a ayudar a conseguir las visas para traer a mi familia a Estados Unidos. Y como yo estaba desesperado, pues dije lo que me dijeron que dijera. Lo malo es que después de que me pusieron a hablar con periodistas y di las declaraciones, no me volvieron ni a pasar al teléfono y obviamente no me cumplieron con nada. Unos meses después, como en abril de 2008, me llamaron de la embajada de Colombia en Washington para lo mismo, pero como ya me habían hecho 'conejo' una vez, yo no me presté para volver a declarar", dijo Guzmán.

El otro episodio ocurrió el 24 de abril de 2008. Ese día, en Apartadó, Urabá, en un foro sobre proyectos productivos de los desmovilizados, un ex paramilitar llamado Ferney Suaza pidió la palabra y dijo que había sido abordado por varias personas que le ofrecieron 200 millones de pesos para involucrar públicamente al presidente Uribe con los paramilitares de esa región del país. Tan pronto Suaza terminó de hablar, los congresistas que estaban en el foro le hicieron el puente telefónico con el presidente Uribe y le contó su versión. Uribe le expresó su agradecimiento y la preocupación por lo que le había contado, y ordenó que se le reforzara la seguridad. Les pidió a los congresistas que lo acompañaran y estuvieran pendientes de que se le brindara la protección necesaria.

Suaza se había desmovilizado con el Bloque Bananeros de las AUC en noviembre de 2004 y era reconocido como líder comunal en el Urabá antioqueño. Para el momento de su denuncia en el Sena de Apartadó se desempeñaba como vocero de los desmovilizados reinsertados y era dirigente de la empresa Superban, que agrupaba a más de un centenar de desmovilizados.

Tras la declaración de Suaza, Uribe salió en varios medios de comunicación a replicar lo dicho por el ex paramilitar: en síntesis, que unas ONG y otras personas habían intentado sobornarlo para que vinculara al mandatario con grupos paramilitares en Urabá. Varios funcionarios del Gobierno, entre ellos Fabio Valencia Cossio, quien para la época se desempeñaba como alto consejero presidencial, afirmó que la denuncia del ex paramilitar era la prueba de que había "un complot internacional y hay muchos elementos que demuestran que el presidente Uribe les está estorbando a ciertos políticos internacionales y, obviamente, eso es un muro de contención". Valencia Cossio afirmó también que el testimonio de Suaza probaba que había un "cartel de testigos" contra el gobierno y dijo que lo que estaba sucediendo "es una cosa infame y es de cada ocho días. Una semana arman una cosa desde una cárcel y a la siguiente, desde el exterior". El entonces ministro del Interior, Carlos Holguín, se sumó a las voces de indignación del gobierno y pidió a la Fiscalía investigar las graves denuncias hechas por el ex paramilitar, quien fue ampliamente elogiado por Uribe debido a "su honestidad" y por no haber cedido al chantaje.

El problema, sin embargo, es que el testimonio del ex paramilitar Suaza era una farsa bien montada. Las declaraciones no solo eran falsas, sino que hacían parte de un complot en el que nuevamente aparecen juntos ex 'paras' y miembros del alto gobierno de la época de Uribe.

Posteriormente, se conocieron unas grabaciones en las que Suaza le pide a alias 'Job' que le ayude a sacar a su familia de Urabá y también una casa, como parte del acuerdo por sus declaraciones.

Tras las declaraciones de ‘Don Berna’, César Mauricio Velásquez y otros funcionarios del Gobierno de Uribe salieron a descalificar las versiones del ex paramilitar señalándolo de “un criminal extraditado”.  En su momento, Jaime Granados, abogado del ex jefe de prensa, dijo que el testimonio del ex paramilitar era una venganza.

Pero ahora con las versiones coincidentes de 'Mancuso', 'El Tuso' Sierra, ‘Don Berna’ y ‘Macaco’ surge una nueva teoría que sugiere que con la extradición de los paramilitares, el gobierno de Álvaro Uribe pretendió echar tierra sobre un complot que buscaba atajar el escándalo de la parapolítica, la misma que sentenció a varios políticos del uribismo.

*Todas las confesiones en versión libre deben ser investigadas por la Fiscalía por tratarse de una etapa preliminar antes del juicio.



CONCLUSION


El uribismo como movimiento político representa una opción importante a vigilar y controlar por su raigambre franquista, ello lo hace un movimiento supremamente peligroso para la existencia de las instituciones democráticas mismas, por su carácter conflictivo y violento y por ser heredero en línea directa de ese eje histórico Laureano Gómez-Pinochet-Uribe Vélez.  Su interés en influir profundamente en las fuerzas armadas lo hace dañino y peligroso, porque el mismo puede desatar fuerzas violentas que ahonden el conflicto colombiano.  El método de Laureano Gómez de provocar una guerra civil para aplastar los opositores al régimen es un método que se siente en el pensamiento uribista,  los uribistas no  vacilarían en el caso de que conquisten las simpatías de las Fuerzas Armadas en intentar repetir una historia que para ser honestos difícilmente se repetiría en Colombia. Difícilmente porque el entorno internacional y regional no le favorece, no hay interés en los ejércitos latinoamericanos en repetir la historia de las dictaduras del siglo pasado, ellos han venido respetando la institucionalidad y en Colombia no ha sido tradición de los militares acudir al golpe de Estado, más bien han sido los políticos de la extrema derecha franquista los que los han instrumentalizado en acciones de violencia crueles que la sociedad política elegida ha legitimado con normas constitucionales represivas.  El accionar de las Fuerzas Armadas en Colombia ha dependido del perfil político de quienes  administran el Estado, cuando es un pacifista, como Belisario Betancur, Andrés Pastrana o el presidente Juan Manuel Santos, los militares se acoplan a las intenciones de diálogo y la tendencia general es a asumir ese lenguaje pacifista; para el caso de Betancur, las violaciones a la tregua bilateral no fueron muchas y esta funcionó durante dos años; la condición de “dialogar en medio de la guerra” de Pastrana y Santos aunque generó una operatividad fuerte de los militares no mostró una fuerza castrense desobediente y rebelde frente a la decisión del Estado, esta desalojó el Batallón Cazadores del Caguán sin complicaciones durante el desarrollo de los diálogos de paz de Pastrana  y los militares activos se han hecho presentes en La Habana para coordinar los acuerdos de desmovilización y desarme de la guerrilla en caso de la firma de un acuerdo de Paz. Los escándalos de complot contra el proceso de Paz estallaron durante los tres gobiernos, pero no han sido grandes escándalos y ello llevó a una toma de decisiones rápidas del gobierno que dejaron  por fuera de las instituciones los responsables.

De todas maneras hay que estar alerta, porque allí donde hay franquistas convencidos,  los riesgos son enormes, todo dependerá de quien gane las elecciones en Estados Unidos en el próximo debate presidencial y quien la obtenga en Colombia.  Si se encuentran las extremas derechas como el eje Uribe Vélez-George Bush, la situación será preocupante porque son concepciones que le dan continuidad a los valores violentos  y entre ellos la persecución de sus antagonistas, estén o no en las armas.  De todas maneras nos aproximamos en América Latina a un punto histórico delicado porque si bien las izquierdas triunfaron, algunos presidentes van hacia un tercer periodo presidencial y ya se nota la desesperación de la derecha que no osa en acusarlos de dictadores y desatar manifestaciones que buscan el derrocamiento de presidentes o sabotajes desde los órganos legislativos.

El uribismo es de todas maneras un franquismo en crisis por la importancia del avance de los diálogos de negociación con las FARC que le hacen pensar a la sociedad en un futuro más estable que abrirá enormes discusiones políticas ya que sin esa excusa de que el culpable de todos los problemas del país son los guerrilleros,   el uribismo como fuerza política no tiene destino, porque es evidente que sus triunfos pasados y presentes provienen de la conversión de la guerrilla en un chivo expiatorio, sin guerrilleros, su discurso perderá actualidad y con ello  el uribismo.

La teoría del Estado abusivo que propuse en otro de nuestros ensayos, es una visión que se adapta muy bien a la caracterización del Estado latinoamericano pro-franquista que heredamos del pasado, porque claramente la vida política ha sido una historia del  abuso, de la imposición y de la dominación.  La rebelión de Franco contra la Democracia fue en esencia una historia del abuso: masacres, torturas, desapariciones, robo de niños, segregación de opositores, exilio obligatorio, toda una maquinaria de muerte que se pone en marcha para asesinar de todas las maneras habidas y por haber y que se exporta como metodología para controlar el poder hacia otros países de influencia franquista.  El Estado abusivo que copió del método franquista no solo sus técnicas de muerte, sino también su cosmogonía,  tuvo en las condecoraciones su signo más macabro. Medallas de homenaje a Franco, medallas de Franco a sus alumnos, felicitaciones, fiestas, recompensas económicas a individuos que crearon una nueva profesión en el continente, la de “Técnico en torturas” o ”sicario”, militares preparados para abusar sobre la sociedad civil acobardada, sin mucho que hacer, en frente de sicópatas sobre-armados ante los cuales muchos se doblegaron  y otros se insurreccionaron; allí donde las gentes decidieron insurreccionarse la maquinaria de muerte perdió la batalla o perdió a muchos de sus verdugos. Lo claro es que el uribismo copió la metodología, los grados de abuso  que desde el poder se practicaron contra la sociedad civil indefensa, le dieron continuidad a una manera abusiva de conducir el Estado que en Colombia desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948 ha sido constante,  ha dejado huellas indelebles, una continuidad que hoy intenta superarse, una ruptura necesaria con el pasado que debe hacerse.

Por otro lado,  la herencia del franquismo es un conflicto continuo entre “Convertirse a vs ser reconocido como”, es la lucha entre el autoritarismo que obliga a ser buen ciudadano a quedarse callado frente al abuso, a obtener un empleo porque se es parte de esa inmensa red de abusadores que le dan legitimidad al terrorismo de Estado, para tener alguna oportunidad de vida había que ser uribista, había que convertirse al uribismo, había que participar de la cadena de abusadores, fuera de ella las posibilidades son vagas, fuera de ella está la vida trágica de los marginados. La lucha por “ser reconocido como” para hacer realidad sus derechos es un largo calvario para los indígenas que han soportado la salvaje represión del franquismo, para las comunidades afrodescendientes, para los comunistas, para los socialistas, para los demócratas participativos, para las mujeres o para los pobres, todos estos grupos han soportado la violencia del franquismo que hoy en Colombia parece perder la batalla ante la fuerza avasalladora de la historia que no perdona los errores del pasado.